El cerebro se adapta a las mejoras con prótesis

Cuando uno se cepilla los dientes, el cepillo de dientes puede llegar a convertirse en parte del brazo; al menos en lo que el cerebro se refiere. Esta es la conclusión de un estudio que muestra la percepción del cambio de longitud del brazo después de que las personas manejan una herramienta mecánica

El cerebro mantiene un mapa físico del cuerpo, y existen diferentes áreas a cargo de diferentes partes del cuerpo. Los investigadores dicen que cuando usamos las herramientas, nuestros cerebros las incorpora en este mapa.

Para probar la idea, Alessandro Farne, de la Universidad de Claude Bernard en Lyon, Francia, y sus colegas, unieron una herramienta de sujección al brazo de 14 voluntarios. Los sujetos modificados, a continuación, utilizaron esta herramienta para recoger objetos fuera de su alcance.

Poco después, los voluntarios sintieron los toques en sus codos y punta de los dedos como si estuviesen más lejos de sus cuerpos de lo que realmente lo estaban y les tomó más tiempo señalar o agarrar objetos con la mano que antes de utilizar la herramienta.

La explicación, dice el equipo, es que su cerebro había ajustado aquellas zonas del cerebro que normalmente controlan el brazo para tener en cuenta la herramienta, y luego tardaron algo en reajustar para volver a la normalidad.

«Esta es la primera evidencia de que el uso de herramientas cambia el [mapa del] cuerpo», dijo Farne.

Farne dice que el mismo tipo de «plasticidad» cerebral puede estar implicada en recuperar el control de una mano que le fue trasplantada, o de una prótesis, cuando se ha perdido la original.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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