Descubren en la profundidad del océano un bizarro gusano-calamar

La ciencia ha revelado un gusano nadador con 10 tentáculos como los calamares, dentro de la serie de extraños descubrimientos que los científicos esperan encontrar en los vastos espacios sin explorar del océano profundo

La nueva anatomía y el análisis genético del gusano-calamar, bautizado Teuthidodrilus samae, ha revelado que es un gusano segmentado —un anélido, como la lombriz de tierra—. Pero su apariencia es mucho más extraña que la de cualquier ente que se arrastre de noche por su patio trasero y que usted haya visto jamás.

El cuerpo aplanado de este animal viscoso es de casi 9 cm. de largo. Cuenta con 25 pares o más de remos blancos translúcidos dispuestos a los lados para nadar, y hasta 10 frágiles apéndices, similares a tentáculos, en su cabeza, que son de la misma longitud de su cuerpo, o más.

La criatura no tiene ojos, explicó la investigadora Karen Osborn, bióloga marina del Instituto Scripps de Oceanografía en La Jolla, California. Para moverse en su entorno se basa en unos órganos que flotan sobre su cabeza para oler, y lo que parecen ser estructuras especializados para el tacto o el olfato en las puntas de sus apéndices.

Fue descubierto en 2007 mediante un robot submarino controlado remotamente, que exploraba las profundas aguas del Mar de Célebes. Este punto hirviente de diversidad se encuentra entre Las Filipinas e Indonesia.

Las aguas profundas del océano son el hábitat más grande de la vida en la Tierra, pero también el menos explorado. Visitar sus profundidades es un formidable desafío debido a su lejanía, vastedad, y la enorme presión, que aplasta.

Los científicos saben muy poco sobre todas estas criaturas que nadan libremente de las profundidades, ya que han demostrado ser bastante difíciles de capturar sin que se dañen los animales o los elementos de pesca que se utilizan para capturarlos. Para recoger este gusano, los investigadores utilizaron a la vez un dispositivo que aspira con suavidad al animal hacia un cubo y un robot maniobrado a distancia que los retura y lleva a grandes recipientes abiertos. Fueron atrapados siete especímenes a una profundidad aproximada de entre 2.000 y 3.000 metros bajo de la superficie del océano y, después de fotografiarlos vivos, fueron llevados a la superficie conservados en una solución de formaldehído.

Basándose en el contenido intestinal y vídeos del gusano-calamar, los investigadores sospechan que se alimentan de «nieve marina», el detritus que cae desde las capas superiores del océano como una lluvia, tal como plancton hundido), “materia fecal, animales muertos, desechos varios», señaló Osborn. «No es precisamente el alimento más atractivo.»

Estos nuevos hallazgos nos muesstran que «hay una enorme variedad de animales notable con adaptaciones únicas al hábitat de profundidad que nunca podríamos haber imaginado hasta que los encontramos», dijo el ecologista marino Bruce Robison del Monterey Bay Aquarium Research Institute en California, que no participó en este estudio. La naturaleza parece ser infinitamente variable, y tratar de que no podamos anticipar todas las vueltas y recodos que va a tomar, opinó.

El gusano-calamar difiere radicalmente de todos los gusanos conocidos. Es un poliqueto, un tipo de anélido espinoso que se encuentra generalmente en ambientes marinos y parece un eslabón perdido entre los poliquetos bentónicos que viven en el fondo marino y los pelágicos de mucho más arriba.

Aunque sólo se conoce una especie de gusano-calamar hasta la fecha, los científicos esperan que se descubran más especies en poco tiempo más. También suponen que fue vista una especie similar por un sumergible en la costa oeste de la India en 2004, a una profundidad aproximada de unos 1.000 metros.

Osborn y sus colegas detallaron sus hallazgos en la revista Biology Letters.

Fuente: Physorg. Aportado por Eduardo J. Carletti


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