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Por Silvia Angiola


El Día que la Tierra se Detuvo (The Day the Earth Stood Still)

Comentario por:
Silvia Angiola

Dirección:
Scott Derrickson

País:
EEUU

Año: 2008

Duración: 103 minutos

Género
Ciencia-ficción

Intérpretes
Keanu Reeves, Jennifer Connelly, Kathy Bates, Jaden Smith, John Cleese, Jon Hamm

Guión
David Scarpa, basado en el guión de The Day the Earth Stood Stillde Edmund H. North (1951)

Producción
Paul Harris Boardman, Gregory Goodman, Erwin Stoff

Estreno en cine:
1 de enero de 2009


El Día que la Tierra se Detuvo (The Day the Earth Stood Still)

Los teóricos del film reconocen dos Edades de Oro en la historia del cine de ciencia-ficción norteamericano. La primera comienza en 1950 con el estreno de Con Destino a la Luna, dirigida por Irving Pichel y basada en la novela El Cohete Galileo de Robert Heinlein; la segunda arranca en los últimos años de la década del '70, con blockbusters como La Guerra de las Galaxias (George Lucas, 1977) o Encuentros Cercanos del Tercer Tipo (Steven Spielberg, 1977). Estos períodos se caracterizaron no sólo por la gran cantidad de obras producidas sino también por la influencia que tuvieron algunos títulos sobre el curso posterior del género.

Los films que surgieron durante la primera Edad de Oro pretendían atraer a aquellos fanáticos que se había formado leyendo las revistas pulp y los cómics de los años '40 y ´50. Aunque esta etapa se asocia frecuentemente a películas de clase B, imaginativas pero modestas en recursos1, también hubo clásicos orquestados por los grandes estudios que contaron con presupuestos importantes y con todos los adelantos tecnológicos de la época, como El Día que Paralizaron la Tierra (The Day the Earth Stood Still, Robert Wise, 1951), La Guerra de los Mundos (The War of the Worlds, Byron Haskin, 1953) o Planeta Desconocido (Forbidden Planet, Fred Wilcox, 1956).

Hollywood ha retornado frecuentemente a las películas de culto de los años '50 para elaborar sus remakes. Las adaptaciones de este tipo están prácticamente garantizadas desde el punto de vista financiero porque heredan la reputación (casi nunca el talento) de la película original, vienen precedidas por fuertes campañas publicitarias, y, gracias a los efectos especiales generados por computadora, incorporan imágenes que hace cincuenta años ni siquiera se podían concebir.

La versión original de El Día que Paralizaron la Tierra se estrenó poco tiempo después de la bomba atómica y refleja el humor de una sociedad sacudida por la guerra de Corea, las denuncias del senador McCarthy y los oscuros temores ocasionados por la Guerra Fría. Desde el punto de vista genérico es un film innovador en una época en la que predominaban los alienígenas hostiles que venían a la Tierra con intención de aniquilarnos. Desde el punto de vista político es un film audaz: en lugar de alinearse con Estados Unidos o con la Unión Soviética, los denuncia a ambos, se opone a la histeria promovida por el macartismo y se manifiesta a favor del uso pacífico de la energía nuclear. El Día que Paralizaron la Tierra es una película que tiene muchas cosas para decir sobre la condición humana.

La primera visita del extraterrestre Klaatu (Michael Rennie) y de su compañero mecánico Gort (Lock Martin) a nuestro planeta no podía ser menos auspiciosa. Klaatu trae un mensaje esencial para la supervivencia de la raza humana pero los líderes del mundo se niegan a escucharlo. Disimulado entre la gente común, se hace amigo de Helen Benson (Patricia Neal) y de su hijo Bobby (Billy Gray), hasta que el novio de Helen lo denuncia a las autoridades con la esperanza de obtener un beneficio personal. La policía y el ejército lo persiguen y terminan hiriéndolo de muerte. Sólo con la ayuda de un científico, el Profesor Barnhardt (Sam Jaffe), Klaatu logra transmitir su mensaje a toda la humanidad: la civilización a la que pertenece está dispuesta a reducir la Tierra a cenizas si en algún momento se convierte en una amenaza para la paz interplanetaria.

Las últimas palabras del visitante del espacio son extremadamente severas y proyectan una sombra sobre el futuro de la raza humana. Después de pasar un corto período de tiempo en la Tierra la imagen que se lleva Klaatu de nuestra sociedad invita como mínimo a la reflexión y a la autocrítica. Sin embargo, muchos se han preguntado qué derecho puede tener una civilización alienígena para venir a este planeta a pronunciar un ultimátum semejante.

En numerosas oportunidades se ha señalado que El Día que Paralizaron la Tierra es una relectura de la historia de Jesucristo. El protagonista viene de otro mundo con un mensaje de paz, tiene poderes suprahumanos, es perseguido y asesinado pero finalmente resucita y vuelve al cielo. Aunque lo habitual es que la fe religiosa y el racionalismo científico se ubiquen en posiciones antagónicas, en algún punto una cultura muy avanzada puede entrar en el terreno de lo místico y sus integrantes adquirir un aura de santidad. Muchos films de ciencia-ficción que relatan la visita a la Tierra de estos mesías son muy ingenuos: presuponen que el desarrollo tecnológico de los extraterrestres es paralelo a su desarrollo moral y los muestran más sabios, más bondadosos y más racionales que nosotros.

Era de esperarse que la nueva versión de The Day the Earth Stood Still nos brindara la oportunidad de comparar el clima sociopolítico actual con el que se vivió en Estados Unidos durante la Guerra Fría. Muy lejos de eso, Scott Derrickson y David Scarpa confeccionaron una historia con un tinte ambientalista que perjudica seriamente su credibilidad: los extraterrestres se proponen eliminar a millones de seres humanos, no porque sus tendencias violentas representen un peligro para otras poblaciones galácticas, sino porque están arruinando el ecosistema.

Una vez que la arbitraria sentencia sale a la luz, toda la emoción de la película consiste en esperar a que Helen Benson (Jennifer Connelly) convenza a Klaatu (Keanu Reeves) de que los terrícolas se merecen otra oportunidad antes de que Gort arrase con la civilización.

La amenaza queda desbaratada cuando el extraterrestre llega a la conclusión de que lo que está destruyendo al mundo no es el comportamiento irresponsable de los seres humanos sino el mero accionar de sus artefactos tecnológicos. Lento de reflejos pero con la bondad y sabiduría que corresponden a un ser superior, el nuevo Klaatu no sólo cumple con su misión de salvar al planeta Tierra: también se las arregla para garantizar el renacimiento idílico de toda la humanidad.

Silvia Angiola

1 - NOTA: El pequeño estudio Allied Artists produjo La Invasión de los Usurpadores de Cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, Don Siegel, 1956) con aproximadamente una cuarta parte del presupuesto de La Guerra de los Mundos.

                       
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