Las posibles guaridas de Bigfoot «reveladas»

El Sasquatch, el mítico «Bigfoot» («Piegrande») del oeste de América del Norte, habita en lo profundo de la fértil imaginación de la gente crédula

Si usted insiste en buscar uno de ellos en el mundo real, sin embargo, debe buscar en el hogar del oso negro, al menos de acuerdo con un irónico estudio de las preferencias de hábitat de esta simiesca criatura.

El estudio también tiene un mensaje más serio: es fácil resultar engañado y creer en un análisis del hábitat que suene plausible, incluso cuando los datos son totalmente erróneos.

Los biólogos conservacionistas necesitan a menudo predecir dónde pueden vivir las especies que se han vueltos poco comunes para seleccionar el mejor sitio para instalar un Parque Nacional, por ejemplo, o para pronosticar cuán malos serán los cambios climáticos en el futuro para algunas especies.

La última técnica para hacer estas predicciones es la llamada modelización del nicho ecológico, con la cual los investigadores registran los lugares donde se dan avistamientos de especies conocidas y, a continuación, recogen datos sobre el medio ambiente de estos sitios para definir los límites ecológicos de la especie.

Jeff Lozier, un entomólogo de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, estaba preocupado porque algunas personas pueden haber sido demasiado despreocupadas en la aplicación de la técnica. «Siempre que usted tiene estos nuevas enfoques, brillantes, fáciles de utilizar, aparece la tentación de recurrir a ellos incluso antes de saber lo que son», dijo.

¿Prueba de osos?

Lozier y sus colegas decidieron aplicar modelos de nicho ecológico a un conjunto de datos evidentemente falsos, los avistamientos del Sasquatch. Se reunieron todos los avistamientos en los los estados de Washington, Oregón y California en EEUU y se utilizaron los datos ambientales para predecir la distribución del Sasquatch.

Encontraron que el modelo aportaba una predicción perfectamente plausible sobre los hábitats de los Bigfoot, una advertencia a los «modelistas» de que los resultados espúreos no necesariamente dan aviso con evidentes señales de advertencia

«El objetivo del trabajo está muy bien tomado», dice Dan Warren, un ecólogo evolutivo de la Universidad de California en Davis, que es un experto en modelos de nicho ecológico. «Creo que la literatura está plagada de personas que están sobreinterpretando lo que surge de estos modelos».

Los investigadores también compararon el modelo de nicho para un Sasquatch con el que desarrollaron para el oso negro. Encontraron que los dos fueron estadísticamente indistinguibles. Esto sugiere que muchos supuestos avistamientos de Sasquatch pueden ser, simplemente, osos mal identificados; un error que se cometió al menos en una ocasión, hace notar Lozier.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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