El primer sistema multiplanetario que orbita alrededor de dos soles

Científicos de la Universidad Estatal de San Diego (EEUU) anunciaron este miercoles en Pekín el descubrimiento por la misión espacial Kepler del primer sistema circumbinario y multiplanetario, en el que más de un planeta orbita alrededor de dos soles

El descubrimiento, hecho público en la XXVIII Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI) en la capital china, «muestra que sistemas planetarios pueden formarse y sobrevivir incluso en el caótico medio alrededor de una estrella binaria», según los científicos de la universidad californiana, liderados por el astrónomo Jerome Orosz.

Las dos estrellas del nuevo sistema, bautizado como «Kepler-47» y situado a 5.000 años luz en la constelación del Cisne, orbitan una alrededor de la otra cada 7 días y medio; una de ellas es similar en tamaño al Sol, mientras que la otra tiene un volumen tres veces menor y es 175 veces más débil.

En cuanto a los dos planetas, el que orbita más cerca de las dos estrellas (algo que lleva a cabo cada 49 el más pequeño de los que se conocen orbitando en un sistema circumbinario.

El segundo planeta es ligeramente mayor a Urano y tarda en orbitar los dos «soles» de Kepler-47, 303 días, por lo que se le considera en una «zona habitable», es decir, que tiene unas condiciones similares a la Tierra y por tanto podría tener agua en su superficie (el primer paso para la posible existencia de vida).

«Aunque el (segundo) planeta es probablemente un ‘gigante de gas’ y por tanto no adecuado para la vida, su descubrimiento muestra que los planetas circumbinarios (aquellos que giran alrededor de dos estrellas) pueden existir, y existen, en zonas habitables», señaló la universidad autora del descubrimiento, que también se publicó hoy en la revista científica «Science».

Hasta ahora se habían hallado cuatro sistemas de planetas girando alrededor de dos estrellas (los Kepler-16, 34, 35 y 38), pero éste es el primero con más de un planeta.

Aunque más difíciles de descubrir que los más comunes sistemas de una sola estrella, «la rica dinámica y los fuertes cambios climáticos (en ellos) hacen que su hallazgo valga la pena», señaló la universidad en el comunicado.

«Hemos aprendido que los planetas circumbinarios pueden ser como los de nuestro Sistema Solar, pero con dos soles», comentó al anunciarse el hallazgo Joshua Carter, coautor del estudio y experto del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics.

Hallar otros lugares aptos para la vida

Los asistentes a la Asamblea General de la UAI, que se celebra por primera vez en China tras 90 años de historia de esta convención, valoraron muy positivamente los avances en la búsqueda de planetas fuera de nuestro Sistema Solar como primer paso para, a largo plazo, hallar otros lugares aptos para la vida.

«Se quiere buscar planetas cada vez más parecidos a la Tierra», señaló a Efe el astrofísico David Montes, de la Universidad Complutense de Madrid y asistente a la asamblea, quien explicó que los avances actuales «permiten buscar planetas cada vez más pequeños» (los primeros que se detectaron eran del tamaño de Júpiter, menos aptos para la vida).

Montes recordó que aparte del observatorio espacial Kepler, lanzado por la NASA estadounidense, en el futuro puede apoyar esta búsqueda de «Tierras» en otros mundos el proyecto Cármenes, un espectrógrafo infrarrojo que funcionará en el observatorio astronómico hispano-alemán de Calar Alto (Almería).

El coordinador de proyectos del Instituto de Astrofísica de Canarias, Valentín Martínez Pillet, señaló que estos descubrimientos de otros planetas en otras estrellas, junto al estudio del propio Sistema Solar, van por buen camino, y predijo que el hallazgo de vida en otros planetas podría llegar a mediados de siglo.

«Se hará con alguna misión que se lanzará no antes de 2030 o 2040. En ese periodo de 10 años es posible que la NASA, la Agencia Espacial Europea o ambas combinadas lancen una misión que permita encontrar moléculas orgánicas en la atmósfera de otros planetas», destacó a Efe el experto.

Fuente: Sinc. Aportado por Eduardo J. Carletti

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