La Atlántida es el continente perdido por excelencia. Tan, pero tan perdido, que cualquiera puede anunciar que la ha encontrado en cualquier parte. Absolutamente en cualquier lugar del planeta.
Ahora, algunos expertos creen haberla hallado en Túnez, España, África Ecuatorial, Suecia, Islandia, las Azores, las Canarias, el Caribe... ¡e incluso en el desierto boliviano! (¿?)
Sin embargo, hay quienes observan el asunto de la Atlántida desde una perspectiva racional, es decir, desde el mito. Los mitos son historias que expresan un significado, una moral o una motivación, por lo que no interesa si son verdaderos o falsos. A pesar de ello, por vivir en una era científico-tecnológica, aún los más escépticos se sienten inclinados a corroborar (o descartar) los mitos.
Uno de ellos es Michael Shermer, propietario y director de Skeptic ("El escéptico"), un sitio y una revista dedicados a rebatir científicamente todo tipo de mitos y leyendas.
Michael Shermer descartando mitos
Shermer, con su habitual coherencia, es sumamente escéptico acerca de los nuevos "descubrimientos" de la Atlántida en diferentes sitios: "La Atlántida es un lugar mítico que ha sido 'encontrado' en tantas ubicaciones que uno no creería que quede un lugar sin revisar. En junio, la BBC sacó una noticia donde se decía que unas fotos de satélite habían localizado en el sur de España entre todos los lugares posibles". El supuesto "descubridor" de esta enésima Atlántida, Rainer Kühne de la Universidad de Dortmund, afirma que "Platón escribió sobre una isla de cinco estadios (925 m) de diámetro, que estaba rodeada por varias estructuras circulares en forma de anillos concéntricos, algunos de tierra y otros de agua. Tenemos en las fotos anillos concéntricos iguales a los que describe Platón".
Platón
Shermer encuentra que los argumentos de Kühne para sostener el supuesto hallazgo son muy endebles. El germano dice que su Atlántida se halla al sur de Cádiz y que las montañas atlantes se conocen hoy como Sierra Morena y Sierra Nevada. Esgrime como prueba que Platón dice en "Critias" que la Atlántida era rica en cobre y otros metales, agregando que la Sierra Morena posee abundantes minas de cobre. Con ese criterio, la Atlántida podría estar en Kazajstán (sexto productor mundial de cobre y bauxita) o, con mayores posibilidades, en la Puna de Atacama. Allí hay cobre por doquier. También lo hay, para el caso, en la Provincia argentina de Catamarca (su mina Bajo de la Alumbrera es una de las más productivas del mundo), en Armenia o en Irak, ¿por qué no?
La "Atlántida" de Cádiz
Lo que Shermer se pregunta es: "Pero ¿qué pasa si no hay nada que encontrar? ¿Qué pasa si Platón escribió sobre ello con propósitos míticos? Es que hizo eso, precisamente. Lo de la Atlántida es un cuento acerca de lo que pasa cuando una civilización se vuelve belicosa y corrupta. El propósito de Platón era alertar a sus compatriotas atenienses sobre que Grecia se acercaba al precipicio de la guerra y del exceso de riqueza. En un segundo diálogo, 'Timeo', Critias explica que los sacerdotes egipcios le dijeron al sabio ateniense Solón que sus ancestros habían derrotado en tiempos remotos a un gran imperio localizado justo afuera de los Pilares de Hércules (normalmente identificados con Gibraltar), después de los cual vinieron violentos terremotos, y en sólo un día y una noche el continente se hundió en el mar. Critias describe la ciudad como una serie de canales circulares rodeados de palacios adornados de oro".
La "Atlántida", con y sin "círculos concéntricos"
Dice también Platón que los atlantes habían desarrollado un complejo militar industrial que había producido y equipado 10.000 carros de combate, 24.000 buques de guerra, 60.000 oficiales, 120.000 hoplitas (infantes pesados), 240.000 jinetes y 600.000 arqueros y lanceros. Shermer declara: "Corrompidos por su excesiva beligerancia y avaricia, Zeus llamó a los demás dioses de vuelta y los reunió como había dicho. La frase termina aquí. Platón había expuesto el concepto".
El escenario imaginado por Platón se nutre de sus experiencias de la infancia, habiendo crecido a fines de la Edad Dorada griega, destrozada por las costosas e interminables guerras contra espartanos y cartagineses. Había visitado ciudades como Siracusa, cuyos templos inspiraron su descripción de los santuarios atlantes, y Cartago, con su puerto circular controlado desde la isla central. Había visto muchos terremotos: cuando Platón tenía 55 años, uno enorme arrasó por completo la ciudad de Helice, a sólo 64 kilómetros de Atenas. Más aún, el año anterior a su nacimiento, otro terremoto había destrozado un cuartel militar ubicado en una pequeña isla griega. ¿Su nombre? ¡Atalantë!
Es decir que, según Shermer, Platón escribió sobre una Atlántida imaginaria dotándola de los templos siracusanos, el puerto cartaginés y el nombre de un puesto militar ateniense, todo ello destruido por un terremoto como los que Grecia estaba acostumbrada a sufrir. El mismo Platón lo explica al hablar de sus parábolas: "Podemos asimilar la falsedad a la verdad con el propósito de dar instrucción moral".
Está todo dicho. Remata el periodista: "Platón incluyó hechos históricos dentro del mito literario, porque el mensaje es el mito".
Más datos:
(Traducido, adaptado y ampliado por Marcelo Dos Santos (www.mcds.com.ar) de SciAm y de otros sitios de Internet)
