Laboratorio portátil permitirá a la policía científica analizar de forma inmediata la escena de un atentado

Las fuerzas de seguridad europeas podrían contar pronto con un nuevo aliado tecnológico para agilizar la investigación de atentados terroristas y otros crímenes. Se trata de un laboratorio forense portátil que permitirá a la policía científica analizar de forma inmediata la escena de un atentado y transmitir los resultados a otro lugar para que sus colegas puedan consultar todos los datos disponibles en pocos minutos

Entre otras funciones, genera una imagen en 3D del escenario, registra digitalmente todas las pruebas recogidas y es capaz de detectar, analizar e identificar allí mismo restos de explosivos, plásticos y componentes electrónicos, como los que podrían formar parte del detonador de una bomba.

Este laboratorio móvil, llamado ForLab (Post Blast Forensic Laboratory), está siendo desarrollado desde hace tres años por un consorcio de empresas europeas lideradas por la española Indra. Con la financiación de este proyecto, que está a punto de completarse y cuenta con un presupuesto de cuatro millones de euros, la Unión Europea pretende fomentar el desarrollo de tecnologías que ayuden a los cuerpos de seguridad a luchar contra el terrorismo. Los recientes atentados de París y la operación policial en varias ciudades de Bélgica en la que se desarticuló un comando que planeaba actuar de forma inminente, han vuelto a poner de manifiesto que es una de las mayores preocupaciones para la UE.

«Cuando hay un atentado la policía trabaja con mucha presión, tanto para que puedan empezar a ofrecer información sobre lo que ha ocurrido, como para que el escenario donde se ha producido vuelva a la normalidad», explica durante una entrevista Javier Hernández, ingeniero de Indra y coordinador del proyecto ForLab. «El objetivo es ayudar a la policía a conseguir la mejor información posible en el menor tiempo posible, y que puedan reducir la cantidad de material que envían al laboratorio», añade.

«Necesitamos que los equipos que usamos nos den una respuesta rápida y fiable», señala por teléfono el inspector José Antonio Rodríguez Pascual, jefe del grupo de la sección de inspecciones oculares de la Comisaría General de Policía Científica. «No somos meros recolectores de pruebas. Estudiamos toda la escena desde el punto de vista criminalístico para tener una visión de conjunto», explica Rodríguez, uno de los agentes del Cuerpo Nacional del Policía que ha colaborado con los ingenieros del consorcio ForLab en el desarrollo de este laboratorio móvil.

Genera una imagen en 3D del escenario, que se puede mandar a un centro de control situado en otro lugar

«Nos ocupamos de atentados, crímenes de todo tipo cometidos con distintos tipos de armas o casos en los que haya habido un delito violento. También analizamos escenarios tras un incendio», añade este agente.

Las empresas de este consorcio han trabajado con miembros de los cuerpos de policía de España, Francia,Italia y Finlandia, que han ido probando los sistemas y sugiriendo mejoras. «Al inicio, la policía francesa nos pidió que se hiciera una simulación de un atentado en una oficina de Francia para que viéramos cómo es la escena en una situación así»», recuerda Javier Hernández.

Rodríguez, que lleva 24 años trabajando como policía científico, destaca lo mucho que ha evolucionado la tecnología a la hora de analizar la escena en la que ha ocurrido un atentado terrorista o cualquier delito violento que requiera su participación. «La recogida de muestras de ADN supuso un cambio radical para nuestras investigaciones. Parece que llevamos toda la vida haciéndolo, pero es una tecnología de la que disponemos desde los años 90″, señala este inspector.

Luces forenses que permiten distinguir fluidos o detectar huellas de pisadas invisibles al ojo humano, cámaras con tecnología 3D y otros instrumentos que series como CSI han dado a conocer al público, les ayudan a procesar mejor la escena de un crimen. Pero sigue siendo una tarea muy laboriosa durante la que se suelen tomar multitud de muestras para ser enviadas al laboratorio: «Cuando hay un atentado, primero tomamos muestras del cráter, es decir, la zona donde creemos que estaba el explosivo. El análisis puede tardar varias horas o días», explica.

Detección de explosivos en un minuto

Una de las novedades de este laboratorio portátil es que incluye un detector de explosivos (LIBS-RAMAN), que puede llevarse en una mochila o en una pequeña maleta, y que permite determinar en un minuto qué tipo de explosivo se ha usado o averiguar si una persona ha manipulado munición o explosivos recientemente. «Uno de los aspectos que más nos interesan es que podemos ir añadiendo al programa los nuevos explosivos que vayan incorporando las organizaciones terroristas», destaca el policía. Además de ofrecer pistas sobre la autoría del atentado, permite reducir el número de muestras que se llevan al laboratorio. «Para nosotros supondría un gran cambio. Podemos saturar menos los laboratorios, lo que también reduciría el costo».

Registra en forma digital todas las pruebas recogidas por cada agente, mejorando la cadena de custodia

Otros instrumentos con los que cuenta ForLab son el llamado Sistema de Fluorescencia Inducida Láser, para detectar polímeros y plásticos en suelos y paredes, y el NLJD, un detector de pequeños restos electrónicos parecido a un detector de metales.»Este laboratorio resultaría muy útil en escenarios como el del atentado en la T4 del aeropuerto de Barajas [en 2006], en el que había grandes cantidades de escombros», apunta Hernández, que afirma que no saben aún cuánto costaría una de estas unidades móviles.

 

 

A finales de enero evaluarán de nuevo el sistema en el Centro de Practicas del Cuerpo Nacional de Policía en Linares (Jaén). Las pruebas consistirán en simular tres escenarios después de una explosión. Una vez que se introduzcan las mejoras que se propongan y concluya el proyecto, serán los países los que decidan si adquieren este laboratorio forense móvil para que sea utilizado por sus cuerpos de policía.

Fuente: El Mundo, Forlab Projet y otros sitios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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