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15-Jul-2007

NOTICIAS DE LA NASA


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Trata de visualizar esto: Dos robots se hallan suspendidos en el espacio, nariz con nariz. Uno de ellos extiende hacia fuera un brazo plateado y comienza a atender las necesidades del otro. Carga combustible y reemplaza una batería; luego, cuando el servicio concluye, los dos silenciosamente siguen sus respectivos caminos en el espacio.

Estos robots, llamados ASTRO y NextSat, son reales y en este momento están en órbita alrededor de la tierra.


Concepto artístico de ASTRO (a la izquierda), el vehículo de servicio cuyo nombre completo en inglés es Autonomous Space Transport Robotic Operations, y NextSat (a la derecha), el satélite Next-generation que recibe servicio desde ASTRO. Cliquee en la imagen para ver una animación computarizada.

El 8 de marzo de 2007, un cohete Atlas V transportó a los dos vehículos hasta el espacio. Su misión: Demostrar el servicio autónomo de satélites en órbita, una tecnología crucial para la exploración del espacio en el futuro. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada en Defensa (DARPA, Defense Advanced Research Projects Agency) maneja el proyecto, bautizado Orbital Express.

ASTRO y NextSat se ven más bien como satélites comunes que como robots de alta tecnología, pero en realidad son extraordinarios. ASTRO, particularmente, parece tener una mente propia. Puede acercarse a NextSat y acoplarse con él. ASTRO tiene su propio brazo para alcanzar, aferrar y realizar el servicio; tareas que siempre han sido reservadas para las manos de astronautas humanos. NextSat juega un rol menos glamoroso, pero no menos esencial, ofreciéndole a ASTRO su propia estructura para cualquier prueba que los controladores en tierra decidan hacer.

Todo esto es nuevo, y los controladores en tierra proceden con cautela para determinar qué es lo que ASTRO puede hacer actualmente.

La primera prueba en órbita ocurrió en abril. Los dos satélites se mantuvieron acoplados mientras el brazo mecánico de ASTRO aferraba a NextSat, moviéndolo en varias posiciones para calibrar los sensores de captura y acoplamiento. ASTRO también transfirió combustible y una batería a NextSat. Puntaje: Muy bien 10.

La gran prueba siguiente ocurrió el 5 de mayo. ASTRO y NextSat se desacoplaron y volaron totalmente en formación por cerca de 90 minutos. La distancia entre los dos satélites durante esta maniobra era aproximadamente de 10 metros. Después, ASTRO se acercó nuevamente a NextSat, y se reacopló con él, conduciendo el primer acoplamiento autónomo en la historia del programa espacial norteamericano. Esta prueba también incluyó una transferencia de combustible autónoma.


NextSat, fotografiado por ASTRO mientras volaban en formación el 5 de mayo de 2007. Cliquee en la imagen para ampliar.

Este hito se hizo posible gracias al Sensor de Dirección Visual Avanzado (Advanced Video Guidance Sensor, AVGS) de ASTRO, desarrollado en el Centro Marshall de Vuelo Espacial. Esta es una de las tecnologías claves que dan a ASTRO "una mente propia".

ASTRO necesitó toda la inteligencia que pudiese reunir a mediados de mayo cuando algo inesperado sucedió. Una interferencia en la computadora de vuelo de ASTRO provocó el aborto de una prueba de acoplamiento a una distancia de 10 metros con respecto a NextSat, antes de que los vehículos se reacoplaran. Durante los próximos días, ASTRO y NextSat viajaron separados por una distancia mayor a los 6 kilómetros. El 19 de mayo, a casi 150 metros —más grande que cualquier distancia utilizada para las pruebas del Orbital Express dirigidas desde la Tierra— el sistema AVGS se encendió y comenzó a rastrear a NextSat. Se evitó el desastre.


NextSat, momentos antes de acoplarse con ASTRO el 17 de abril de 2007. Cliquee en la imagen para ampliar.

"AVGS fue de gran ayuda para volver a unir las naves espaciales", comenta Fred Kennedy, el encargado del programa en DARPA. "Nuestro equipo de operaciones pasó largos días diagnosticando anomalías de navegación y de sensores, y finalmente pudo reposicionar manualmente a ASTRO a un kilómetro de NextSat. Entonces era cuestión de retornar el control de dirección a ASTRO, que realizó una serie de maniobras autónomas para reacoplar las dos naves".

Esta prueba imprevista pudo haber sido la más valiosa de todas, demostrando que ASTRO y NextSat pueden lidiar con lo inesperado, y trabajar más allá de sus límites teóricos.

La misión ahora está perfilando un final después de establecer varios hitos en la historia espacial norteamericana. Además del primer rendezvous autónomo, ASTRO capturó a NextStat en pleno vuelo usando su brazo robótico.

Todo esto demostrará que los acoplamientos y el mantenimiento automatizados pueden ser una opción realista para las misiones espaciales futuras. De hecho, las tecnologías probadas por Orbital Express podrían revolucionar la manera de explorar el espacio, permitiendo dentro de la próxima década reaprovisionar de combustible y reparar los vehículos espaciales sin el tacto de una mano humana. Esto liberará a los seres humanos de los trabajos que solamente los seres humanos pueden hacer.

Autor: Dauna Coulter
Traducido al español por Leonardo Montero Flores
Fuente: http://science.nasa.gov/


            
            

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