Paramount denuncia un caso de piratería con una impresora 3D

Un particular reprodujo el cubo que aparece en el filme ‘Super 8’ para su uso personal y sin ánimo de venderlo

En el filme Super 8, de J.J. Abrams, juegan un papel importante unos misteriosos cubos de procedencia alienígena. Un fan de la película quiso tener una copia en casa. Creó un modelo en un programa de diseño asistido por ordenador y lo envió a un servicio de Internet que imprime el diseño en 3D.

La productora del filme, Paramount, ha enviado una demanda de cese y desistimiento contra el citado intermediario para que deje de reproducir en su servicio de impresión 3D bajo demanda el citado cubo porque los derechos de mercadotecnia del objeto pertenecen a una compañía. Se trata de una denuncia por piratería de una reproducción en 3D.

La denuncia llegó apenas 18 horas después de que el cubo fuera reproducido en una impresora de tres dimensiones.

El cliente explica en su blog que no tiene intención de pelearse con los abogados de Paramount y que no tenía intención de vender esta copia ni de producir futuras réplicas. Se trataba de una copia para su disfrute. El internauta explica que hay una compañía que tiene la licencia de estos cubos y que debe ser ella la encargada de comercializarlo.

Este episodio, sin embargo, abre un nuevo espacio para los litigios sobre propiedad intelectual. Hasta ahora, las demandas se centraban en copias digitales de canciones o películas. Desde que la tecnología permite la reproducción doméstica de un objeto… ¿deberá repensarse la legislación sobre copia privada?

Argumento de Super 8

Ohio, 1979. Un grupo de seis niños pretenden hacer una película casera de zombies con una cámara Super 8. Una noche en que filman una escena en una estación de trenes en el campo, un tren se aproxima desde la lejanía. Y de forma totalmente imprevista, llega un coche y su conductor aparca en mitad de las vías, haciendo que el tren entero descarrile y se haga pedazos. Los muchachos no sufren daño alguno, pero a distancia llegan a ver algo sorprendente: de entre uno de los vagones de carga desplomados emerge algo, algo enigmático y peligroso que no es humano.

Muy pronto, el pueblo de los muchachos será ocupado por fuerzas militares que vigilarán las calles, las afueras y los restos del desastre sin revelar qué es lo que buscan. Sin embargo, muy pronto empiezan a suceder fenómenos extraños en el lugar: los animales domésticos parecen querer huir, el suministro eléctrico de las calles se dispara de improviso y, finalmente, empiezan a desaparecer personas. Las autoridades del lugar exigen una explicación a los militares, pero estos se niegan a divulgar nada. Entonces, los muchachos se plantean si la cámara que llevaban aquella noche puede haber captado algo…

Fuente: El País. Aportado por Eduardo J. Carletti

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