Date: Sat, 30 Mar 2002 22:42:40 -0400

Estimado Sr. Carletti:

Soy un humilde faneditor, mi criatura se llama Fobos y se imprime en fotocopias que a veces salen ilegibles, aunque este año creo que va a tener un hermano mayor —muy a regañadientes mío— electrónico; pienso que dicha presentación es suficiente para mí. Mi historia va por otra parte, mi historia es serendipia.

Siempre coleccioné cada número de Axxón, el e-zine de más antigua cepa de Latinoamérica, tengo casi todos sus números. Lo conocí hará ya ¿diez? años, cuando era estudiante de Ingeniería de Informática, en monitores de brillo ámbar que hacían llorar los ojos, en diskettes de 5 1/4 que se doblaban como tarjetas de presentación y se arruinaban con todo. Eran esos tiempos en que lo creíamos todo: que la democracia era la solución, que las bases de datos relacionales eran la solución; tiempos ilusos y también de esperanza —el auge del fándom en Argentina nos afectaba a nosotros también, en menor medida pero suficiente para hacer algunos encuentros y festejar algunas asociaciones, hoy justamente fenecidas...

Paradojalmente, y no me excuso, nunca volví a leer Axxon desde esa época, debido a tenía/tengo resistencia a leer de monitores, a que no tenía computador propio, a que no tenía tiempo, a que... la vida es la pura aplicación de la ciencia del caos. Los números de Axxón duermen en mi disco duro , junto a los de otros e-fanzines que vieron la luz en distintas épocas, que tampoco he tenido las agallas de leer más que algunos párrafos.

Quizás tenga algo del afán del coleccionista y del arqueólogo que me resisto a borrarlos y seguirlos acumulando.

Ayer, Viernes Santo, el cielo se abrió y cayeron una lluvia y granizada rabiosas que provocó cortes de calles, anegamientos en todos lados y apagones; uno de esos apagones afectó mi barrio. Durante varias horas la luz vino y se fue en ciclos irregulares que al final terminaron en el corte total del suministro. Como informático debo reconocer que la energía es un bien básico de mi vida y que si me falta me comienza a desesperar. Ni Internet, ni luz suficiente —solo el de una vela—, ni teléfono, a media oscuridad en una casa —un barrio— que había decidido irse a dormir entre el suave ruido de una lluvia post-nuclear y fría, me sentía solo acompañado de sombras danzantes y silencio. No obstante, recordé que podía utilizar todavía un pedazo de enlace a mi siglo con el computador portátil que dispongo y comencé a trastear entre lo que había. Había un Axxón 43, de 1993.

Descomprimido no pesa más de 85k y su presentación es una máquina del tiempo con su estilo DOS y video VGA. Pero leyéndolo me topé con la carta de unos chilenos —Felipe Comparini y Alejandro Díaz— que habían hecho un e-zine en esos años con la aplicación Black Magic, llamado "Vini Vidi Vinci", y de pronto tuve la extraña sensación de ser traspasado por un fantasma. Creo que les conocí pero nunca supe que hubieran hecho eso alguna vez. Yo mismo, que me jactaba de saber a ciencia bastante exacta, cuáles eran las actividades del fandom en mi país nunca supe de ninguna iniciativa como aquella. De pronto, también, me di cuenta del abismo de tiempo que me separaba de aquella época, que al solo leer palabras como CONSUR II, vamos a hacer esto y aquello con nuestra asociación, me generaban un regusto sin definir en la boca, como hacer un telefonazo a Marte y descubrir que mi alguien querido y perdido contesta.

No sé precisamente de qué va esta misiva, si el deseo de hacerlo partícipe de alguna exhumación o tan solo contar que me vino algo de nostalgia por unos tiempos indocumentados para mí. En realidad lo que quería pedirle es aquellos archivos, si aún estuviesen por allí, para mi afán de coleccionista y arqueólogo.

Sin otro particular, atte.

Luis Saavedra Vargas
Per Aspera Ad Astra
lsaavedr@netline.cl