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Enanas rojas cercanas podrían revelar secretos de los planetas

Un descubrimiento accidental de una colección de jóvenes estrellas enanas rojas cercanas a nuestro sistema solar podría darnos una rara visión en cámara lenta de la formación de planetas

Astrónomos de la Universidad Nacional de Australia (ANU) y la UNSW Canberra encontraron grandes discos de polvo alrededor de dos de estas estrellas, signos reveladores de planetas en el proceso de formación.

«Creemos que la Tierra y todos los demás planetas se formaron a partir de discos de este tipo, por lo que es fascinante ver lo que puede ser en nuevo sistema solar evolucionando», dijo el investigador principal, el Dr. Simon Murphy, de la Escuela de Investigación ANU de Astronomía y Astrofísica.

«Sin embargo, otras estrellas de esta edad por lo general ya no tienen discos. Los discos de enanas rojas parecen durar más que los de las estrellas más calientes, como el Sol. No entendemos por qué», dijo el Dr. Murphy.

El descubrimiento de objetos como estos dos desafían a las teorías actuales sobre la formación de planetas, dijo el coautor, profesor Warrick Lawson de UNSW Canberra. «Sugiere el proceso de formación de planetas puede perdurar mucho más que lo que antes se pensaba», dijo

Estas enanas rojas también pueden albergar planetas que ya se hayan formado a partir de los discos de polvo, dijo el Dr. Murphy. «Creo que muchos de los telescopios se volverán hacia ellas en los próximos años para buscar planetas.»

Lo que reveló que las enanas rojas tienen discos alrededor de ellas fue un brillo inusual en el espectro infrarrojo de las estrellas. Aunque los discos no se han observado directamente, el Dr. Murphy dijo que estas enanas rojas cercanas ofrecen una buena oportunidad de observar un atisbo directo poco frecuente de un disco, o incluso de un planeta, utilizando telescopios especializados.

«Debido a que son más débiles que otras estrellas y no hay tanto fulgor, las jóvenes enanas rojas son lugares ideales para distinguir directamente planetas recién formados», dijo.

Nuestra capacidad para detectar estas débiles estrellas ha mejorado notablemente en las últimas décadas, revelando una gran cantidad de información, dijo el profesor Lawson. «Hace menos de 20 años, la noción de que la parte más cercana de la galaxia estaba llena de estrellas jóvenes ara algo completamente novedoso», dijo.

 

 

«La mayoría de estos objetos se encuentran en el cielo del sur, y por lo tanto son los más visitados por los telescopios en el hemisferio sur, incluyendo los operados por la ANU y Australia en general.»

La nota anterior se reproduce a partir de los materiales proporcionados por la Universidad Nacional de Australia.

Fuente: Science Daily. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Descubren el primer sistema estelar quíntuple, con dos binarias eclipsantes

Descubrieron el primer sistema que se compone de cinco estrellas. Mientras una de ellas se mueve libremente, las otras cuatro forman un sistema binario y un sistema binario de contacto

Científicos de la Open University descubrieron el primer sistema estelar quíntuple, con dos estrellas binarias eclipsantes. Un tercio de las estrellas se disponen en sistemas, pero una agrupación de cinco es algo insólito

El estudio fue presentado por Marcus Lohr en la Reunión Nacional de Astronomía (National Astronomy Meeting) en Venue Cymru, Llandudno, Gales, Reino Unido.

Este sistema estelar fue detectado en los datos archivados del Proyecto SuperWASP (Wide Angle Search for Planets = Busqueda de Planetas en Gran Angular), que se vale de cámaras relativamente pequeñas y de bajo costo. El Proyecto SuperWASP tiene base en las Islas Canarias y Sudáfrica y su función es tomar imágenes de todo el cielo cada pocos minutos.

Durante muchos años, sus mediciones del brillo de las estrellas individuales se han reunido en curvas de luz —gráficas del brillo en el tiempo— de unos 30 millones de fuentes en la Vía Láctea.

Unos pequeños bajones regulares en una curva de luz pueden revelar la presencia de planetas orbitando otras estrellas cuando cruzan (transitan) frente a su estrella anfitriona. SuperWASP, que comenzó a operar en el 2003, ha tenido un gran éxito en la búsqueda de estos exoplanetas. También se puede utilizar estas curvas de luz para descubrir estrellas binarias eclipsantes, un par de estrellas que orbitan alrededor de su centro común de gravedad en nuestra línea de visión.

Desde la Tierra, cada estrella pasará por delante de su compañera una vez en cada órbita y eclipsará algo de su luz, o lo hará totalmente. Esto produce un patrón regular de pares de descensos de señal en la curva de luz del sistema binario, cuya amplitud y formas indican características de las propiedades físicas de las dos estrellas.

La curva de luz del nuevo sistema quíntuple, designado como 1SWASP J093010.78 + 533859.5, reveló al principio la presencia de una binaria eclipsante de contacto: un sistema en el que las dos estrellas orbitan tan cerca que comparten una atmósfera. Las binarias de contacto son bastante comunes, pero este sistema en particular es remarcable porque su período orbital —el tiempo que las dos estrellas tardan en completar el ciclo de su órbita— es muy breve, de poco menos de seis horas.

Entonces se observó que la curva de luz contenía algunos inesperados eclipses adicionales, y se volvió a analizar los datos, lo cual reveló un segundo sistema estelar binario eclipsante en la misma ubicación en el cielo. Este otro sistema binario está separado —sus estrellas componentes están bien apartadas por una distancia de alrededor de 3 millones de kilómetros, alrededor de dos veces el tamaño del Sol— y tiene un período orbital de un 1,3 días.

Los dos conjuntos de estrellas están separadas por alrededor de 21.000 millones de kilometros, más que el tamaño de la órbita de Plutón alrededor del Sol. Las cuatro estrellas fueron entonces observadas espectroscópicamente —su luz se divide en diferentes longitudes de onda— de manera de estudiar en detalle las señales de las diferentes estrellas. Inesperadamente, esto reveló la presencia de una quinta estrella, a unos 2.000 millones de kilómetros de la binaria de estrellas separadas, pero que al parecer no produce ningún eclipse adicional.

Combinando los datos de las curvas de luz de las cinco estrellas y sus espectros, los investigadores de la Open University pudieron confirmar que todas están gravitacionalmente unidas en un solo sistema unicado a unos 250 años luz de nosotros, en la constelación de la Osa Mayor. Los datos también permitieron que el equipo determine las propiedades de las estrellas, como sus masas, tamaños y temperaturas. Todas las estrellas son bastante más pequeñas y frías que nuestro Sol, pero el sistema en común es suficiente como para ser visible con pequeños telescopios (novena magnitud) y los astrónomos aficionados podrían observar los eclipses.

 

 

Lohr comenta: «Este es un sistema estelar en verdad exótico. En principio no hay razón por la que no pueda haber planetas en órbita alrededor de cada uno de los pares de estrellas. Sus habitantes tendrían un cielo que dejaría en ridículo a los creadores de Star Wars: a veces pueden haber cinco soles de diferentes brillos iluminando el paisaje. Los niveles de luz del día podrían varias drásticamente a medida que se produzcan eclipses en las diferentes estrellas. Ellos podrían perderse en la noche durante una gran parte de su ‘año’, experimentando sólo oscuridad (y un cielo nocturno), al estar las estrellas en el mismo lado de su mundo».

Un hallazgo particularmente interesante es que las dos binarias parecen estar orbitando en el mismo plano. Esto indica que pueden haberse formado originalmente de un solo disco de gas y polvo, que se rompió al concentrarse la gravedad en grupos. El estudio de este extraño sistema ayudará a los astrónomos a comprender mejor cómo se formaron las estrellas y los planetas, incluido el nuestro.

Fuente: Royal Astronomical Society. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Descubiertas otras 9 galaxias enanas orbitando la Vía Láctea

Los astrónomos han descubierto un ‘tesoro’ de raras galaxias enanas satélites que orbitan alrededor de nuestra propia Vía Láctea. Los descubrimientos podrían tener la clave para la comprensión de la materia oscura, la misteriosa sustancia que mantiene nuestra galaxia unida

Un equipo de astrónomos de la Universidad de Cambridge han identificado nueve nuevas satélites enanas que orbitan alrededor de la Vía Láctea, el número más grande que se haya descubierto a la vez. Los resultados, a partir de datos de imágenes publicadas recientemente tomadas del Dark Energy Survey (rastreo de energía oscura), pueden ayudar a desentrañar los misterios detrás de la materia oscura, la sustancia invisible que sostiene unidas a las galaxias.

Nubes de Magallanes y los Telescopios Auxiliares en el Observatorio Paranal, en el desierto de Atacama en Chile. Sólo 6 de las 9 satélites recién descubiertas están presentes en esta imagen. Las otras tres están justo fuera del campo de visión. Los recuadros muestran imágenes de los tres objetos más visibles (Eridanus 1, Horologium 1 y Pictoris 1) y tienen 13 x 13 minutos de arco en el cielo (o 3000 x 3000 píxeles DECam). Crédito: V. Belokurov, S. Koposov (IOA, Cambridge). Foto: Y. Beletsky (Observatorios Carnegie)

Los nuevos resultados también marcan el primer descubrimiento de galaxias enanas —pequeños objetos celestes que orbitan alrededor de galaxias más grandes— en una década, después de que se encontraron docenas en 2005 y 2006 en los cielos sobre el hemisferio norte. Los nuevos satélites se encuentran en el hemisferio sur, cerca de la Gran Nube de Magallanes y la Pequeña Nube de Magallanes, las galaxias enanas más grandes y más conocidas en la órbita de la Vía Láctea.

Los hallazgos de Cambridge son liberados al conocimiento público hoy conjuntamente con los resultados de un rastreo de los astrónomos separado del Dark Energy Survey, con sede en el Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab) del Departamento de Energía de Estados Unidos. Ambos equipos, para realizar su análisis, utilizaron los datos de dominio público tomados durante el primer año del Dark Energy Survey.

Los objetos recientemente descubiertos son mil millones de veces más débiles que la Vía Láctea, y un millón de veces menos masivos. El más cercano está a unos 95.000 años luz de distancia, mientras que el más lejano está a más de un millón de años luz de distancia.

Según el equipo de Cambridge, tres de los objetos descubiertos son galaxias enanas definidas, mientras que los otros podrían ser o galaxias enanas o cúmulos globulares; objetos con propiedades visibles similares a las galaxias enanas, pero no mantenidos unidos con la materia oscura.

«El descubrimiento de tantos satélites en una pequeña área del cielo tal fue totalmente inesperado», dijo el Dr. Sergey Koposov del Instituto de Astronomía de Cambridge, autor principal del estudio. «No podía creer lo que veía.»

Las galaxias enanas son las estructuras galácticas más pequeñas observadas, la más débil de los cuales contienen sólo 5.000 estrellas; la Vía Láctea, por el contrario, contiene cientos de miles de millones de estrellas. Modelos cosmológicos estándar del universo predicen la existencia de cientos de galaxias enanas en órbita alrededor de la Vía Láctea, pero al ser tenues y tener un pequeño tamaño las hace increíblemente difíciles de encontrar, incluso en nuestro propio «patio trasero».

«El gran contenido de materia oscura de las galaxias satélite de la Vía Láctea hace que este resultado sea significativo tanto para la astronomía como para la física», dijo Alex Drlica-Wagner de Fermilab, uno de los conductores del análisis Dark Energy Survey.

Ya que contienen hasta un 99 por ciento de materia oscura y sólo uno por ciento de materia observable, las galaxias enanas son ideales para comprobar si los modelos de materia oscura existentes hoy son correctos. La materia oscura —que representa el 25 por ciento de toda la materia y la energía en nuestro universo— es invisible, y sólo se hace notable a través de su atracción gravitatoria.

«Las satélites enanas son la última frontera para probar nuestras teorías de la materia oscura», dijo el Dr. Vasily Belokurov del Instituto de Astronomía, uno de los co-autores del estudio. «Tenemos que encontrarlas para determinar si nuestra imagen cosmológica tiene sentido. Encontrar a un gran grupo de satélites cerca de las Nubes de Magallanes tal fue sorprendente, sin embargo, ya que las encuestas anteriores del cielo del sur encontraron muy poco, por lo que no esperaban el repentino tesoro.»

Galaxia enana Pictoris 1

La más cercana de estas piezas de «tesoro» está a 97.000 años luz de distancia, a medio camino de las Nubes de Magallanes, y se encuentra en la constelación de Retículum, o el Retículo. Debido a las enormes fuerzas de marea de la Vía Láctea, está en proceso de resultar desgarrada.

El más lejano y más luminoso de estos objetos está a 1,2 millones de años luz de distancia en la constelación de Eridanus, o Río (esto porque la constelación fue considerada originalmente como parte del camino atravesado por Faetón; después fue considerada como el río en que cayó: el Erídano. Los mitógrafos antiguos discutían si se trataba del río Po o del Nilo. Los egipcios identificaban la constelación con el Nilo; los babilonios, con el Éufrates). Está justo en la periferia de la Vía Láctea, y está a punto de ser atraída por ésta. Según el equipo de Cambridge, que parece tener un pequeño cúmulo globular de estrellas, lo que la convertiría la galaxia más remota que posee uno.

Galaxia enana Eridanus 2

«Estos resultados son muy desconcertantes», dijo el co-autor Wyn Evans, también del Instituto de Astronomía. «Tal vez fueron satélites que orbitaban las Nubes de Magallanes y han sido expulsadas por la interacción de la Pequeña y Gran Nube de Magallanes. Quizás alguna vez fueron parte de un grupo enorme de galaxias que —junto con las Nubes de Magallanes— están «cayendo» en nuestra galaxia, la Vía Láctea».

El Dark Energy Survey es un esfuerzo de cinco años por fotografiar una gran parte del cielo del sur con un detalle sin precedentes. Su herramienta principal es la Cámara de Energía Oscura (Dark Energy Camera), que —con 570 megapíxeles— es la cámara digital más potente del mundo, capaz de ver galaxias hasta a ocho mil millones de años luz de la Tierra. Construida y probada en el Fermilab, la cámara está montada ahora en el telescopio Victor M Blanco de cuatro metros en el Observatorio Interamericano de Cerro Tololo en los Andes en Chile. La cámara cuenta con cinco lentes con forma precisa, la más grande de casi un metro de diámetro, diseñadas y fabricadas en el University College London (UCL) y financiadas por el Science and Technology Facilities Council (STFC) del Reino Unido.

Galaxia enana Horologium 1

El Dark Energy Survey es apoyado por fondos del STFC, la Oficina del Departamento de Energía de Ciencias de Estados Unidos; la Fundación Nacional para la Ciencia; organismos de financiación en España, Brasil, Alemania y Suiza; y las instituciones participantes.

 

 

La investigación de Cambridge, financiada por el Consejo Europeo de Investigación, se publicará en la revista The Astrophysical Journal.

Fuente: Universidad de Cambridge. Aportado por Eduardo J. Carletti

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