por Martín Brunás
Cannibal Corpse fue formado en New York por 1988. Su alineación original estaba compuesta por Chris Barnes (Vocalista), Bob Rusay y Jack Owen (Guitarras) , Paul Mazurkiewicz (Batería) y Alex Webster (Bajo). Aunque, actualmente, tras el micrófono está George Fischer.
Su estilo está inserto dentro del llamado Death Metal, con un sonido muy parecido a Slayer pero mucho más brutal y con voces tan podridas que parecen ser emitidas por algún diabólico monstruo salido del infierno más salvaje.
Sin embargo, lo que más destaca a esta clásica agrupación es el violento y explícito lenguaje visual utilizado en sus canciones. Sus temas recurrentes son los tópicos clásicos de las películas de terror clase-B y los comics. En las letras podremos encontrar descripciones sobre desmembramientos, violaciones brutales, necrofilia, zombis necrófagos y demás abominaciones, muchas de las cuales no estarán en este número puesto que, para traducir, he elegido las menos fuertes.
Esa imaginería ha provocado que los típicos evangelistas sin cerebro ataquen al grupo. Entre los atacantes está la conocida secta llamada "Club 700". Sin embargo nunca hay que olvidarse de algo. Lo que hacen estos músicos sólo es arte. Y sus canciones, la banda sonora creada por seguidores de Fulci o Argento. Y, si bien, hace unos años, tres chicos fanáticos de esta agrupación mataron a un almacenero, esto no fue culpa de los músicos sino de la psicopatía individual de los asesinos.
Un dato curioso es que el conocido actor Jim Carrey es gran fanático de esta banda. Incluso los hizo participar en una pequeña parte de "Ace Ventura".
En fin, un grupo muy polémico y censurado. Pero que durante años viene ofreciendo a la audiencia una buena dosis adrenalina y violencia.