Desde el 16 al 22 de julio de 1994 chocaron con Júpiter los trozos
del cometa llamado Shoemaker-Levy 9. Fue la primer colisión que
se pudo observar entre cuerpos del Sistema Solar. Los efectos de
los impactos del cometa sobre la atmósfera del gigante gaseoso
fueron espectaculares, más allá de lo que se esperaba. El cometa
Shoemaker-Levy 9 estaba compuesto de por lo menos veintiún fragmentos
discernibles con diámetros de hasta dos kilómetros.
Las imágenes de arriba son
de la banda cercana al infrarrojo y muestran el tremendo efecto
que produjeron en Júpiter los múltiples fragmentos del cometa
Shoemaker-Levy 9, al que llamaron "collar de perlas" porque envolvió el
planeta de este modo. Las imágenes fueron tomadas el 25 de julio
de 1994, varios días después de que el último gran fragmento
golpeó Júpiter. La duración de las marcas en los sitios de impacto
sorprendió a los astrónomos. La imagen de la izquierda fue tomada a las 22:37 UT.
|