21/Ago/05

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Buenos Aires: La sabiduría de Mafalda revive en una plaza de Colegiales

(La Nación) La perspicacia y acidez de su pensamiento, sus inquietudes intelectuales y sus desvelos humanísticos junto con su fisonomía inconfundible de niña corrosiva, pero inteligente, y la de toda su pandilla de amigos también, se apoderaron por derecho propio de una plaza de Colegiales (barrio de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina).

La manzana verde situada en la intersección de las calles Conde y Santos Dumont fue bautizada en 1995 con el nombre de Mafalda para honrar a ese personaje tan nuestro. Ahora, la Secretaría de Cultura del gobierno porteño eligió ese enclave para llevar adelante su Programa de Caracterización de Espacios Verdes, donde la imagen y las ocurrencias de Mafalda y su tribu se reproducen en bancos, juegos infantiles y carteles para arrancarles una sonrisa a chicos y grandes.

"Para rendir tributo al valiosísimo trabajo de Quino, quien, a través de Mafalda, supo hacernos reflexionar sobre la situación de nuestra sociedad y del mundo en que vivimos. Ese personaje, con su vigencia e impactante claridad, nos ayuda a pensarnos y vernos a nosotros mismos. Por esta contribución a la síntesis de nuestra identidad, Quino y Mafalda se merecen este homenaje", explicó ayer a La Nación el secretario de Cultura de la ciudad, Gustavo López.

El domingo, a las 11, la plaza, remozada y caracterizada con el personaje, será inaugurado por López, junto con Joaquín Lavado (Quino). Y tal como lo imaginó Mafalda, el grupo The Shouts, que personifica a los Beatles, descenderá de un Citröen (como el que tenía el papá de la niña) para entonar las melodías del cuarteto, soltar globos con mensajes de paz y leerle una carta abierta a Quino, declarado recientemente ciudadano ilustre de la ciudad.

Los siete amigos

Cuatro artistas plásticos —María Inés Tapia Vera, Paula Franzi, Eduardo Iglesias Bickles y el fileteador Fabián Herrera— pintaron en distintos sectores, bancos y juegos de la plaza las viñetas de la tira creada por Quino en 1963, traducida a 12 idiomas y publicada en 26 países. El parque fue sectorizado en siete zonas, bautizadas con carteles que lucen las imágenes y los nombres de Felipe, Susanita, Miguelito, Libertad, Manolito, Guille y Mafalda. En el anverso, se describen las señas particulares de cada uno, para familiarizar a las nuevas generaciones con los personajes.

Lo más impactante es un nuevo mirador con terraza, sobre el cual se dibujaron una rayuela y la silueta de Mafalda. Sobre otros carteles, la niña de siete años, fiel defensora de la paz, los derechos humanos y la democracia, alecciona sobre derechos de los niños y enuncia las pautas ecológicas básicas que deben ser respetadas.

"El concepto original era recrear a Mafalda con esculturas de resina epoxi, como hicimos el año pasado en las plazas Enrique Santos Discépolo, Roberto Goyeneche y Rodolfo Walsh. Pero Quino no quiso saber nada con ver a su personaje en versión tridimensional o dibujado sobre colores que no fueran primarios", contó López, y deslizó que la representante de Quino en el país, Julieta Colombo, fue la encargada de supervisar las viñetas más adecuadas para reproducir.

La Dirección General de Espacios Verdes, por su parte, encaró la reparquización de la plaza, y la pintura y el acondicionamiento de los juegos infantiles. Parte de los trabajos de infraestructura incluyeron la colocación de grandes paneles de cemento, donde los artistas reprodujeron situaciones magistrales de Mafalda y su pandilla.

En una de ellas, Mafalda, inseparable de su radio, escucha: "Hizo el Papa un nuevo llamado a la paz". Enseguida, con su habitual irreverencia agrega: "Y le dio ocupado como siempre, ¿no?". En otra, Mafalda se sube a un banco y vocifera: "Quiero felicitar a los países que conducen la política mundial". Luego, reflexiva, sentencia: "Así que espero que alguna vez haya motivos".

La voz de los vecinos también se hizo presente: votaron, a través de la página web del gobierno de la ciudad, la viñeta que, a su criterio, no podía faltar en un homenaje a Mafalda y ésta se reprodujo en un espacio especial junto con un mensaje a Quino que reza: "Nos enseñaste a pensar en clave humorística y crítica a varias generaciones. Tus personajes nos llegaron al corazón y nos sirvieron en la resistencia. Por tu lucidez y honestidad, seguimos sonriendo aún en los momentos más difíciles. Por todo esto nos comprometemos a que las próximas generaciones conozcan tu obra y la disfruten, sea cual sea el mundo que nos toque, que no es poco".

Aprobación de los vecinos

Los vecinos de Colegiales aplaudieron la iniciativa de la Secretaría de Cultura porteña de ver la sabiduría de Mafalda plasmada en la plaza de su barrio. "Ella nos ha adoctrinado a todos sobre la vida y el mundo, y es justo que su pensamiento lúcido se amplifique, así las nuevas generaciones también se despabilan, como nos pasó a nosotros décadas atrás", dijo a La Nación Susana Avila, que llevó a su hija de dos años a la plaza y se encontró con el personaje favoritos de su adolescencia. Otra vecina, Laura Herrera, sentenció: "Es bueno escucharla, porque ella es como escuchar la voz de nuestra conciencia".