Editorial: «Veintisiete primaveras»
Agregado en 2 septiembre 2015 por dany in 265, Editoriales, tags: EditorialesARGENTINA |
Se sabe que la primavera es tiempo de desarrollo, de nacimiento, de vida. Como con la primavera austral que ya se acerca, eso mismo está pasando en Axxón, principalmente por el trabajo de Eduardo Carletti y el grupo de gente que figura al pie del Ãndice, sin los que hoy este número no serÃa posible. Quiero que quede claro: mantener vivo y vigoroso un organismo como Axxón exige que todos los engranajes funcionen a la perfección. Eduardo sabe bien cómo hacerlo.
La revista merecÃa llegar vigorosa a su cumpleaños. Todos los años para esta época recuerdo aquel ya lejano número cero, y mientras escribo esto pienso en cuánto ha cambiado el mundo desde aquella presentación, en el sótano de una librerÃa de Buenos Aires. Por mencionar un ejemplo trivial, yo le dicté este editorial a mi teléfono durante un viaje, sin tipearlo. Mi teléfono lo hizo por mÃ, mientras lo subÃa a un disco en la nube, donde yo ahora estoy corrigiéndolo desde una notebook. Claro, hay cosas que corregir porque el texto no sale limpio y hay muchos factores que influyen en eso mi dicción imperfecta, el ruido ambiente (viajaba en tren y habÃa bullicio), la calidad de la conexión a Internet (¡estaba usando la red pública en el ferrocarril!) pero, sin embargo, al Dany Vázquez de aquel entonces, aquel pibe de apenas veinte años que ni siquiera tenÃa PC propia, este presente le resultarÃa, aunque previsible, asombroso.
No obstante, estos enormes avances no nos ubican en un mundo de relatos positivistas. Soy consciente de que hay muchas cosas para corregir y mejorar. En lo social, en lo humano, digo. Y no hablo de mi paÃs, sino de todo el mundo. De nada sirven estas maravillas tecnológicas si son para unos pocos, si mientras yo dicto este texto hay niños que mueren de hambre, ancianos sin techo, gente con sus necesidades absurdamente incumplidas.
La ciencia ficción ha actuado muchas veces como catalizador de nuestros sueños y de nuestras pesadillas, y es común que hoy seamos testigos de obras donde está presente el miedo, ese mecanismo básico de alarma, de supervivencia. ¿Esto es un aviso? ¿Un grito de peligro?
Hay mucho para repensar, para hacer y deshacer, para construir ese futuro distinto y mejor. De nada servirán los gadgets tecnológicos y los grandes descubrimientos cientÃficos de este nuevo siglo si no podemos transformarlos en herramientas de construcción de un mundo más justo y sano, si esto no nos permite evitar el futuro problemático que muchos aventuran y cuyos primeros sÃntomas ya sentimos.
Creo que hay buenas señales de cambio, al menos en la gente común. La gente de a pie aprovecha estos cambios tecnológicos y se apropia de la tecnologÃa para darle el mejor uso que puede darle. Asà como en la pelÃcula Her el protagonista se aÃsla del mundo enamorándose de un sistema operativo, hay muchÃsima gente que usa estas herramientas para relacionarse mejor. ¿Estamos entrando a un mundo más empático? ¿Ayuda esto a que nos conozcamos mejor? ¿Podemos considerar que aún vivimos en el mundo de nuestros padres? ¿Podemos considerar que somos el mismo tipo de humano que nuestros abuelos?
Somos organismos adaptables, y hoy funcionamos como entes combinados a la tecnologÃa, cosa que aunque no al nivel actualhacemos desde hace muchos siglos.
Estamos parados en una bisagra, aunque no sé si del otro lado hay algo, la nada, o un mundo plenamente mejor.
Resulte como resulte el futuro inmediato y por qué no el lejano, espero que haya muchas más primaveras como esta, con Axxón de testigo, donde cada uno de nosotros pueda aventurarse en esos caminos nunca antes explorados.
Que asà sea.
Axxón 265
Editorial
Feliz con la tecnologÃa si nos sigue juntando, sin importar el lugar del planeta ni situación. Unidos una vez más!
Dany, afortunadamente las nuevas tecnologÃas, en mi caso, me abrieron puertas a fronteras donde nunca pude estar fÃsicamente. Y en las cercanÃas, me permitieron que contactos virtuales se transformaran en reales (ojo, al revés también pasó). Aunque las tecnologÃas modernas de comunicación funcionan como un deus ex machina para cada uno de nosotros. Saludos, Meko.