Página Axxón Axxón 180

AxxónCINE

Por Silvia Angiola


LA BRÚJULA DORADA

Dirección:
Chris Weitz

País:
EEUU, Inglaterra

Año: 2007

Duración: 113 minutos

Género
Fantasía, aventura

Intérpretes
Dakota Blue Richards, Nicole Kidman, Daniel Craig, Sam Elliott, Ben Walker, Eva Green

Guión
Chris Weitz, sobre la novela Luces del Norte de Philip Pullman.

Producción
Bill Carraro, Deborah Forte

Estreno en DVD
13 de Diciembre de 2007


LA BRÚJULA DORADA

En el prólogo del libro Tomorrow, the Stars Robert Heinlein señala que la ciencia-ficción y la fantasía se parecen tanto entre sí como Karl Marx y Groucho Marx. A pesar de la plasticidad que exhibe la ciencia-ficción a la hora de combinarse con otros géneros, el matrimonio feliz con la fantasía parece un objetivo particularmente difícil de alcanzar: mientras que la especulación científica se sirve del intelecto y de la experiencia cognitiva del lector, la fantasía recurre a la fe y al sentido de lo maravilloso, porque representa aquella eventualidad que es, desde cualquier punto de vista, imposible. En el corazón de la fantasía siempre hay algo que no se puede explicar.

Luces del Norte, la primera parte de la trilogía La Materia Oscura del escritor y ex maestro británico Philip Pullman, es una de esas obras agraciadas que navegan en algún punto entre la ciencia-ficción y la fantasía. Publicada en EEUU y Canadá con el título de La Brújula Dorada, narra la historia de Lyra Belacqua, una jovencita de doce años cuya existencia transcurre en medio de pequeñas e incivilizadas aventuras en el Jordan College de Oxford. La prestigiosa institución está administrada por un plantel de eruditos varones que no tienen ni idea de qué hacer con la niña. Como Harry Potter, Lyra piensa que sus padres murieron en un accidente: la figura del huérfano, tan frecuente en la literatura infantil, es quizás la que mejor encarna la tarea propia de los pequeños de lidiar con un mundo adulto injusto, indiferente y, a veces, abiertamente peligroso.

No hay ningún Jordan College en la Universidad de Oxford de la Inglaterra real: el Oxford de Lyra está ubicado en un universo paralelo al nuestro, idéntico en el trazado geográfico pero sujeto a una evolución biológica y social alternativa. En ese mundo, Juan Calvino llegó a Papa, trasladó la Sede Apostólica de Roma a Ginebra, y estableció un Tribunal de Disciplina que confirió a la Iglesia (y a su entidad rectora, el Magisterio) un poder extraordinario sobre todos los aspectos de la vida. Incluso las teorías y descubrimientos científicos tienen que pasar por la revisión de las autoridades eclesiásticas: en el mundo de la Brújula Dorada la disciplina que nosotros llamamos Física se conoce como "Teología Experimental".

A la hora de transformar la primera parte de La Materia Oscura en el blockbuster del año, estaba claro para New Line Cinema que la orientación explícitamente antirreligiosa de la obra de Pullman sólo podía obstaculizar el éxito comercial de la película. Bajo esta premisa, el director y guionista Chris Weitz extirpó las referencias teológicas conflictivas y convirtió al Magisterio en una institución represiva genérica, desvinculada del cristianismo pero con la misma vocación para eliminar el pensamiento disidente que en el texto original.

Despojada de su espesor ideológico, a la novela de Pullman todavía le sobraban maravillas como para que Weitz confeccionara una película de aventuras sofisticada y atractiva. Una de ellas, quizá la más admirable, era la presencia de los daimonions, manifestación visible, en algunos universos, del alma de las personas. Compañeros inseparables de los seres humanos, en el mundo de Lyralos los daimonions se encarnan en un animal dotado de raciocinio y con capacidad de locución. El vínculo que une al humano con su daimonion es obligatorio, indestructible y empático: el animalito es la representación, a los ojos del mundo, de la verdadera esencia de cada persona. Los daimonions de los niños cambian de forma hasta que sus dueños alcanzan la pubertad.

Al inicio de la película Lyra (Dakota Blue Richards) y su daimonion están espiando los preparativos para la reunión que las autoridades del Jordan College han acordado con su tío, el famoso inventor y aventurero Lord Asriel (Daniel Craig). Lord Asriel acaba de regresar del Norte, donde tuvo la oportunidad de estudiar y fotografiar un nuevo tipo de partículas conocidas como Polvo, que parecen venir de otro universo. Su intención es compartir este descubrimiento con los eruditos y, de paso, reunir fondos para financiar una nueva expedición. Lyra tiene la esperanza de ir al Norte y ver a los osos polares, pero Lord Asriel se niega terminantemente a llevarla con él. Sin embargo, a la niña se le presenta la oportunidad de concretar el viaje cuando recibe la invitación de una dama de modales aterciopelados, Mrs. Coulter (Nicole Kidman), cuyo verdadero carácter puede adivinarse con sólo ver al escalofriante mono que la acompaña. Una noche antes de la partida el rector del Jordan le entrega en secreto un extraño instrumento de oro y cristal: el aletiómetro o brújula dorada, que responde con la verdad a cualquier pregunta que le formulen. Aunque la lectura del aletiómetro es un arte casi perdido que puede llevar toda una vida de aprendizaje, Lyra descubre que ella tiene una habilidad natural para interpretar los pronósticos del misterioso artefacto. Mientras la jovencita abandona el colegio en compañía de Mrs. Coulter, una banda de secuestradores de niños que ha estado asolando la ciudad captura a sus mejores amigos con fines previsiblemente siniestros.

Durante el viaje hacia el Norte a la protagonista se le suman nuevos y pintorescos compañeros de ruta: una troupe de piratas gitanos, un texano que pilotea una nave aerostática (Sam Elliot), una reina-bruja de trescientos años (Eva Green), y el sorprendente Iorek Byrnison (voz de Ian McKellen en las escasas copias subtituladas), un oso polar guerrero proscrito por su pueblo.

Como era de esperarse, con un presupuesto de 180 millones de dólares los efectos visuales del film están a la altura del retrato que el universo de La Brújula Dorada merecía. Lujosos zeppelines, barcos a vela, trineos, carruajes sin caballos, insectos animados por sofisticados mecanismos de relojería: el mundo de Lyra está extrañamente desfasado en relación al nuestro y los realizadores aprovecharon para dotarlo de una estética retrofuturista impresionante. Las secuencias de pura acción en escenarios monumentales (Oxford, Londres, el Polo Norte) compiten en creatividad con otras más íntimas y delicadas: aquellos momentos en que los actores de carne y hueso tienen que relacionarse con los personajes virtuales que encarnan a sus daimonions y demostrar los fuertes lazos emotivos que los unen a ellos.

La crítica internacional ha opinado que La Brújula Dorada sigue el mismo camino que El Señor de los Anillos, Harry Potter o Las Crónicas de Narnia, y la han descartado por reiterada, confusa y "poco hechizante". Los aficionados, inmunes al hastío por definición, saben que dentro de un género puede haber una, diez o cien obras que valgan la pena, y que para poder evaluarlas hay que darles su espacio y su oportunidad. Es cierto que los autores tienen el compromiso de buscar historias frescas para contar, pero los lectores/espectadores también tenemos una responsabilidad: luchar para que la rutina no se instale tan rápido en nuestros ojos.

                       
Página Axxón Axxón 180