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Una bacteria tendría efectos benéficos en la aterosclerosis
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(La Nación) - La cirugía de la carótida (la operación "presidencial" se refiere al ex-presidente de la Rúa que restaura el flujo sanguíneo hacia el cerebro a
través de la arteria del mismo nombre) es una ocasión única para estudiar el material que tapiza el interior de los grandes vasos la placa aterosclerótica con el
paciente vivo. El cirujano vascular opera, lo extrae y lo envía al patólogo para que lo analice.
A los doctores Gustavo Sevlever y Sebastián Ameriso, de Fleni, este procedimiento aparentemente sencillo les permitió hacer un descubrimiento inesperado: en
muchos de los pacientes que tienen la carótida obstruida se observa en la placa aterosclerótica la presencia de Helicobacter pylori, el bacilo que produce
la úlcera gástrica. Pero lo más sorprendente es que, en este caso, parece tener un efecto protector.
"Encontramos este germen en una alta cantidad de muestras explica Sevlever. Pero, además, como muchos pacientes se operan de las carótidas en forma
preventiva, pudimos comparar un grupo de pacientes que habían tenido síntomas con otro que no. Lo novedoso e interesante de nuestro trabajo es que pudimos
ver que las carótidas que no habían tenido síntomas eran las que tenían una mayor incidencia de esta infección."
El resultado fue tan original y contrario a lo que se intuía que la investigación, realizada en 48 pacientes, acaba de publicarse en el número de septiembre de
Stroke, una de las revistas científicas más importantes de la especialidad.
Sevlever y Ameriso habían probado hace ya cuatro años que en muchos de los pacientes con la carótida obstruida hay una alta presencia de
Helicobacter. "Se sabía que había pacientes con arterosclerosis que tenían anticuerpos contra este bacilo, pero el nuestro fue uno de los primeros
trabajos que lo demostró por análisis de microscopía y biología molecular", cuenta el especialista.
Aunque la aterosclerosis se consideró inicialmente una enfermedad de las grasas, pronto se advirtió que tenía también un importante componente inflamatorio, lo
que llevó a intentar identificar microorganismos vinculados. En las arterias coronarias, esto permitió el hallazgo de clamidia, micoplasma y otros gérmenes.
Para esta investigación, Sevlever y Ameriso enviaron el material patológico a un laboratorio parisiense especializado en "estrés oxidativo", un proceso que se
desarrolla en el organismo por la agresión de infecciones, tóxicos, traumatismos...
"Cuando eso ocurre, para defenderse el cuerpo produce una enzima, la hemooxigenasa detalla Sevlever. Lo que vimos es que las placas de la carótida que
estaban infectadas con Helicobacter eran las que expresaban esta enzima. Es decir resume, encontramos una clara prevalencia de la infección con
Helicobacter en gente que no había tenido síntomas y que a su vez expresaba en sus placas una reacción de defensa. Aún no lo sabemos, pero se podría
especular que la infección con Helicobacter genera una respuesta de defensa en el organismo que estabiliza la placa."
Los investigadores no pueden precisar, todavía, si el Helicobacter tiene un papel en el inicio, en la progresión o en la complicación final (cuando se rompe
y puede provocar un ataque cerebral) de la placa aterosclerótica.
"La del Helicobacter es una infección muy generalizada desde edades muy precoces dice Ameriso. Una de las posibilidades es que todos nosotros
hayamos tenido algún contacto con el bacilo y que tengamos una infección desde edades muy previas al fenómeno aterosclerótico, pero esto es hipotético.
Podría ser un pasajero inocente, la causa o una complicación."
Sin embargo, este hallazgo parece respaldar ensayos clínicos internacionales que intentaron comprobar si el uso de antibióticos reducía la incidencia de eventos
coronarios y cerebrovasculares. "En general han tenido resultados negativos afirma el especialista. Hoy el consenso es que los antibióticos, aun usados en
forma crónica, no disminuyen la ocurrencia de enfermedad vascular."
Aportado por Eduardo J. Carletti
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