Eduardo J. Carletti, director de Axxón
En estos mensajes editoriales ya he hablado de la navidad, de ese juego
artificial de emociones que se despliega para esta época en decenas de
películas alusivas, del uso comercial que se le ha asignado
a las fechas, del sentido de "bondad" con el que se la procura vestir
como si esto se pudiese lograr con un simple recubrimiento artificial de
plastificado y color.
¡Qué feliz se ve toda esa gente en todas esas propagandas que nos muestran
personas que salen de los centros comerciales con las manos atiborradas
de bolsas de compras!
Sí, señores, llegó la navidad y somos todos buenos. Antes de ella... pues, no. Le
acabamos de regalar al mundo una linda crisis, para que todos la pasen como esos mendigos
de las películas, calentándose las manos en unas fogatas callejeras (aunque sea
metafórico para los del hemisferio Sur). Luego de ella... pues, no. Ya veremos
a quién exprimimos este enero, para recuperar el estilo de vida que nos merecemos.
Sí, me repito. Me dan un poco de náuseas esas historias melosas y mecánicas,
tan repetidas, tan esquemáticas. ¿Será que un estándar de vida muy alto produce eso,
una especie de relación humana de manual, con esquema y numeración de los pasos
a seguir?
No voy a remediar el mundo, apenas si puedo remediar algunos de los problemas
que yo mismo tengo. Y menos aún puedo con los problemas de amigos a los que quiero
mucho, y que se enfrentan con dificultades.
Me preocupa y me duele que personas capaces, fieles, cumplidoras, talentosas, pasen aprietos,
como quedarse sin trabajo en estas épocas. Me preocupa que a gente sensible, con talento y
grandes potenciales, la vida no les permita hacer lo que desean y disfrutan hacer,
aunque sea mínimamente.
Así que brindo, por adelantado, por nosotros, los habitantes de estos países
que deseamos crecer, los que somos pobres, los que estamos todavía esperando que el
tren se detenga en nuestra estación. Brindo para que nosotros, expertos en calamidades,
maestros en sortear las crisis, eternos flagelados por los juegos económicos de los que
hasta ahora siempre salieron bien, salgamos esta vez nosotros bien parados.
¡Vamos, no se rían! Para pedir, bueno... ¡hay que pedir en serio! Quien les dice si
esta vez alguna estrella errante no nos escucha...
Eduardo J. Carletti, 10 de diciembre de 2008
Mensajes al Editor: ecarletti@axxon.com.ar