30/Sep/04
Ciencia ficción: ¡Y Viedma fue una fiesta! (Primera Parte) ¿Qué posibilidades hay de que una comunidad encuentre un tiempo y un espacio para hablar en profundidad de la literatura fantástica, y del fantástico en general, durante toda una jornada, y que además esas charlas sean un éxito? Viedma, en la provincia argentina de Río Negro, fue la sede del Encuentro Nacional de Cultura en Río Negro, organizado por la Fundación Ciudad de Arena, y preludio de un periplo fantástico de tres días que llevaría a más de un centenar de escritores, directores, periodistas, editores, alumnos y docentes a recorrer transversalmente la provincia a bordo del Tren Patagónico. Pero no vale la pena adelantarse. En esta nota, el primer sobrevuelo a la jornada del 24 de septiembre de 2004, en el centro cultural municipal de Viedma. (Joe Garrafex, desde Viedma) Habrá quien dentro de unas cuantas décadas puedan decir: "Yo estuve allí". Compartiendo un café con Ana María Shua, escuchando a Alberto Laiseca desgranar el porqué de su sello macabro, asistiendo en vivo y en directo a la presentación de la novela de Carlos Gardini que salió finalista del premio Minotauro, o presenciando un fogueado taller literario para docentes con la asistencia de varios escritores. Lo cierto es que el centro cultural, dependiente de la Municipalidad de Viedma, albergó un conjunto de charlas y talleres, todos los cuales giraron en torno a la ciencia ficción y el género fantástico. Si bien hubo un par de ausencias con aviso tal el caso de Angélica Gorodischer y la escritora mendocina por adopción Liliana Bodoc, autora de la Saga de los Confines, lo cierto es que el escenario contó con numerosas figuras de peso como para animar el interés de los asistentes. Luego del acto de apertura, a cargo del presidente de la Fundación Ciudad de Arena, Gabriel Guralnik, abrieron el juego dos pesos pesados del género: Ana María Shua y Pablo Capanna, a los que luego se sumó "fuera de programa" el ensayista Carlos Abraham, que dirige la revista de ensayo sobre ciencia ficción argentina y latinoamericana Nautilus. La entrevista abierta fue lo suficientemente "abierta" como para que, en pleno transcurso, Ana María Shua decidiera autoreprogramar su participación para la tarde. De allí en más, dos de los cráneos más valiosos de la CF teórica vernácula (uno consagrado y mundialmente reconocido, como es el caso de Capanna, y otro que está trabajando desde La Plata en el rastreo minucioso de las raíces históricas del fantástico nacional a través del centro de investigación Nautilus), tomaron el foco de la atención. En particular, Carlos Abraham, quien demostró que aquello de "no tener nada preparado", no es necesariamente lo mismo que "no tener nada que contar". Sobre el trabajo de estudio de ciencia ficción y fantasía, Capanna explicó: "Hay que ver distintos aspectos de la critica y la teoría. Personalmente, siempre hice un trabajo de amateur. Recién ahora está llegando la academia y se está montando un aparato de la crítica sistemática, con una metodología detrás". El filósofo (y desde hace unos meses Lord de la Instrumentalidad) destacó que escribió sobre aquellos autores que le interesaban particularmente, lo cual no siempre significó que fueran los más populares. "Sin embargo lo disfruté mucho. Si eso le sirvió a alguien, mejor. Pero no creo que se hayan empezado a leer más estos autores porque yo los haya estudiado. Lo que pasa es que hay gente a la que le gustó el enfoque. Está hecho con mucho cariño, más que otra cosa". A su turno, Abraham trazó un interesante bosquejo del estado del arte en materia de investigación académica: "Considero que existen dos personas que han sido los principales realizadores de aportes a la crítica literaria de ciencia ficción en la Argentina. Uno es Antonio Pagés Larraya un estudioso de la literatura del siglo XIX, y el señero prologuista de los Cuentos fantásticos de Eduardo Ladislao Holmberg: y Pablo Capanna". Abraham reconoció que el campo del ensayo sobre ciencia ficción nacional es todavía virgen y "muy poco explorado". El equipo de investigación del que Abraham forma parte, integrado además por Christian Vallini y Alejandro Sacardi, entre otros, tiene ante sí un ambicioso proyecto de que implica identificación de autores (muchos de los cuales se autopublicaba o aparecía en medios de interés general), ubicación de sus obras y establecimiento de las bases para la realización de estudios académicos serios. Como ejemplo, este centro de investigación ya ubicó 64 autores argentinos de ciencia ficción en el siglo XIX. Terminada la primera charla, subieron al estrado "Los otros creadores: Sitios Web del Género Fantástico". Bajo la moderación del periodista Alejandro Alonso, Luis Pestarini (editor de Cuasar), Eduardo Carletti (director de Axxón) y Pablo Sapere (de Quintadimensión.com, y además organizador del festival Buenos Aires Rojo Sangre, a celebrarse entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre de este año), hablaron sobre la oferta cultural del género en Internet, y el trabajo de superación y diferenciación que cada uno de los medios realiza, teniendo en cuenta que, en la Web, cualquier página está a un clic de distancia. De hecho, este trabajo demostró tener facetas distintas en cada una de los sitios de Web citados pues, como se vio, cada medio tiene perfiles distintos y hasta cierto punto complementarios: apéndice de la revista en papel en el caso de Cuasar, o publicación multidisciplinaria (que abarca, aunque no de forma excluyente, la ficción y la información) en el caso de Axxón, o bien como publicación orientada a la información (sobre todo en el ámbito del cine de terror y ciencia ficción) en el caso de Quintadimension.com. En el caso de las publicaciones electrónicas que incluyen ficciones o artículos periodísticos y de ensayo, tanto Pestarini como Carletti señalaron la importancia del filtro del editor, aún cuando el trabajo de los colaboradores y escritores no sea pago. Parte de los tópicos desgranados a lo largo de la charla fueron el papel de los colaboradores, la forma de captar y retener el interés de los lectores, las actividades asociadas la mundo físico (más allá de la publicación en la Web) y la relación de los medios electrónicos entre sí. Mientras los panelistas conversaban entre sí y con el público asistente, el encuentro era grabado para la edición de un documental que también incluiría el Taller Itinerante a bordo del Tren Patagónico. La mañana fue jalonada por otras actividades de taller, que eran el preludio de los platos fuertes de la tarde: la presentación de Fábulas invernales de Carlos Gardini y la mesa redonda de Creadores del Género Fantástico. Pero para la crónica de estos episodios tendrán que esperar al próximo capítulo. Joe Garrafex, para Axxón y Garrafex News. Más información:Encuentro Nacional de Cultura en Río Negro Fueron anunciados los ganadores de los Concursos de la Fundación Ciudad de Arena Angélica Gorodischer brilló en el Encuentro de Creadores Argentinos celebrado en Buenos Aires Género fantástico: La fundación Ciudad de Arena se presenta en sociedad Viaje en el tren que cruzó la Patagonia cargado de artistas |
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