ZAPPING 0158, 29-ene-2003
Esta imagen fue tomada en una delgada sección de roca lunar
utilizando iluminación de campo oscuro. Las inclusiones de la
roca se ven como los dibujos de los cristales de hielo, rodeados
de una matriz amorfa.
La NASA (National Aeronautics and Space Administration) llevó con
éxito doce astronautas a la Luna entre 1969 y 1972. Durante sus
ochenta horas de exploración, los astronautas que visitaron la superficie
de la Luna recolectaron 2.196 muestras de terreno y rocas lunares,
con un peso total de 382 kilogramos. Es importante remarcar que esas
muestras se obtuvieron en un ambiente muy duro, que incluye variaciones
muy bruscas de temperatura en un vacío casi total, radiación solar
peligrosa y la posibilidad constante de fallas en los equipos.
Los geólogos esperan que la exploración de la superficie lunar
permita determinar su composición, extructura interna,
historia geológica y evolución. Se cree que la Luna servirá como
modelo de la historia inicial de la Tierra y el resto de los cuerpos
del Sistema Solar. Se ha determinado ya, en base al material de las
misiones Apolo, que la Luna es mucho más compleja que lo que se
pensaba. Aunque el satélite de la Tierra se formó hace más o
menos 4.600 millones de años junto al resto de los planetas,
se ha fundido parcialmente y se ha diferenciado a lo largo de su
historia.
La superficie de la Luna se puede dividir en dos dominios. Más o
menos la mitad está cubierta de mares oscuros, que son las tierras
bajas. La fotografía de arriba proviene de una delgada sección pulida
de una muestra de lava basáltica que fue colectada en la región del
mar Oceanus Procellarum por los astronautas de la Apolo. Los basaltos
de los mares son lavas volcánicas ricas en hierro y óxido de titanio
que se formaron cuando las rocas fundidas del interior de la Luna
fluyeron a la superficie, inundando grandes áreas.
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