La superficie de Venus es seca y muy caliente (475 °C), tanto de día como de noche y durante todo el año. La presión atmosférica a nivel del suelo es noventa veces la de la Tierra. Pocas sondas ingresaron a este duro entorno y ninguna de ellas sobrevivió mucho. Sólo cuatro, todas ellas naves Venera de los soviéticos, enviaron imágenes de la superficie.

Las rocas de Venus son de un color gris apagado, pero el brillo del Sol filtrado a través de la espesa atmósfera las ilumina con un tono amarillento. La foto pertenece a la sonda Venera 13 y muestra placas de roca que se piensa son de basalto, con oscura tierra entre ellas. La foto inferior fue corregida para mostrar el color real de la superficie, tal como la veríamos aquí. Es probablemente un sitio típico en las planicies de Venus.

La topografía de la Tierra se caracteriza por tener relieves abruptos. Las áreas continentales son mucho más altas que las cuencas de los océanos. Venus también tiene un gran rango de elevaciones, pero a la diferencia de la Tierra la mayor parte de la altitud de su superficie cae dentro del promedio. Hay sólo unos pocos volcanes que resaltan.