Aunque tienen cierto parecido no son escorpiones, y que existen grandes diferencias en su morfología. Lo más visible es que no tienen cola y son mucho más pequeños. En 1817 Latreille los separó y los clasificó como un grupo aparte dentro de la clase Arachnida. En la actualidad se conocen alrededor de 1.600 especies de pseudoescorpiones, aunque ésta no es más que una mínima parte de las que deben existir en la naturaleza. Se sabe que no han trabajado muchos especialistas en este orden, que no despierta gran atención. La razón por la que los pseudoescorpiones son poco conocidos por la gente son sus pequeñas dimensiones, que van de 1 a 7 mm de longitud, además de su costumbre de permanecer escondidos, sea debajo de la corteza de los árboles, de la vegetación y musgos, o entre las hendeduras del suelo, de las rocas o muros. En las cuevas pueden formar parte de una ecología que se basa en los murciélagos. Ellos formas cúmulos elevados de guano en el que crecen hongos que sirven de alimento a millones de ácaros micófagos, los que, a su vez, son comidos por pseudoescorpiones. La cadena continúa, ya que los pseudoescorpiones caen luego víctimas de miriápodos y arañas.
Axxón: Zapping 0183