La pérdida de hielo en la Antártida produce rápidos movimientos del subsuelo a 400 km por debajo

En la superficie, la Antártida es un inmóvil y helado paisaje. Sin embargo, una nueva investigación ha demostrado que cientos de kilómetros bajo tierra se está moviendo a un ritmo rápido

El estudio, dirigido por la Universidad de Newcastle, Reino Unido, y publicado esta semana en Earth and Planetary Science Letters, explica por primera vez por qué el movimiento hacia arriba de la corteza de la Tierra, en el norte de la Península Antártica, se está produciendo con tanta rapidez.

En estudios previos se ha demostrado que, en un «rebote», la tierra se está recuperando, debido a que la capa de hielo que la cubre decrece en respuesta al cambio climático. Se entiende que este movimiento del subsuelo se debe a una respuesta elástica inmediata, seguida de una elevación muy lenta a lo largo de miles de años.

Pero los datos GPS recogidos por el equipo internacional de investigación, con la participación de expertos de la Universidad de Newcastle, Reino Unido; Universidad de Durham; DTU, Dinamarca; Universidad de Tasmania, Australia; Hamilton College, de Nueva York; la Universidad de Colorado y la Universidad de Toulouse, Francia; han revelado que la tierra en esta región en realidad está creciendo a un ritmo fenomenal de 15 mm al año; mucho mayor de lo se puede explicar sólo por la respuesta elástica actual.

Y han demostrado por primera vez cómo el manto por debajo de la corteza de la Tierra, en la Península Antártica, está fluyendo mucho más rápido de lo esperado, probablemente debido a los cambios sutiles en la temperatura o la composición química. Esto significa que puede fluir con mayor facilidad y así responde mucho más rápido al aligeramiento de la carga a cientos de kilómetros por encima de ella, cambiando la forma del terreno.

La investigadora principal, la estudiante de doctorado Grace Nield, con sede en la Escuela de Ingeniería Civil y Geociencias de la Universidad de Newcastle, explica: «Uno esperaría que este rebote se produzca a lo largo de miles de años, y en su lugar hemos podido medirlo en poco más de una década. Casi se puede ver cómo sucede, lo cual es simplemente increíble.

«Debido a que el manto es ‘fluido’ por debajo de la Península Antártica Norte, responde mucho más rápidamente a lo que está sucediendo en la superficie. Así que mientras los glaciares se reducen y disminuye la carga en esa zona localizada, el manto empuja la corteza.

«Por el momento, sólo hemos estudiado la deformación vertical, por lo que el siguiente paso es observar el movimiento horizontal causado por el retiro de la carga de hielo, para conseguir más de una imagen 3-D de la forma en que la Tierra se está deformando, y utilizar otros datos geofísicos para entender el mecanismo del flujo».

Desde 1995, se han derrumbado varias plataformas de hielo en la Península Antártica Norte, provocando descargas masivas de hielo, lo que causa que la tierra sólida recupere posiciones.

«Piense en esto un poco como una pieza elástica alargada», dice Nield, cuyo proyecto es financiado por el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural (NERC). «El hielo está ejerciendo presión sobre la tierra y, cuando este peso se reduce la corteza se reubica. Pero lo que encontramos cuando comparamos la pérdida de hielo con el levantamiento notamos que no correspondía: algo más está sucediendo y está empujando la tierra sólida a un ritmo fenomenal».

Clasificando datos de siete estaciones de GPS ubicadas en toda la Península del Norte, el equipo encontró que el rebote es tan rápido que la viscosidad del manto superior —o la resistencia a fluir— tendría que ser por lo menos diez veces inferior a la prevista anteriormente para la región, y mucho más baja que en el resto de la Antártida.

El profesor Peter Clarke, profesor de geofísica en la Universidad de Newcastle Geodesia y uno de los autores del trabajo, agrega: «Ver este tipo de deformación de la tierra a un ritmo tal no tiene precedentes en la Antártida. Lo que es particularmente interesante aquí es que podemos en verdad ver el impacto que está teniendo la reducción del glaciar en las rocas [ubicadas] 400 kilómetros hacia abajo».

 

 

Más información: «Rapid bedrock uplift in the Antarctic Peninsula explained by viscoelastic response to recent ice unloading.» Grace A. Nield, Valentina R. Barletta, Andrea Bordoni, Matt A. King, Pippa L. Whitehouse, Peter J. Clarke, Eugene Domack, Ted A. Scambos, Etienne Berthier. Earth and Planetary Science Letters. A publicarse en Vol. 397, 1 de julio de 2014.

Fuente: Physorg. Aportado por Eduardo J. Carletti

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