Como recordarán los lectores del Batiburrillo anterior, estuvimos atrapados fuera del espacio-tiempo normal, en una quinta dimensión llamada zomafio que nos dejó en mal estado. Lamentablemente los efectos fueron más profundos de lo que creíamos y nuestra existencia se volvió intermitente y poco previsible.

Así, cuando para ustedes han pasado doce números de Axxón y trece meses para nosotros sólo han pasado un número y nueve semanas y media desde nuestra última aparición. Lo malo es que esta diferente percepción temporal no es pareja o sincronizable con la "normal" sino que es totalmente aleatoria, haciéndose interminablemente lenta o increíblemente veloz en forma espasmódica e impredecible. Y a esto hay que agregarle similares desplazamientos espaciales, que nos llevan a diversas partes del globo (e, incluso, fuera de él).

Esto quiere decir, básicamente, que el próximo Batiburrillo tanto puede aparecer en el número 182 de Axxón como en el 372, el 165 o el 999.999. O, ¿por qué no?, en un periódico clandestino serbio de fines del siglo XIX. No sabemos. No podemos saberlo.

O sea, nos despedimos hasta no sabemos ni cuándo ni dónde. Que no es muy distinto a lo que ocurre en la vida "real" pero que suena mucho más interesante.

Y eso.

SAURIO