Los cúmulos de estrellas podrían albergar civilizaciones tecnológicas de larga vida

La investigadora que presenta el estudio califica la situación como una oportunidad para buscar emisiones u otras señales tecnológicas de civilizaciones inteligentes en estos cúmulos. Miembros del SETI consideran interesante la posibilidad de apuntar sus antenas a estas agrupaciones

Si se pueden formar planetas habitables dentro de los cúmulos globulares, serían buenos hogares para las civilizaciones avanzadas que se comunican entre sí y viajan entre las estrellas.

Los cúmulos globulares son grupos densos de estrellas, con cerca de un millón de soles empaquetados en esferas de unos 100 años luz de diámetro. Se formaron temprano en la historia de la Vía Láctea, hace unos 10.000 millones de años. Anteriormente, los astrónomos habían descartado la posibilidad de que pudiesen albergar planetas habitados, porque sus antiguas estrellas carecen de los elementos pesados necesarios para la formación de planetas, y porque la proximidad de las estrellas vecinas podría desestabilizar las órbitas de los planetas que se pudiesen formar.

Pero de acuerdo con un nuevo modelo de computadora, estos grupos poseen un «punto dulce» donde pequeñas estrellas pueden retener a los planetas en sus zonas habitables, donde las temperaturas son perfectas para el agua líquida y quizás para la vida. Estas estrellas están tan cerca que unas hipotéticas civilizaciones no tendrían que ir tan lejos para viajar entre las estrellas como deberían hacerlos los seres humanos.

Apretujadas

«En esta región, pueden sobrevivir sistemas planetarios en zonas habitables de sus estrellas», dice Roseanne Di Stefano, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica), quien presentó el trabajo en una reunión de la Sociedad Astronómica Americana (American Astronomical Society) en Kissimmee, Florida esta semana. «Y además, es lo suficientemente densa que puede facilitar el viaje interestelar.»

Actualmente sabemos de un solo planeta unicado dentro de un cúmulo globular, en el cúmulo conocido como M4 (Messier 4). Pero eso podría deberse, en parte, a que los planetas son difíciles de encontrar en medio del resplandor brillante de las abarrotadas estrellas, dice Di Stefano.

Su equipo también señala que existen planetas alrededor de estrellas que tienen sólo una décima parte de la cantidad de elementos pesados que lo que tiene el Sol, y mientras que los gigantes hinchados como Júpiter tienden a formarse alrededor de estrellas ricas en metales, no se observa la misma preferencia para los planetas del tamaño de la Tierra.

Sus simulaciones indican que en el «punto dulce», los planetas habitables de la zona podrían permanecer en órbitas estables que permitan la vida alrededor de sus estrellas anfitrionas, resistiendo los tirones gravitacionales de otras estrellas cercanas.

Las estrellas que quedan en la actualidad en los cúmulos globulares son de masa reducida, lo que significa que viven despacio y mueren de viejas. Esa longevidad podría dar una oportunidad a la vida de obtener un punto de respaldo y luego evolucionar durante largos períodos de tiempo, lo que podría desarrollar la tecnología avanzada.

 

 

Viaje a las estrellas

Cualquier civilización residente conocedora de la tecnología podrían embarcarse al espacio para establecer puestos de avanzada en sistemas cercanos, o tratar de comunicarse con los demás (si es que existen) en escalas de tiempo cortas.

En un espacio lleno de gente, un mensaje enviado por alienígenas que viven alrededor de una estrella a su vecino estelar más cercano llegaría en apenas dos semanas. Si quisieran hacer un viaje de ida a la estrella más cercana al 1 por ciento de la velocidad de la luz, el viaje tomaría sólo 4,2 años.

Di Stefano lo califica como una oportunidad para buscar emisiones u otras señales tecnológicas de civilizaciones inteligentes.

Jill Tarter, el ex jefe de la investigación de SETI en el Instituto SETI en Mountain View, California, considera que esta es una posibilidad. «Hay sólo una pequeña cantidad de cúmulos globulares, están más cerca que las galaxias, y encajan en el campo de visión del Allen Telescope Array«, dice, refiriéndose a los telescopios caza alienígenas dedicados del Instituto en Hat Creek, California. «No sería un proyecto enorme observar a todos los que están visibles desde Hat Creek, y ver lo que hay.»

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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