Impactos masivos pueden haber elevado la temperatura del antiguo Marte

Los impactos cósmicos que alguna vez bombardearon Marte podría haber producido un ascenso de las temperaturas en el planeta rojo en los tiempos antiguos, lo suficiente como para poner el calentamiento de la superficie en un curso fuera de control, dicen los investigadores

Según los científicos, estos descubrimientos podrían ayudar a explicar cómo es que este mundo frío y seco podría haber sostenido alguna vez el agua líquida y condiciones potencialmente favorables para la vida.

Los cráteres más grandes que aún son visibles en Marte se crearon hace alrededor de 3.700 a 4.100 millones de años. Por ejemplo, la cuenca del Argyre —un cráter de unos 1.140 kilómetros de extensión creado por un cometa o un asteroide de 100 a 200 km de diámetro— se piensa que tiene una antigüedad de 3.800 a 3.900 millones de años.

El origen de estos inmensos cráteres coincide aproximadamente con el momento en que, al parecer, se formó la ramificada red de valles marcianos. El impacto que creó la cuenca Argyre habría liberado una cantidad extraordinaria de energía, mucho más que cualquier bomba hecha por la humanidad, incluyendo el asteroide que se sospecha puso fin a la era de los dinosaurios hace 65 millones de años.

Habría sido una explosión con una energía del orden de 1026 julios, o 100.000 millones de megatones de TNT. En total, los científicos han calculado que estas gigantescas colisiones habrían elevado las temperaturas de la superficie en Marte en cientos de grados.

¿Calentamiento a largo plazo en Marte?

Estos investigadores encontraron ahora que el calentamiento podría no haber sido fugaz. En cambio, el calentamiento podría haber seguido un curso descontrolado, empujando a Marte a un estable estado caliente de larga duración.

Es más común que se asocie con Venus la idea de un calentamiento desbocado. Los científicos creen que la proximidad del planeta con el Sol calentó su agua, haciendo que se acumulara en la atmósfera de Venus en forma de vapor. El agua es un gas de efecto invernadero, atrapando el calor del Sol, lo que habría vaporizado aún más agua, dando lugar a un efecto invernadero desbocado que, al parecer, hizo hervir todos los océanos de Venus.

La luz ultravioleta habría divido luego esa agua en la atmósfera en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno escapó hacia el espacio, el oxígeno quedó atrapado en las rocas del planeta, y el resultado final fue un Venus completamente seco.

Los investigadores señalan que los múltiples impactos gigantes que Marte experimentó podrían haber calentado lo suficiente el planeta como para enviar grandes cantidades de gases de efecto invernadero, agua y dióxido de carbono, al aire. Sus modelos por ordenador sugieren que podría haber habido suficiente cantidad de estos gases en la atmósfera marciana como para desencadenar un efecto invernadero descontrolado de larga duración.

El impacto que creó la cuenca de Argyre podría haber sido por sí solo lo suficientemente grande como para desencadenar una reacción en cadena. Otros impactos que podrían haber empujado a Marte hacia un efecto invernadero desbocado son los que crearon las cuencas Isidis y Hellas.

«Cualquier planeta terrestre, incluyendo Venus, la Tierra, o incluso exoplanetas, puede haber experimentado un clima de efecto invernadero descontrolado temporal o permanente causado por impactos», le dijo a Astrobiology Magazine la investigadora Teresa Segura, científica planetaria en la empresa comercial de satélites espaciales Space Systems/Loral en Palo Alto, California.

Es posible que algunos impactos de cometas podrían haber entregado, incluso, más gases de invernadero a la atmósfera al vaporizarse. Sin embargo, «la energía cinética es de mayor importancia», dijo Segura.

Los investigadores hacen notar que durante la fase de efecto invernadero descontrolado, Marte en realidad habría sido demasiado caliente para que el agua se mantuviese líquida en su superficie. Sin embargo, este calor disminuyó con el tiempo; la luz ultravioleta podría haber causado que la atmósfera marciana perdiera su agua del mismo modo que le ocurrió a Venus, lo que llevó al planeta rojo a enfriarse.

Un Marte más húmedo

Después de que terminaron las condiciones del efecto invernadero descontrolado, pero antes de que Marte se volviese muy fría como para que exista agua líquida en su superficie, el planeta podría haber permanecido húmedo durante mucho tiempo como para poseer «un ciclo hidrológico, con lluvias prolongadas y redes de valles, así como lagos en la superficie», dijo Segura.

Sigue siendo incierto cuán extensa fue esta situación fuera de control o cuánto podría haber durado el período húmedo posterior, pero investigaciones anteriores sugieren que el clima cálido pudo haber durado por lo menos unos siglos, señaló.

Futuras investigaciones podrán analizar qué efectos podrían tener los impactos cósmicos sobre el clima de Venus, los exoplanetas y la Tierra. Aunque los impactos podrían muy bien ser capaces de causar un efecto invernadero desbocado ahora, «la magnitud del impacto requerida es mucho mayor que lo que tiene que preocuparnos por ahora», dijo Segura.

Es decir, si nuestro planeta fuese golpeado por un impacto lo suficientemente grande como para crear la cuenca Argyre, probablemente no quedaría nadie en la Tierra como para preocuparse acerca de cualquiera de los posibles efectos de la colisión en el clima.

Segura y sus colegas Christopher McKay y Owen Toon detallaron sus hallazgos en línea en la revista Icarus.

Este artículo pertence a la revista Astrobiology Magazine, una publicación basada en la web patrocinada por el programa de astrobiología de la NASA.

Fuente: Space. Aportado por Eduardo J. Carletti

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