Exoplaneta recién descubierto podría estar próximo a su fin

Un planeta recién descubierto que gira alrededor de su estrella en menos de un día puede haber sido encontrado a sólo momentos de su caída cósmica

El planeta, WASP-18b, es uno de la clase «Júpiter calientes», planetas de gran tamaño (10 veces la masa de Júpiter, en este caso), pero a diferencia de nuestros gigantes gaseosos, orbitan muy cerca de sus estrellas. Cuando se encontró el primero de ellos hace unos pocos años, su existencia fue una sorpresa para los astrónomos. Ahora se han vuelto descubrimientos comunes.

Pero este escaldado mundo gaseoso es uno de los dos únicos exoplanetas conocidos que orbita alrededor de su estrella en menos de un día terrestre (0,94 día para ser exactos). Unido a su pesada masa, esto lleva a un fuerte tirón gravitatorio entre el planeta y su estrella, WASP-18 (WASP significa «Wide Angle Search for Planets», búsqueda de planetas en ángulo amplio, a cargo de varias universidades se Gran Bretaña.)

Estas interacciones gravitacionales crean mareas que, se cree, aprietan y estiran al planeta e incluso alteran su órbita: Si el planeta orbita más rápido que lo que gira la estrella, el planeta debería ser atraído hacia ella, si la estrella gira más rápido, el planeta debería ser empujado hacia afuera (este último es el caso de la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, la Luna se está alejando de nosotros a medida que usted lee esto).

Habida cuenta de lo que los astrofísicos saben acerca de la dinámica implicada, los astrónomos piensan WASP-18b se está moviendo hacia su estrella, lo que convertiría a esta observación en un caso de 1 en 1.000: los planetas pasan la mayor parte de sus vidas en desarrollo, y perecen en un abrir y cerrar de ojos cósmico. Por esto sólo hay una pequeña ventana de tiempo en que se puede hallar un planeta en esta posición de desaparecer pronto; estadísticamente es más probable que se lo encuentre muy al principio de su vida, o después de su destrucción (lo que significa que no se le habría visto para nada).

«Las probabilidades de encontrarlo eran muy pequeñas, y sólo tuve suerte», o hay algo fundamental acerca de las interacciones de marea entre las estrellas y sus planetas que los astrónomos se están perdiendo, dijo Douglas Hamilton, astrónomo en la Universidad de Maryland en College Park que no participó en el hallazgo.

El conocimiento de cómo funciona la interacción de marea entre las estrellas y los planetas se basa ampliamente en nuestro propio Sistema Solar, y tiene que ver con la energía de rotación (o de marea) que tiene un sistema cuando una nube de gas y polvo se condensa para formar una estrella, y el material sobrante se aplana en un disco giratorio, donde se forman los planetas. Las estimaciones de la tasa a la que una estrella disipa toda la energía de marea podría no ser exactas, sin embargo. Si la estrella no es muy buena para disipar esta energía, el planeta va a sobrevivir mucho tiempo más antes de caer en espiral hacia su estrella anfitriona.

O podría haber «posibilidades más exóticas», dijo Hamilton a SPACE.com, como una fuerza que sostenga al planeta del tirón hacia adentro de las fuerzas de marea. Hamilton describió las posibilidades en un ensayo de opinión en la edición del 27 de agosto de la revista Nature, donde también está detallado el descubrimiento del planeta.

Los astrónomos serán capaces de chequear qué escenario es más probable (un planeta cerca de su muerte, o algo de física rara); sólo tienen que esperar unos cuantos años. Si el planeta está, de hecho, acercándose en espiral hacia su estrella, podría ser que su caída no ocurra en miles o millones de años, pero debería haber cambios notables en su período orbital en aproximadamente una década. Los astrónomos sólo tienen que mantener sus ojos puestos sobre el sistema.

«Sólo tengo que esperar y ser paciente», dijo Hamilton. «Cualquiera que sea la respuesta, ésta va a enseñarnos algo», dijo.

Fuente: Space.com. Aportado por Eduardo J. Carletti

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