El aspecto de estos arácnidos causa horror, miedo y repugnancia. La realidad es que, si bien tienen un aspecto impresionante, son totalmente inofensivos y carecen de veneno. Si se los atrapa pueden lastimar, ya que están provistos de punzantes proyecciones en sus apéndices, pero las heridas serán igual de riesgosas que si uno se las hace, por ejemplo, con una piedra cortante, ya que no inoculan venenos ni elementos irritantes. Los amblipígidos son arácnidos grandes, miden entre 1 a 45 cm de largo. Su primer par de patas, que utilizan para palpar como si fuesen las antenas de un insecto, puede alcanzar una distancia de 25 cm o incluso más. Se conocen un poco más de sesenta especies en todo el mundo.