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05-Nov-2007


El fantástico cielo de las estrellas huérfanas

Quizás no exista vida en el interior de estos sistemas de estrellas huérfanas, pero verlas seguramente nos quitaría el aliento.

¡Qué paisaje impresionante! El verano está por terminar, ha oscurecido y usted está acostado boca arriba dentro de una bolsa de dormir contemplando cómo las últimas cenizas de la fogata se elevan hacia el firmamento. Allí arriba, una majestuosa banda de estrellas divide la noche, es la Vía Láctea.

Ahora imagine la misma escena, pero doblemente bella y brillante.

Espere, no de ese modo exactamente.

Imagine a todas las estrellas de la galaxia girando en el cielo. El núcleo blanco-azulado de las estrellas jóvenes de la galaxia se encuentra rodeado por los amarillos brazos de pulpo de sus hermanas mayores. En uno de los lados, una columna roja de gas casi invisible se aleja, serpenteando, del remolino estrellado, da la vuelta en plena mitad del cielo y comienza a aproximarse hacia... usted.

Utilizando el Observatorio de Rayos-X Chandra, de la NASA, los astrónomos hallaron un lugar en el universo donde el paisaje podría llegar a ser como se lo describe aquí. "Es un lugar cercano a la galaxia denominada ESO 137-001", dice Ming Sun, de la Universidad Estatal de Michigan, quien dirigió la investigación.


La Vía Láctea sobre una carretera rural en Tejas.
Crédito de la fotografía: Larry Landolfi, de Rochester, New Hampshire.

ESO 137-001 forma parte del grupo Abell 3627, una multitud de galaxias ubicadas a una distancia aproximada de 65 Megaparsecs (212 millones de años luz) de la Tierra. ESO 137-001 se distingue de otras galaxias del grupo porque tiene una gigantesca cola, parecida a la de un cometa y salpicada de estrellas jóvenes. "Las llamamos estrellas huérfanas", indica Megan Donahue, miembro del equipo de la Universidad de Michigan, "porque se están separando de sus progenitoras."

Nadie sabe si existe vida en el interior de estos sistemas de estrellas huérfanas, pero si hubiera formas de vida allí, "constituirían una vista fantástica", dice Sun.

Aquí en la Tierra, sólo es posible observar nuestra galaxia, la Vía Láctea, desde el interior. ¡Qué pena! El interior de la Vía Láctea se encuentra repleto de polvo estelar, el cual atenúa la vista que tenemos de las estrellas, excepto de aquellas que están más cerca. En una noche de verano, la Vía Láctea despliega sólo una fracción de su esplendor total. ¡Ojalá pudiéramos elevarnos por nuestro ocupado y polvoriento brazo espiral!

Eso es exactamente lo que está sucediendo en ESO 137-001, explica Sun. "Las estrellas huérfanas se están alejando de su galaxia" hasta el punto donde se puede ver la galaxia completa en retrospectiva. Es el sueño hecho realidad de todo aquel al que le gusta contemplar las estrellas.

¿Cómo sucedió esto? Donahue lo explica: "El grupo Abell 3627 está compuesto por una atmósfera difusa de gas caliente que rodea a todas las galaxias de dicho grupo. ESO 137-001 va moviéndose a través de este gas mientras se precipita hacia el centro del grupo. La galaxia completa, entonces, experimenta una especie de 'viento caliente sobre su cara'". Nota: Saque su cabeza por la ventana del automóvil mientras conduce por Death Valley y sentirá un viento caliente en su cara. Es el mismo concepto. "El viento empuja el gas que da origen a las estrellas hacia afuera, desde la parte trasera de ESO 137-001, creando de este modo una cola similar a la de los cometas, que es donde nacen las estrellas huérfanas".


Una composición óptica en rayos-X de ESO 137-001 y su larga cola.
Crédito: Observatorio de Rayos-X Chandra y Telescopio de Investigación Astrofísica del Sur (SOAR), en Chile.
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No es la primera vez que los astrónomos detectan estrellas que nacen fuera de la galaxia madre. "El Quinteto de Stephen y NGC 4388 constituyen otros ejemplos", dice Sun. "No obstante, ESO 137-001 es especial porque la tasa de formación de estrellas huérfanas allí es muy alta: de 36 a 5700 veces mayor que todo lo que hemos visto hasta el momento". Sun estima que podría haber hasta un millón de galaxias originándose a partir de ESO 137-001, un millón de increíbles cielos nocturnos.

Finalmente, a medida que las estrellas se alejen lentamente de su galaxia progenitora, la vista irá cambiando: ESO 137-001 desaparecerá en la distancia y un oscuro vacío intergaláctico llenará el cielo nocturno. Las únicas estrellas que se verán entonces serán las estrellas huérfanas, "un puñado de puntos de luz muy cercanos y brillantes", afirma Donahue. "Dentro de unos cuantos miles de millones de años, estas estrellas se encontrarán en una región del espacio bastante solitaria".

Tal aislamiento podría ser muy bueno si alguna vez la vida intentara abrirse paso en estos sistemas: "Los planetas que giran alrededor de las estrellas huérfanas podrían verse menos afectados por el esporádico 'cometa de la muerte' cuya órbita ha sido perturbada a consecuencia de sus interacciones gravitatorias con una estrella que pasa por el lugar", especula Donahue.

Es posible que las estrellas huérfanas de ESO 137-001 representen una población entera de trotamundos cósmicos, bendecidos, al principio, con noches imponentes y, al final, con la seguridad del vacío. ¿Cuántos más existen allí afuera? Nadie lo sabe.

"Esta", dice Donahue, "es la razón por la cual exploramos".

En el mes de octubre, los astronómos celebraron el octavo aniversario del Observatorio de Rayos-X Chandra con el "Simposio de los 8 Años de Chandra", en Huntsville, Alabama. Manténgase en contacto con Ciencia@NASA para enterarse de los descubrimientos y planes futuros que se dieron a conocer durante el simposio.

Traducido al español por Iris Mónica Vargas
Fuente: Ciencia@NASA


            
            

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