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25/May/04

Insectos plaga: la broca del café también ataca Perú

TEMAS: Biología, Zoología, Entomología, Insectos, Hypothenemus hampei, Coleoptera, Scolytidae, Broca del café

Como comentábamos en una noticia anterior (Control biológico de la broca del café en Venezuela) poco a poco el pequeño insecto Hypothenemus hampei (Coleoptera: Scolytidae) es capaz de destruir los cultivos y aún si no lo hace igualmente reduce la calidad del producto. Su presencia en Perú preocupa a los prouctores del país andino.

El coleóptero plaga Hypothenemus hampei

H. hampei afecta los frutos del cafeto en sus diferentes fases de desarrollo, provocando su caída y el deterioro en los granos que permanecen en la planta, derivando en una merma del peso y calidad del producto final, situación que se traduce en pérdidas millonarias para el sector cafetalero.

Originaria de África, donde fue referida como plaga en 1901 en el Congo, la broca del café atacó en el estado de San Pablo, Brasil, ya en 1913, llegando en semillas importadas de África y de Java. Recién se comenzaron a sentir los daños causados por la plaga en 1924, constatándose su gravedad. Desde San Pablo, la broca del café se esparció por todas las regiones cafeteras del país, y luego alcanzó Venezuela pasando por Perú.

En su forma adulta, el insecto es un pequeño escarabajo de coloración oscura, con un cuerpo cilíndrico, robusto, recurvado en la región posterior. Su cuerpo está cubierto de cerdas y sus élitros están estriados en forma longitudinal. Su longitud es de casi 1,7 mm y el ancho del cuerpo de unos 0,7 mm. El macho es un poco más pequeño, tiene alas rudimentarias y no vuela, y vive dentro del fruto donde se originó.

En el valle de Altomayo, en el norte de Perú, el productor de café Walter Pizango parte con sus dedos la cáscara de un grano de café y muestra cómo lo está consumiendo por dentro un pequeño escarabajo, parte de una plaga que está destruyendo lentamente sus cultivos.

Estos insectos, que debilitan los nutrientes en los arbustos de café y afecta su calidad, están alcanzando niveles de plaga en este país andino, el tercer productor de café de Sudamérica.

Según la Junta Nacional del Café, que representa a los cafetaleros, el valle de Altomayo es uno de los más afectados con este problema, que le costaría a la industria cafetalera peruana unos 20 millones de dólares en pérdidas este año.

Según los productores, la ayuda del gobierno para enfrentar la plaga de "la broca" está demorando en llegar, mientras miles de sacos de café para exportar se están perdiendo en esta cosecha.

"He tratado con pesticidas, pero los escarabajos son inmunes. Están matando mis cerezas (cáscara del grano) de café", dijo Pizango, quien tiene 5 hectáreas de cultivo a 1.200 metros sobre el nivel del mar y es uno de los 140.000 productores cafetaleros del país.

La broca ha afectado al menos la tercera parte de la plantación de la mayoría de productores del valle de Altomayo. También amenaza con frustrar sus esfuerzos por mejorar la calidad de su café y daña aún más su economía, ya afectada por los bajos precios de venta en el mundo.

"La calidad del grano ha bajado este año por la broca", dijo el comerciante de café Mariano Ramos, quien compra a la empresa S&T en Altomayo. "He dejado de comprar a los productores por el momento. Esperaré a ver que el café mejore más adelante en la cosecha", agregó.

Las autoridades del sector todavía esperan que por las buenas condiciones climáticas y el aumento del precio del café en los mercados mundiales la cosecha llegue a unos 3,8 millones de sacos de 46 kilos en el 2004 pese a la presencia de la broca.

Pero aseguraron que la producción podría disminuir si no se toman acciones contra la plaga y que la posibilidad de una producción de unos 4 millones de sacos este año sería improbable de alcanzar, como algunos esperaban.

Perú no es el primer productor de América Latina golpeado por la broca —los agricultores de Costa Rica también fueron afectados en los últimos años y recientemente Venezuela—, pero la nación andina es vulnerable porque mucho de su café es café de sombra, cultivado sin pesticidas.

Esto permite proteger el medio ambiente y que los productores exporten café orgánico al mercado de Estados Unidos, pero provoca que la broca florezca.

La plaga, que perfora las cáscaras dejadas sobre el suelo después de la cosecha y luego se extiende a las plantaciones cuando los nuevos frutos maduran, ha avanzado ante el recorte por parte de los productores de sus gastos y trabajadores tras la caída de los precios del café entre el 2000 y el 2002.

Un exceso en la producción mundial provocó que los precios retrocedieran a niveles de hace 30 años en el 2001, dejando a los cafetaleros peruanos con deudas de más de 90 millones de dólares, según la Junta Nacional del Café.

Si bien los precios han subido, todavía no cubren los costos de producción para muchos cafetaleros.

"Los precios están recupérándose, pero todavía vemos difícil invertir en nuestras plantaciones", dijo Hernando Calle, dueño de una finca de café de 9 hectáreas a 1.000 metros sobre el nivel del mar.

Algunas cooperativas de café están haciendo esfuerzos comunitarios para eliminar la plaga de Altomayo entrenando a sus productores para que tengan más cuidado con sus plantaciones. También están colgando botellas de extracto de café en los arbustos para atraer y atrapar a los escarabajos.

El gobierno lanzará a fines de mayo un campaña a nivel nacional por radio y televisión para orientar a los cafetaleros.

Los productores esperan además el lanzamiento a fines de año de una campaña que le costará al menos unos 400.000 dólares al gobierno para combatir la plaga; sin embargo portavoces del sector dijeron que no podían garantizar que alcance a todas las regiones cafetaleras del país.

La campaña está basada en un estudio financiado por el Banco Mundial que busca maneras de combatir la plaga sin usar plaguicidas químicos.

"Ciertos tipos de abejas [avipas] pueden ser soltadas en las plantaciones y comer la broca, pero sólo tienen unas dos horas de vida y entonces necesitaríamos millones de abejas", dijo Heine Dávila, de la Cooperativa Cafetalera APAVAM.

Muchos cafetaleros advierten que la campaña de erradicación funcionará sólo si todas las fincas son tratadas.

"No tiene caso erradicar la broca de mi plantación, si no lo hacen mis vecinos. La plaga regresará de nuevo", dijo Evelio Rubio en su campo de 6 hectáreas.

Más información:
Insectos plaga: control biológico de la broca del café en Venezuela
Perú lucha contra plaga que afecta sus cultivos de café

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