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ZAPPING 0088, 12-05-2002
En el Museo Arqueológico de Lima, Perú, hay una vitrina que muestra una colección de cráneos de muy extrañas formas. También se puede encontrar más material de este tipo expuesto en el Museo de Ica, Perú, y otros museos arqueológicos de Sudamérica. Generalmente están rotulados como "cráneos deformados por práticas rituales" o algo similar.
Los datos que se poseen sobre estos cráneos son incompletos, lo
que hace difícil saber cuál fue el contexto en que pueden haber
convivido con otros hombres, definir su antigüedad y cuál es su origen.
Hay cráneos muy distintos entre sí, como si provinieran de diferentes especies,
similares aunque con diferencias con el género humano.
Al publicarse por primera vez algunas fotos de estos cráneos en Internet, en la discusión que se generó de inmediato aparecieron muchos partidarios de la idea de que estas formas raras se deben a deformaciones intencionales de los cráneos que fueron aplicadas por razones rituales, estéticas o religiosas; una costumbre conocida de, por ejemplo, la antigua Nubia, Egipto y otras culturas. La deformación se producía en los niños desde muy pequeños, aplicándoles presión por medio de tablas, cintas de cuero, ataduras de tela y otros artefactos que, debido a la compresión constante, lograban que los cráneos se deformaran y crecieran con formas no usuales. Lo cierto es que cualquiera que sea el método que se aplique, el proceso lleva a cambiar la forma pero nunca el volumen, ya que la deformación, debiéndose a una compresión, jamás podría aumentar la capacidad craneana. Los cráneos deformados por estos métodos rituales mantienen la capacidad en centímetros cúbicos que se conoce en los humanos, mostrando deformaciones por presión en la frente, laterales y hasta la nuca. En cambio los cráneos de este estudio, con forma de cono por lo general, aunque hay otras clases de deformidades, no se parecen en nada a los resultantes de las maneras usuales de deformar los cráneos, un hecho que los antropólogos han aceptado.
Deformaciones intencionales de cráneos producidas por culturas Neolíticas y de la Edad de Bronce, consideradas "extremas" por los antropólogos, aunque ni se acercan a la deformidad de los cráneos de Sudamérica imágenes de http://www.ameritech.net/users/esteinberg/defcrania.html
culturas recientes (dibujos hechos por antropólogos) imágenes de http://www.ameritech.net/users/esteinberg/defcrania.html y otro El primer cráneo que vamos analizar proviene de Paracas, una región de Perú, y está identificado con el número 177 y la leyenda "Deformación Paracas". Se lo ha bautizado "premoderno", más que nada porque presenta rasgos de hombres anteriores a la especie humana actual, el Homo sapiens. Presenta las siguientes rarezas: la parte frontal de la cabeza se asemeja a un individuo de familia pre-Neanderthal, pero la mandíbula inferior, aunque es más robusta que la de un humano actual, presenta forma y características similares a las que se ven en los actuales. La forma del cráneo no tiene ningún punto de comparación con los de los Homo erectus, Neanderthal o humanos modernos. Aparecen algunas características Neanderthal menores, como la protuberancia occipital en la parte inferior trasera del cráneo y la forma achatada de la parte inferior; otras características apuntan más a los Homo erectus. El ángulo de la base del cráneo (y por ende el ángulo del plano de la mandíbula superior) es inusual. No se puede excluir la posibilidad de que por coincidencia se trate de un caso de un individuo deforme, pero es altamente improbable que el ángulo de esta parte frontal cause que se requiera una modificación de la mandíbula inferior durante el crecimiento para aproximarse a los tipos humanos con el borde de la barbilla saliente. La respuesta a estos interrogantes sería, al parecer, que estos craneos son representantes de humanos premodernos o humanoides.
Como se nota al compararlo con un cráneo moderno, la capacidad
craneana está dentro del rango de un humano moderno. Esto no es
sorprendente, ya que los Neanderthals y los primeros humanos modernos
(Cro-Magnon) tenían capacidades craneanas mayores (alrededor de 1600
a 1750 cc) que las del humano moderno (1450 cc). La reducción de la capacidad craneana (los especímenes de humanos modernos
posteriores a los 10500 años antes de Cristo tienen cráneos más
pequeños) es un enigma de por sí, aunque cae fuera del tema de este
informe.
No es menos extraño que haya aparecido un resto de humano premoderno
en Sudamérica, ya que para la antropología ortodoxa tal cráneo
simplemente no podría tener existencia, porque según los esquemas
aceptados no había humanos en América del Norte más allá de 35000
años antes de Cristo y se considera que llegaron a Sudamérica bastante
más tarde. Para estas fechas, los únicos seres humanos que arribaron
al continente fueron los de anatomía moderna. Hay algunas fuentes
científicas que creen que hubo humanos de todas las especies en ambas
Américas y que las fechas son mucho más tempranas, todo esto basado
en numerosos hallazgos arqueológicos anómalos, pero los académicos
se mantienen en sus posiciones preconcebidas y no aceptan las
nuevas ideas.
El tipo "Conehead" es muy inusual debido a la forma
y volumen de su cráneo.
Hay fotos de tres especímenes muy parecidos, lo que
parecería excluir, teniendo en cuenta que las deformidades
que se producen en Nubia presentan una gran cantidad de variaciones
individuales, la posibilidad de cualquier deformación azarosa.
Cuando se compara entre sí los tres especímenes
del tipo "Conehead", se observa que las
variaciones en las características individuales de estos cráneos
entran dentro del rango de lo que se considera normal en morfología. No hay duda de que
están muy relacionados entre sí, y quienes los han analizado creen que
pueden ser representantes de una rama bastante diferente del género
Homo, o quizá de una especie enteramente diferente.
El tamaño enorme de la cúpula craneana se hace evidente en las tres fotografías. Se puede estimar, por interpolación con la figura de un cráneo normal, una capacidad mínima de 2200 cc, aunque podría alcanzar los 2500 cc. Con estos tamaños, la forma del cráneo puede haber sido una solución biológica un mecanismo de supervivencia de la especie ante el crecimiento de la masa craneal. La forma cónica de las cabezas facilitaría los partos, disminuyendo el riesgo de la extinción de la especie a causa de la imposibilidad de parir criaturas con semejante tamaño de cabeza. Sin embargo esta configuración no ha sobrevivido, lo que lleva a deducir que algo no funcionó en la adaptación, impidiendo que este tipo de solución biológica tenga representación entre los hombres modernos. El tipo "J" presenta otros interrogantes. Es equivalente a un cráneo moderno casi en todos los respectos, pero hay varios factores fuera de proporción. El tamaño de las órbitas de los ojos es más o menos un 15 % mayor al de la población moderna, aunque no es una deformidad muy importante. La diferencia más significativa es la enorme cúpula craneana, cuya capacidad estimada está entre los 2600 a 3200 cc. Nuevamente, la antigüedad del espécimen es desconocida.
El cráneo bautizado como tipo "M" es una variante que presenta una forma todavía más bizarra que las de los ejemplos anteriores. Está incompleto, pues falta buena parte del área inferior del rostro. Lo que surge de las partes que sí existen es que la zona facial estaría dentro de las proporciones normales de un cráneo humano estándar. La bóveda craneana, en cambio, es la más grande de todos los especímenes estudiados. Los dos lóbulos protuberantes de este cráneo son altamente anómalos y presentan una llamativa perfección en su simetría, que parecería ser muy difícil de lograr durante el crecimiento aplicando presiones mecánicas externas. Más raro resulta aún cuando se calcula que la capacidad craneal de este espécimen puede llegar a ser, fácilmente, mayor a los 3000 cc.
Tanto el "J" como el "M" están en el borde de la imposibilidad
biológica. La única explicación que se imaginó quien ha analizado estos
casos es que en estos ejemplares se haya prolongado más allá de lo
normal en la especie humana la neotenia, que es el período que dispone
una especie para crecer. Esto habría permitido
el anormal crecimiento del cráneo. Si esto es así, significaría que
la duración de la vida de estos especímenes habría sido sustancialmente
mayor que el promedio de un tipo humano moderno.
De diversos sitios de medicina en Internet La capacidad de la bóveda craneana (y en consecuencia la masa cerebral)
y la inteligencia no están en relación directa. El individuo que figura
en los registros como el que tenía el cráneo más grande
(mencionado antes) era un retrasado mental, mientras que Anatole
France, cuyo cráneo sólo medía 1100 cc, fue un brillante
escritor.
Si no se indica lo contrario, los cráneos humanos que aparecen en este informe fueron
fotografiados por Robert Connoly en un viaje que realizó
alrededor del mundo con la intención de recolectar material sobre
civilizaciones antiguas. El hallazgo de estos cráneos
inusuales fue algo inesperado, que él no había planeado. Connolly publicó
sus fotos en un CD-ROM, titulado "The Search For Ancient
Wisdom", editado en Cambrix, 1995. En todas las menciones figura
un número, pero no se aclara si es un teléfono de los
EE.UU (eso parece) para hacer un pedido u otro tipo de identificación: 1-800-992-8781 ó 1-80 10-992-8781
Este informe en castellano fue adaptado y ampliado por Eduardo J. Carletti (c) 2002 de un trabajo de Lumir G. Janku,
(c) 1996, que aparece en inglés en varios sitios. Otros cráneos extraños y/o deformados: (Pique sobre la imagen para ampliarla)
(1) y (2) Fotos del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia de Perú. (3) Fotos del sitio del "Starchild Project". (Pique sobre la imagen para ampliarla)
Sitios para visitar: http://www.crystalinks.com/incan4.html http://www.enigmas.org/aef/lib/archeo/askulls.shtml http://www.starchildproject.com/ (3) http://all-ez.com/ancients.htm |
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