Una erupción gigante permitió descubrir una estrella muerta

Se ha detectado una enorme explosión ocurrida hace muchos miles de años. Al estudiarla con los observatorios espaciales de la ESA XMM-Newton e Integral, los astrónomos han descubierto una estrella muerta que pertenece a un extraño grupo: los magnetares

Los rayos-X de esta explosión gigante llegaron a la Tierra el 22 de agosto del 2008 y dispararon un sensor automático del satélite internacional Swift. Sólo 12 horas después, XMM-Newton comenzó a recoger la radiación, permitiendo el estudio espectral más detallado del declive de un estallido de magnetar.

El estallido duró más de cuatro meses, durante el cual se pudieron medir cientos de estallidos más pequeños. Nanda Rea de la Universidad de Amsterdam dirigió el equipo que desarrolló la investigación. «Los magnetares nos permiten estudiar condiciones extremas de la materia que no podemos reproducir en la Tierra», declaró.

Este magnetar en particular, conocido como SGR 0501+4516, se estima que se halla a 15.000 años-luz de distancia y no fue descubierto hasta que se produjo su estallido. Un estallido o brote sucede cuando la configuración inestable del campo magnético tira de la corteza del magnetar, con lo que la materia resulta despedida en una exótica erupción volcánica. Esta materia está incrustada en el campo magnético y éste puede cambiar su configuración, liberando más energía.

Aquí es donde Integral entró en acción.

Sólo cinco días después de la gran erupción, Integral detectó rayos-X. altamente energéticos provenientes del estallido, más allá de lo que puede observar el observatorio XMM-Newton. Esta es la primera vez que la radiación de un fenómeno de rayos-X se pudo detectar durante el propio estallido. Desapareció en el intervalo de 10 días y es probable que haya sido producida por un cambio de configuración magnética.

Los rayos-X de alta energía de SGR 0501+4516 observados por Integral. Crédito: ESA/INTEGRAL/IBIS-SIGRI (Rea et al. 2009)

Las erupciones de los magnetares pueden arrojar mucha energía hacia la Tierra de la misma forma que las fulguraciones solares, a pesar del hecho de que se hallan lejos en nuestra galaxia, mientras que el Sol está a la vuelta de la esquina. Existen dos teorías sobre cómo se forma un magnetar. La primera es que se trata del pequeño núcleo que permanece después de la muerte de una estrella altamente magnética. Pero estas estrellas magnéticas son muy raras, y se conocen unas pocas en nuestra galaxia. Otra posibilidad es que durante la muerte de una estrella ordinaria, su pequeño núcleo sea acelerado, generando un efecto-dínamo que refuerza su campo magnético, convirtiéndose en un magnetar.

En la actualidad hay muchos astrónomos están más de acuerdo con la primera idea, aunque todavía no tienen una prueba concluyente. «Si tan sólo pudiéramos encontrar un magnetar en un núcleo de estrellas altamente magnéticas, podríamos probar esto», añade Rea.

Hasta ahora sólo se conocen 15 magnetares en nuestra galaxia. SGR 0501+4516 es el primero de los repetidores de rayos gamma de baja energía (soft gamma repeaters) uno de los dos tipos de magnetares, descubiertos después de una década de búsquedas. Por lo que en los astrónomos van a continuar buscando más, esperando una nueva erupción gigante. En cuanto al reciente descubrimiento de SGR 0501+4516, se ha concedido tiempo de observación para volver a estudiarlo el próximo año con el observatorio espacial XMM-Newton. Ahora ya saben dónde observar, y esperan detectar el objeto en un estado de quietud, más que en un estado eruptivo, por lo que podrán estudiar este objeto en calma después de una gran tormenta.

Fuente: Space Spin. Aportado por Eduardo J. Carletti

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