Stephen Hawking habla de Dios, el Big Bang y la nueva física

El físico británico Stephen Hawking dio una charla el fin de semana pasado en el Instituto Perimeter para Física Teórica de Canadá. Habló sobre su vida en la ciencia y sobre sus temas favoritos: tiempo, materia y espacio

Remontándose a sus días como estudiante de postgrado, Stephen Hawking recordó cómo se enfadaron los físicos ante la idea del Big Bang, con sus ecos en el libro del Génesis.

«Uno iba a tener que apelar a la religión —un acto de Dios— para determinar cómo empezó el Universo», así describe Hawking la reacción de los objetores. «En aquellos días, la misma pregunta de si el Universo había tenido un comienzo era controversial», agrega.

Hawking, ahora de 68 años, hizo estas declaraciones el 20 de junio en el prestigioso Perimeter Institute for Theoretical Physics de Waterloo, Ontario, donde pasará seis semanas.

Lamentablemente para algunos, en su presentación, titulada «Atreverse a ir: mi vida en la física», no hizo mención a los temas más populares, como los viajes en el tiempo o los alienígenas, sobre los que ha opinado en el pasado.

Universo burbujeante

En cambio, aprovechó la oportunidad para examinar retrospectivamente los temas de física y de cosmología que han acaparado su atención en los últimos años, desde la naturaleza de los agujeros negros hasta el problema del comienzo del Universo.

La cuestión del Big Bang se resolvió a mediados de la década de 1960 con el descubrimiento de la radiación cósmica de fondo de microondas, el «eco» del Big Bang, que demostró que el Universo había tenido realmente un principio.

Sin embargo, Hawking le recordó a la audiencia que los físicos todavía están tratando de dilucidar el mecanismo preciso del nacimiento explosivo del Universo, y si sólo hay un universo o un gran «multiverso» generado por multitud de explosiones.

«Es posible», dijo Hawking, «que los universos surjan a la vida como surgen las burbujas y el vapor en el agua hirviendo». Algunos de estos universos bebé alcanzan un tamaño crítico, y forman galaxias, estrellas «e incluso seres como nosotros».

Ingredientes clave

«Menos misterioso», aseguró Hawking, «es el tema de fomentar el tipo de pensamiento innovador que lleva a los descubrimientos científicos. La receta es simple: poner juntas a las personas predispuestas en un entorno intelectual inspirador y creativo, y alentarlas a encarar una investigación ambiciosa y oportuna».

Hawking habló de Alemania en la década de 1920, cuando se desarrollaron los fundamentos de la mecánica cuántica, y de Cambridge, Reino Unido, en la década de 1960, cuando se estableció el marco de la cosmología moderna. Luego comparó cortésmente el ambiente del Perimeter Institute con esas potencias innovadoras. «Me parece que los mismos ingredientes se están montando aquí, en Waterloo», dijo.

Para el Perimeter Institute ofrecer resultados de esta magnitud es una tarea difícil. Incluso el director del Instituto, el físico Neil Turok, admitió que juntar mentes brillantes en un lugar es sólo uno de los elementos necesarios: la suerte todavía es un factor que hay que tener en cuenta.
Una consecuencia más palpable de la estadía de Hawking en Canadá es que los científicos locales —especialmente los jóvenes— se sentirán inspirados por su presencia. «Poner a prueba tus ideas con alguien tan perspicaz como Stephen puede ser extremadamente valioso», le dijo Turok a New Scientist.

Hawking tiene una Cátedra de Investigación Distinguida en el Perimeter Institute y se espera que pase algunas semanas allí cada verano. «Estoy esperando, aquí van a pasar grandes cosas», dijo.

Fuente: New Scientist. Aportado por Silvia Angiola

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