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El pasado espacial de la URSS, a subasta en París
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Una cápsula que aterrizó en Kazajistán a finales de los 80 se vende por 20.000 €
El módulo tiene una altura de 2,7 metros y un diámetro de 1,7 y pesa 2.400 kilos
Los restos del imperio soviético están en venta. Si el pasado 16 de abril Christie's subastó un mamut siberiano, el próximo 16 de junio una cápsula espacial de
fabricación rusa será objeto de puja en la casa Drouot, en París. Se trata de un módulo de satélite del modelo Fotón, que aterrizó en el desierto de Kazajistán a
finales de los 80 después de pasar dos semanas en el espacio. El precio se estima entre 20.000 y 30.000 euros.
Quien quiera -y pueda- poner una cápsula espacial en su vida no necesitará un gran hangar para guardarla. El módulo tiene una altura de 270 centímetros, un
diámetro de 170 centímetros y un peso de 2.400 kilos.
Directamente derivadas de la cápsula Vostok, en la que viajó en 1961 el primer hombre que fue lanzado al espacio, Iouri Gagarin, las Fotón son utilizadas
desde 1985 para efectuar experiencias de biotecnología y de tecnología espaciales. A partir de 1989, numerosas expediciones europeas se han realizado
gracias a este sistema, de presupuesto más ajustado que los primeros modelos.
12 EJEMPLARES
Rusia lanzó entre 1985 y 1999 hasta 12 ejemplares como el que será subastado en el Hotel Drouot. El dato más concreto que se dispone de esta cápsula es
que fue una de las siete primeras en ser lanzadas al espacio. Las marcas de la combustión de los costados atestiguan su viaje más allá de la atmósfera. El
artefacto fue lanzado desde la base de Plessotsk, a 650 km al norte de Moscú por un cohete Soyuz-U.
La particularidad de esta cápsula es que es uno de los pocos modelos con capacidad de ser "rescatado" en la Tierra. Normalmente, los artefactos espaciales no
se conservan. Los cohetes desaparecen en el mar o en las capas altas de la atmósfera, donde se desintegran. Y los satélites, una vez cumplida su misión en el
espacio, son desviados hacia órbitas llamadas de garaje. Este es de los pocos que aterrizó en el desierto de Kazajistán con su "carga útil". Es decir, con
muestras sometidas al vacío espacial y destinadas al estudio.
CLICHÉS DE LA NASA
Aunque se trata de la pieza más vistosa, no es la única que tiene que ver con la carrera espacial. Entre los lotes que se subastarán en París figuran clichés
originales de la agencia espacial norteamericana, la NASA. Se trata de imágenes tomadas de las operaciones Gemini y Apollo. Seguramente Neil Armstrong
-el primer hombre que pisó la luna, en julio de 1969- jamás habría creído que un día el material fotográfico de la NASA se subastaría como si se tratara de un
lote de candelabros antiguos.
La venta se realiza con ocasión del Salon de aviación Bourget y para celebrar el 50 aniversario del primer vuelo del satélite soviético Sputnik en 1957. También
saldrán a la venta autógrafos, libros, carteles, estampas y fotografías relacionadas con los primeros pasos de la aviación.
Entre este material destacan unos documentos originales de los hermanos Wright, inventores del aeroplano. También hay documentos de otros pioneros de la
aviación como Louis Bréguet o Louis Blériot, de héroes de la primera guerra mundial y de grandes aventureros, como Charles Lindbergh. De hecho, no se trata
solo de los vestigios del imperio ruso, lo que está en venta es la propia historia de los avances de la humanidad.
Fuente: ElPeriodico.com. Aportado por Daniel Antokoletz
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