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ZAPPING 0140, 12-10-2002 Pasándose e-mail con un apretón de manos En las novelas de Stephen King, en los cuentos de hadas, en relatos, películas y series de CF, algún ser poco común es capaz de tocar la mano —o la frente— de una persona y transmitirle cosas. O percibir cosas de la otra. En este nuevo milenio la tecnología va alcanzando día a día los logros de las fantasías más atrevidas... Una de las cosas más molestas es dictarle a alguien una dirección de e-mail o el URL de una página de web. Con el cuerpo convertido en un enlace de banda ancha por un nuevo sistema desarrollado por un gigante de las comunicaciones de Japón, será suficiente con un toque de piel entre las dos personas.
Nippon Telegraph and Telephone Corp y su subsidiaria NTT DoCoMo Inc
han lanzado un artefacto que es capaz de transmitir información a
través de la piel de una persona y pasar los datos a otra con un
simple contacto de partes de su cuerpo, como por ejemplo dándose
la mano. El trabajo electrónico lo hace un asistente personal
(PDA) y la conductividad natural de la piel humana, que es capaz de
transmitir de un interlocutor a otro la débil señal eléctrica que
genera el asistente por medio de un módulo especial. Y como la ropa
tiene también suficiente conductividad como para conducir la señal,
ni siquiera será necesario tener el PDA en la mano. Podrá estar
en los bolsillos de las personas que así se comunican.
El sistema podría automatizar el traspaso de direcciones de e-mail, nombre, teléfonos y otros datos que le interese intercambiar a las personas de negocios. Los datos aparecerán en los asistentes sin que sea necesario accionar ningún control. Las compañías demostraron con experimentos que los datos se pueden transmitir a una velocidad de 10 megabits por segundo, comparable con la de una conexión de Internet de banda amplia.
Con esta tecnología se podría establecer comunicación a través de
los picaportes de las puertas, llaves de luz, mesas y sillas, lo
que permitiría, por ejemplo, que una computadora de mesa se
personalice en cuanto una persona toma asiento frente a ella,
y también facilitaría la detección y control de pases que
permiten ingresar a edificios o al transporte público.
La idea no es nueva y sus primeros prototipos ya había sido anunciados hace casi seis años, en noviembre de 1996, por el centro de diseño de Almaden de IBM en San Jose, California. En este lanzamiento se anunciaba el desarrollo de una Personal Area Networks (PAN) que iba a funcionar usando la conductividad eléctrica natural del cuerpo humano. Utilizando un prototipo de transmisor del tamaño de una cajita de tarjetas de presentación, con un microchip embebido, y un receptor algo más grande, los investigadores pudieron transmitir la información de una tarjeta de presentación a través de un apretón de manos. El prototipo permitía comunicar de una persona a otra pasando a través de cuatro cuerpos humanos en contacto. La salinidad natural del cuerpo humano lo hace un buen conductor de la corriente eléctrica. El nuevo sistema aprovecha esta capacidad, haciendo pasar una corriente eléctrica muy débil que sirve de vehículo para los datos. La corriente aplicada es de un billonésimo de amper, lo que es menos que las corrientes naturales que ya existen en el cuerpo de una persona. De hecho, el campo eléctrico que se produce al pasar un peine por el cabello es mil veces mayor que el que produce este nuevo artefacto de comunicación. Traducido, adaptado y ampliado por Eduardo J. Carletti de varios sitios en la web. Datos aportados por Laura Nuñez. Si disfrutó de esta sección, no deje de ver la sección Noticias.
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