La partícula Higgs podría significar la perdición, a menos que nos salve la supersimetría

¿Es el bosón de Higgs un heraldo del Apocalipsis? Esa es la sugerencia detrás de una teoría, desarrollada hace más de 30 años, nueva en los titulares de esta semana. Según los físicos, la masa de la partícula de Higgs, si es como se anunció el pasado verano, espalda la idea de que nuestro universo se tambalea al borde de la estabilidad, como un lápiz en equilibrio sobre su punta

«Puede ser que el universo en que vivimos sea inherentemente inestable», dijo Joseph Lykken, del Fermi National Accelerator Laboratory en Batavia, Illinois, el lunes en una reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. «En algún momento, a miles de millones de años a partir de ahora, todo será eliminado».

Los físicos han llamando la atención sobre este escenario desde 1982, cuando los teóricos Michael Turner y Frank Wilczek publicaron un artículo al respecto en la revista Nature, señala NBC News. Ellos demostraron que el vacío del espacio puede estar en diferentes estados de energía, y ser más estable en su nivel más bajo de energía. Surgen problemas si no estamos en ese valor aún, y estamos habitando temporalmente un estado estable que en última instancia deberá derrumbarse.

«El universo busca estar en un estado diferente, por lo que hay que darse cuenta de que al final aparecerá en alguna parte una pequeña burbuja de lo que se podría considerar como un universo alternativo, y se extenderá y nos destruirá», dijo a Lykken en la AAAS.

He aquí el bosón de Higgs, la forma de partícula del campo que da masa a varias partículas fundamentales. El campo de Higgs permea el vacío del espacio, es decir, la masa del bosón y la estabilidad del vacío se entrelazan estrechamente. La teoría predice que si el bosón de Higgs es más pesado que 129 gigaelectronvoltios (GeV), el universo ha de estar en una posición estable.

Pero en julio de 2012 los físicos del CERN, cerca de Ginebra, Suiza anunciaron que habían encontrado una partícula muy similar a la de Higgs en los experimentos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). La muy celebrada partícula tiene una masa de aproximadamente 126 GeV; suficientemente liviana para aumentar los temores de inestabilidad.

Aún hay esperanza para el universo tal como lo conocemos. Algunos teóricos señalan que la relación entre la masa del Higgs y el vacío del espacio depende de la masa de una partícula llamada quark arriba. Si la masa del quark arriba es diferente de lo que hoy pensamos que es, reina la estabilidad.

También hay anomalías en la medición de Higgs, como el hecho de que se descompone en fotones más a menudo de lo previsto. Lo cual insinúa que aún podemos encontrar partículas dentro de la teoría de la supersimetría, que dice que cada partícula común tiene «supercompañeras» más pesadas. Si el bosón de Higgs tiene un pariente, puede salvarnos de la destrucción. Pero algunas de estas partículas predichas, en particular las supercompañeras del quark top, pueden empujar al universo de nuevo en la inestabilidad.

Las preocupaciones pueden permanecer sin confirmación por un tiempo. El LHC se está cerrando para un descanso de dos años durante el cual los ingenieros podrán preparar la máquina para lanzar haces de partículas de energía más elevada, que es lo que se necesita para sondear las supercompañeras.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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