Editorial - Axxón 126 |
Este es un espacio en el que me encuentro cada mes con los lectores (sí, es una obviedad). Lo que quiero decir es, para que se me entienda, que cuando llega el momento tengo que escribir algo, digamos entre el día veintinueve o treinta y los últimos minutos antes del cierre del número. Es muy posible que, debido a las circunstancias que vive el mundo y las novedades que se presentan todos los días, sean sociales o científicas, yo tenga algo que decir en ese (este) momento. Sin embargo, no debo negar que a veces se me hace difícil elegir un tema y también, aunque lo tenga, desarrollarlo como se debe... Mi mente no es una máquina. Hay ocasiones en que el deseo de dar una opinión a los lectores o enviarles un mensaje se me presenta en otro momento, y de alguna manera estoy vedado de escribirlo a causa de este mecanismo de regularidad mensual que tanto hemos respetado. De lo dicho surgen, para mí, dos cosas: primero, no debería escribir un texto aquí por obligación, ya que tengo la sensación que algunos lectores esperan leer esto cada mes y no me gusta defraudarlos, y, segundo, lo más importante, que a pesar de que nos "disfrazamos" de revista en realidad estamos en un nuevo medio y esta limitación de la mensualidad que me inquieta, y que acabo de plantear, en verdad es una obligación, un ritmo y una costumbre que nos hemos impuesto casi como cosa ritual. Recapacitando sobre esto, me parece que si uno se expresa desde aquí aferrándose a costumbres y reglas que se establecieron desde las necesidades de la imprenta y el papel, pronto va a parecer que tiene las neuronas tapadas de telarañas. La verdad es que ya muchas veces he pensado en establecer otro mecanismo de comunicación editorial, sin una regularidad fija, y probablemente con separaciones más breves, aunque sí con una obligatoriedad de un mínimo mensual. Tengo que pensar cómo hacerlo, porque es otra medida que parece tender —como algunas anteriores— a desmembrar la revista; quienes me han mandado cartas cuestionando por qué no incluyo Zapping o Noticias en la revista saben a qué me refiero. Parece, cada vez más, que la revista se desviste y que los platos fuertes van pasando a la página web. Bueno, en un sentido básico, y midiéndolo con un criterio conservador, se puede creer que es así. Yo creo que la publicación de Axxón, tal como se está haciendo, ya no es una revista sino que es un sitio web, que esta forma de llevar el sitio web es una forma nueva de editar y que, de hecho, basta con ver las estadísticas de acceso para darse cuenta de que está funcionando. Lo que era la revista ahora es una parte, sólo una parte, de algo más grande. No veo por qué haya que respetar las formas y los métodos de las revistas editadas e impresas en papel, primero porque Internet es un medio más ágil y absolutamente diferente y segundo porque las revistas de CF en papel, por lo menos en Argentina, no han funcionado. Ya ven como analizando esto he terminado escribiendo un Editorial bastante aceptable. Y el análisis me hizo entender que, aunque no parezca, estuve tratando un tema de la CF, porque hablamos de la mutación de las formas de comunicación. Yo recuerdo muy bien que esperaba con gran ansiedad la aparición de un nuevo número de El Péndulo, por dar un ejemplo, o, antes de eso la llegada de Nueva Dimensión a la Argentina, que pocas veces llegó con regularidad y tendía a desaparecer por meses para luego presentarse en grandes paquetes. Lo mismo me pasaba con la publicación de libros de la colección Minotauro... Había períodos de vacío muy terribles. Hoy se puede ingresar a Internet día a día y obtener un contenido nuevo cada vez. No creo que sea poca cosa. Y creo que los sitios que no se esfuercen por adquirir estos ritmos poco a poco lo irán sintiendo en sus visitas. He querido que Axxón siga siendo una revista de vanguardia. Lo fue desde un primer momento por razones técnicas —y por eso aparecimos como noticia en los medios más importantes de Argentina e incluso de España—, pero nunca, creo yo, descuidamos el contenido. Y lo que más busco, y trabajo para eso, es que no se trate de un contenido de puro entretenimiento, aunque sí debe entretener. Respeto la parte de la revista —y seguirá allí— como medio de presentación de la literatura y el arte. Las noticias, en cambio, son tan volátiles y tan veloces que ya no creo que tenga mucho sentido juntarlas para presentarlas en bloque, ni siquiera a un ritmo semanal. Mucho menos mensual. Creo firmemente que deben aparecer día a día. Más o menos lo mismo (con menos volatilidad, obviamente, y a un ritmo digamos bisemanal) pasa con la divulgación. Sé que algunos lectores no ingresan día a día sino cada tanto, y entonces buscan a ver qué material hay. Sé, también, que cuando es así les debe costar ponerse al día y no perder algo que les hubiese gustado ver. A veces me parece que ejercemos una presión excesiva; muchas más veces, creo que no. Me gustaría saber qué opinan los lectores. Eduardo J. Carletti, 1 de mayo de 2003 |