Podrían enviar robots a buscar fósiles en la luna Europa

Si existe vida extraterrestre en la luna Europa de Júpiter, en lugar de enviar sondas a perforar para traspasar la capa de hielo y buscar alienígenas en el océano que hay debajo, bastaría con buscar fósiles en la helada superficie

“Un explorador enviado allí podría encontrar vida extraterrestre dentro [del plazo] de nuestras vidas”, propone el científico planetario Richard Greenberg del Laboratorio Planetario y Lunar de la Universidad de Arizona en Tucson.

Europa, que tiene aproximadamente el tamaño de nuestra Luna terrestre, está cubierta de un océano global de unos 160 kilómetros de profundidad. Este océano está cubierto por una corteza helada de espesor desconocido, aunque se estima que podría ser de apenas unos kilómetros.

Ya que en la Tierra, donde existe agua hay posibilidad de vida, durante años los científicos han acariciado la idea de que esta luna de Júpiter podría sostener vida extraterrestre.

Hallazgos recientes sugieren, incluso, que su océano podría estar cargado de oxígeno em cantidad suficiente para dar sostén a millones de toneladas de vida marina del tipo que existe en la Tierra.

Para ver si algún tipo de vida evolucionó en Europa, los científicos han propuesto misiones que taladren su capa exterior, quizás usando calor para fundir el hielo, hojas de corte para retirar la roca y submarinos robot para explorar el océano.

“Con esta imagen en mente, la NASA tiene un plan de varias etapas, primero con un orbitador sobre Europa previsto para dentro de 18 años, y 10 ó 20 años después un aterrizador para ver cómo es la superficie, y quizás una generación después, se espera que podamos encontrar la forma de taladrar todo ese tramo a través del hielo“, señala Greenberg. Él recientemente escribió un libro llamado “Unmasking Europa“, en el que aborda cómo se podría buscar vida en la luna joviana.

Sin embargo, en lugar de desplegar complejos equipos para intentar penetrar un incierto espesor de hielo, podrían haber restos de vida marina disponibles en la superficie exterior de Europa, donde lo podrían encontrar los aterrizadores.

Los científicos no están sugiriendo con esto que toda la vida de Europa haya encontrado la manera de excavar a través del hielo, sino que la constante reestructuración que se produce en la luna joviana podría arrastrar organismos hacia arriba, explicó Greenberg.

La escasez de cráteres visibles en Europa indica que la capa de hielo no tiene más de 50 millones de años de antigüedad, indicando que sufrió una completa reestructuración durante ese tiempo. El culpable de esta extraordinaria actividad es el tirón gravitatorio que ejerce Júpiter sobre Europa. Esto lleva a fuerzas de marea que son aproximadamente 1000 veces más fuertes que las que sufre la Tierra por la Luna, lo que flexiona y calienta a la luna de Júpiter y revuelve constantemente su corteza.

Al parecer el hielo —probablemente agua marina congelada reciente— es empujado desde abajo, formando unas dobles crestas que por lo normal tienen unos 100 metros de altura, y que cubren al menos la mitad de la superficie de Europa. En algunos sectores, también, la superficie podría fundirse en parte desde abajo, creando balsas de hielo que se desprenden y derivan.

Este proceso crea el «caótico terreno» que comprende más o menos el 40% de la corteza de hielo, y también mueve material tanto en forma ascendente como descendente.

«Si hay organismos en los océanos de Europa, se podría imaginar que toda la superficie podría tener trozos congelados de eso», dice Greenberg. «La gente está hablando de varios tipos de taladros y de fundir la capa de hielo, y t}yo creo que podemos evitar eso y tomar muestras del océano en la superficie».

Uno de los mejores lugares para encontrar fósiles en Europa podrían ser los dobles riscos recientemente formados, señala Greenberg.

«Los riscos que se cruzan con otros son los más recientes», explica. «Uno puede, entonces, imaginar aterrizadores excavando el hielo y analizándolo».

El terreno caótico también sería un área buena para explorar, tal como una grieta activa en la corteza de Europa.

«Si podemos aterrizar al lado de una grieta activa, hay una buena posibilidad de tomar muestras del hielo más reciente», dijo Greenberg. «Si pudiésemos poner en ellas un penetrador, incluso podríamos tomar muestras del agua que surge».

Si los microbios encuentran la forma de llegar hasta la superficie de Europa, es probable que el constante flujo de radiación desde Júpiter desintegraría sus proteínas en un tiempo, si es que esta vida tiene proteínas, dijo el geólogo planetario Brad Dalton del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

Sin embargo, los experimentos de Dalton han indicado que los orbitadores podrían investigar la firma de infrarrojos de la corteza helada de Europa para buscar restos deshechos de vida. Los aterrizadores podrían realizar análisis más detallados, por ejemplo, utilizando dispositivos tales como «laboratorios en chips» en las muestras de hielo fundido para buscar biomoléculas, añadió.

Además «siempre está la posibilidad de que podamos encontrar estructuras, algo similar a restos óseos», señala Greenberg.

Dalton añadió que incluso, si los aterrizadores excavan «un metro o algo así, podrían encontrar organismos viables, si es que hay alguno».

Por supuesto, si hay vida en el océano de Europa, no tenemos certeza de si sería subida a la superficie por los procesos geológicos. Por el contrario, si no se observa vida en la superficie de Europa, eso no significa que no la haya en los océanos.

«Mi punto es, ¿por qué esperar para buscar vida en el lugar más difícil de Europa?», dijo Greenberg. «¿Por qué ir primero al lugar más fácil?».

Fuente: Space. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información: