Robot controlado por células del cerebro humano

New Scientist se ha enterado de que pronto, en un laboratorio británico, estará rodando un robot controlado por células de cerebro humano

Kevin Warwick y Ben Whalley, de la Universidad de Reading, Reino Unido, ya han utilizado células de cerebro de rata para controlar un robot simple con ruedas.

Unas 300.000 neuronas de rata crecidas en un cultivo, que producían picos de actividad eléctrica, se conectaron a la salida de los sensores de distancia del robot. Las neuronas demostraron ser capaces de dirigir el robot por un pequeño recinto (ver el vídeo bajo).

El equipo dice que, observando cómo su cultivo de neuronas responde a los estímulos, se podría mejorar la comprensión que tenemos de las enfermedades neurológicas como la epilepsia. Por ejemplo, la manera en que una gran cantidad de neuronas produce un pico simultáneo —un fenómeno conocido como «estallido»— puede ser similar a lo que sucede durante una crisis epiléptica. Si ese comportamiento se puede alterar al cambiar el estado químico, eléctrico o físico del cultivo, esto serviría para indicar posibles terapias.

Para hacer que el sistema sea un mejor modelo de las enfermedades humanas, una vez que haya terminado el trabajo actual con las células de rata se conectará al robot un cultivo de neuronas humanas. Esta será la primera vez que se usan células humanas para controlar un robot.

VIDEO: ESPERE UN MOMENTO MIENTRAS SE CARGA

Uno de los objetivos es investigar las diferencias en el comportamiento de los robots controlados por neuronas de rata y de humano. «Vamos a tratar de averiguar si los aspectos de aprendizaje y de memoria parecen ser similares», dice Warwick.

Warwick y sus colegas pueden proceder tan pronto como estén preparados, ya que no necesitarán una aprobación ética específica para utilizar una línea celular de neuronas humanas.Esto es porque los cultivos están disponibles para la compra y «el lado ético del origen es cumplido en la empresa en donde se compran», dice Whalley.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información: