En la Argentina suele decirse: "nos mandaron fruta", entendiéndose por ello que nos han contado errores o mentiras.
El bello cometa Wild-2 Foto tomada del Mauna Kea, 17/dic/1990
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En referencia a la naturaleza y composición de los cometas, desde la más remota Antigüedad los científicos nos han estado "mandando fruta", por supuesto que sin quererlo, y ello los ha obligado a constantes marchas y contramarchas, refutaciones y rectificaciones.
La confusión general no se debe, por supuesto, a incompetencia o ignorancia por parte de los astrónomos, sino a la misteriosa y elusiva –casi diríamos "femenina"- naturaleza de los cometas, fascinantes objetos que abandonan cada tanto la también misteriosa y remota Nube de Oort para acercarse a nosotros y permitirnos ver, al menos, un vislumbre de su belleza.
Aristóteles decía que eran "fenómenos atmosféricos". Tolomeo lo acompañaba en esta barrabasada. Séneca, que no era bobo, comoprendió que el viejo Ari mandaba fruta, y lo refutó científicamente.
Otro que se puso a investigar en serio fue Regiomontano, que más o menos por la época en que Colón paró el huevo consiguió medir el diámetro angular de un cometa, y posteriormente Tycho Brahe, acaso el más grande astrónomo observacional de la historia de la Humanidad, demostró que un cometa concreto se hallaba a una distancia de 230 radios terrestres, confirmando el error de Tolomeo y el filósofo griego, ya que algo que está a esa distancia obviamente se mueve fuera de la atmósfera.
Galileo, que nunca estaba de acuerdo con el Papa, se puso de su lado en este asunto e intentó refutar a Tycho (lo que por cierto era imposible).
El amigo de Newton, Bernoulli y Hooke, Sir Edmund Halley, comprobó que el cometa de 1682 era el mismo de 1607, 1531, 1456, etc., y descubrió de este modo la periodicidad de los cometas. Cuando el cometa volvió en 1758, para confirmar sus cálculos, por supuesto que Halley había muerto, pero el objeto fue bautizado con su nombre como homenaje.
Harold en Hastings, 1066 d.C., interrumpe la batalla
con Guillermo el Conquistador para observar el Halley.
Desde 1949 se nos dijo y repitió hasta el cansancio que los núcleos de los cometas estaban formados por hielo de metano, amoníaco y agua en su mayor parte, con algo de rocas y pedregullo. Esto lo explicó Whipple en aquellos tiempos, con la infortunada expresión "bola de nieve sucia", y pronto el concepto se generalizó a todos los cometas.
Como se acaba de descubrir, esta generalización es un error, o, por decirlo a lo porteño, fruta.
Hay cometas que son rocosos. Ya descubrieron uno. Si vimos uno, debe haber millones.
El pasado 18 de junio Scientific American publicó la noticia de que la sonda Stardust ("Polvo de Estrellas", qué adecuado) ha descubierto que el cometa Wild-2 es pétreo y no una bola de nieve.
El 2 de enero próximopasado la sonda pasó a 240 kilómetros del Wild-2, desplazándose a una velocidad de 21.000 kilómetros por hora. El sobrevuelo fue suficiente para que el aparato tomara 72 fotografías que, una por una, muestran que el Wild-2 es una piedra de forma parecida a una hamburguesa, de casi 5 km de diámetro. Lo que estamos refiriendo contradice la teoría popular aceptada hasta el momento, y es algo que ningún astrónomo había soñado siquiera hasta el momento.
Stardust
El hombre que analizó las fotos de la Stardust se llama Donald Brownlee y es astrónomo en la Universidad de Washington. Descubró en ellas multitud de cráteres de impacto en la superficie rocosa del cometa. Dice: "Ninguno de ellos se parece a los que hemos encontrado en otros cuerpos astronómicos".
Los cráteres en cuestión son interesantes en sí mismos, y los científicos se vieron obligados a reproducir simulaciones que trataran de explicar cómo se formaron. Descubrieron que los impactos tienen miles de millones de años de antigüedad, y que el Wild-2 (pronúnciese "Vilt-dos") chocó contra miles de micrometeoritos cuando aún se encontraba en medio del Cinturón de Kuiper, una zona con la forma de un toro que se ubica pasando Neptuno, y que es una de las fuentes de cometas de nuestro sistema solar.
La "piedra" del escándalo... la foto
del Wild-2 mostrando que es un cascote
El extraordinario paisaje del cometa Wild-2 muestra, aparte de los cráteres de impacto, sorprendentes farallones y arrecifes, espantosos precipicios y fantasmagóricos pináculos en punta.
Michael Schriber, de SciAm, expresa: "Wild-2 es una estructura coherente, en oposición a una pila de escombros laxamente unida. El hecho de que el campo gravitatorio de Júpiter destrozara al Shoemaker-Levy 9 en 1993 apoyó la teoría de que los cometas eran un ensamble de residuos ligeramente juntados por una débil gravedad, pero estos nuevos descubrimientos sugieren que la estructura de los cometas evolucionan desde un peñasco sólido hasta tenues agrupamientos de rocas".
Stardust y su amigo Wild-2
La órbita del Wild-2
Ahora que conocemos la verdad acerca de ciertos cometas, debemos profundizar en ella.
La Stardust no sólo tomó las fotos, sino que además obtuvo muestras del Wild-2. Los astrónomos no caben en sí de impaciencia para tenerlas en la mano y estudiarlas. Pero deberán esperar: una cápsula proveniente de la sonda volverá a la Tierra en 2006.
Todos los días se aprende algo nuevo.
Cometas sólidos, de piedra dura... ¿Quién lo hubiera dicho?
Más datos:
(Traducido, adaptado y ampliado por Marcelo Dos Santos (www.mcds.com.ar) de Scientific American y de diferentes sitios de Internet)