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23/Sep/08



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Ganadores 2008 de los British Fantasy Awards

Los ganadores de los British Fantasy Awards de este año, votados por la British Fantasy Society, fueron presentados en el Fantasycon de este fin de semana en Nottingham, Reino Unido

Los ganadores y finalistas son:

Premio Karl Edward Wagner (premio especial)

Ray Harryhausen

Premio Sydney J. Bounds para el mejor recién llegado

Scott Lynch

Premio August Derleth (NOVELA)

The Grin of the Dark, Ramsey Campbell (PS Publishing)

Heart Shaped Box, Joe Hill (Gollancz)

The Intruders, Michael Marshall (HarperCollins)

The Servants, Michael Marshall Smith (Earthling)

The Taken, Sarah Pinborough (Dorchester)

The Terror, Dan Simmons (Little, Brown)

NOVELLA

The Scalding Rooms, Conrad Williams (PS Publishing)

After the War, Tim Lebbon (Subterranean Press)

All Your Gods are Dead, Gary McMahon (Humdrumming)

Black Tide, Del Stone, Jr. (Telos Publishing)

Rain, Conrad Williams (Gray Friar Press)

Starship Summer, Eric Brown (PS Publishing)

FICCIÓN BREVE

"My Stone Desire", Joel Lane (Black Static #1)

"Digging Deep", Ramsey Campbell (Phobic: Modern Horror Stories Comma Press)

"Discovering Ghosts", Tim Lebbon (Postscripts #10)

"The Spider Kiss", Christopher Fowler (The Mammoth Book of Monsters)

"Thumbprint", Joe Hill (Postscripts #10)

ANTOLOGÍA

The Mammoth Book of Best New Horror 18, Stephen Jones (Robinson)

The Black Book of Horror, Charles Black (Mortbury Press)

The First Humdrumming Book of Horror Stories, Ian Alexander Martin (Humdrumming)

New Writings in the Fantastic, John Grant (Pendragon)

Zencore!, D. F. Lewis (Meganthus)

COLECCIÓN

Old Devil Moon, Christopher Fowler (Serpent's Tail)

Dirty Prayers, Gary McMahon (Gray Friar Press)

Going Back, Tony Richards (Elastic Press)

Midnight Bazaar: A Secret Arcade of Strange and Eerie Tales, Simon Clark (Robert Hale)

Plots and Misadventures, Stephen Gallagher (Subterranean Press)

Stains, Paul Finch (Gray Friar Press)

NO FICCIÓN

Whispers of Wickedness Peter Tennant (sitio de críticas literarias)

Nightmare USA: The Untold Story of the Exploitation Independents, Stephen Thrower (FAB Press)

"Planet Dodo", Allen Ashley (columna)

UKSF Book News, Darren Turpin

Wormwood, Mark Valentine (Tartarus Press)

PRENSA PEQUEÑA

PS Publishing, Peter Crowther

Black Static, Andy Cox

Elastic Press, Andrew Hook

Postscripts, Peter Crowther

Screaming Dreams, Steve Upham

ARTISTA

Vincent Chong

Les Edwards

Dave McKean

Bryan Talbot

Steve Upham

The Grin of the Dark, por Ramsey Campbell [La sonrisa de la oscuridad]

Los payasos dan miedo. Es obvio. Pero ¿ofrece la propuesta de Ramsey Campbell sobre esta imagen del terror algo nuevo, o aun entretenido?

No es difícil hacer payasos temibles, enfrentémoslo. Son intrínsecamente temibles. Es como escribir un libro sobre una peste de arañas que se escurren en las almohadas, los zapatos, y los baños de todos en un pequeño pueblo. Apuesto a que se encogió de sólo pensarlo, ¿verdad? Es una garantía que los payasos atemoricen a la gente, de modo que si alguien escribe un libro sobre ellos y los pinta de malvados, realmente tendría que arruinarlo todo si los hace manos que escalofriantes. The Grin of the Dark de Ramsey Campbell adopta un enfoque ligeramente diferente de los payasos al de, por ejemplo, Stephen King, pero todavía es un objetivo casi demasiado fácil y ejecutado con una mano bastante pesada.

El protagonista de Campbell es Simon Lester, un escritor que pasa apuros y cuya carrera se pone peor cuando escribe para Cineassed, una polémica revista de cine. Su vida privada no está en mejores condiciones; aunque el hijo de su novia lo adora, los padres de ella no. Y como el apartamento donde vive les pertenece, están en posición de hacerles la vida realmente miserable. Cuando un viejo conocido le ofrece trabajo a Simon para escribir un libro sobre un comediante olvidado de la era del cine mudo, él acepta en el acto la oportunidad (y el adelanto de 10.000 libras) pero en cuanto empieza a investigar, se da cuenta de que las cosas no son tan simples como parecían.

Todos los eventos de la novela son vistos sólo desde la perspectiva de Simon, de modo que las únicas pistas que tenemos respecto a qué podría estar ocurriendo realmente vienen de conversaciones con otras personas. El narrador poco confiable es apenas un nuevo concepto, pero Campbell lo lleva demasiado lejos; la relacion mental de Simon con la realidad se deforma tan temprano que cuando llega el final uno queda tambaleante. No ayuda que el estilo de Campbell parece ser resueltamente opaco. En ocasiones es usado para un efecto sorprendente, los primeros trabajos de una pesadilla inducida con drogas y con privación del sueño, por ejemplo, para comunicar la completa confusión que Simon está experimentando, pero a menudo sólo hace el libro más difícil. Como en las secuencias reales de sueño, los retratos convincentes de la demencia son difíciles de hallar, y no estoy seguro de que alguien encuentre alguno aquí.

La lectura alternativa, por supuesto, es que ocurre algo sobrenatural, alguna maligna criatura de la oscuridad persigue a Simon a cada paso (extrañamente, en especial a través de la caótica pizarra de mensajes del famoso IMDb) pero eso tampoco es muy convincente. Las revelaciones del último capítulo vienen demasiado tarde en los eventos, resultando en un final algo repentino e insatisfactorio, de la clase donde se pasa la última página y uno piensa: ¿Hey? ¿Eso es todo?

Es especialmente raro dada la estructura del libro, desde el principio Campbell ha dejado caer pistas-yunques sobre el lector. No ofrece furtivas visiones de algo espeluznante que se oculta en las sombras, sino que le codea repetidamente las costillas gritando "¡Mire! ¡Mire! ¡Mire ahí!" Es agotador después de un rato, y por un rato significa "unas 50 páginas", ya que cada capítulo involucra múltiples observaciones de personas que parecen espeluznantes como payasos. Y no es nada que se pueda mencionar sutilmente en un libro; en una película, quizás alguien de aspecto raro en el fondo de una toma sería mucho más eficaz, pero aquí es odioso. El pudín tiene tantos huevos que uno espera algo enorme y culminante cerca del final, y ese momento nunca llega.

Es una lástima que el libro está tan preocupado por su propia inteligencia, realmente. Hay páginas y páginas ocupadas con las discusiones en línea de Simon con un nomo de la IMDb a quien le gusta jugar juegos de palabras, y los interminables anagramas y deliberadas faltas de ortografía son irritantes. Todo el sub-relato de los padres de la novia de Simon, en última instancia, tampoco tiene sentido; de hecho, toda la vida social de Simon no sirve para mucho. Es sólo relleno; y relleno estresante, ya que el libro quiere constantemente que nos preocupemos por lo que hacen los futuros suegros de Simon. Algunas partes de la novela son escalofriantes, pero sólo si puede ignorar una prosa muy incómoda; uno realmente tiene que confiar en la historia para que al final tenga sentido pasar a través de las partes muy dolorosas, y si lo logra probablemente se sentirá traicionado al terminar.

El problema con The Grin of the Dark es principalmente que la sección del medio es demasiado larga; la introducción está demasiado ansiosa por entrar en el mundo de hombres escalofriantes a la vuelta de cada esquina, y el final no es bastante sustancioso. Es una lástima, pero en última instancia el único impacto duradero del libro es hacerle tener ganas de tomar una siesta para aclarar un poco la cabeza.

The Scalding Rooms [Las habitaciones hirvientes]

Algunas noches se pueden escuchar gritos que se alzan de The Eyes, el matadero en New Cut Lane. Esos gritos pertenecen a los animales que forman fila allí y esperan la muerte. Bueno, la mayor parte...

The Eyes es un lugar de trabajo brutal, para no mencionar la muerte. Muchas vidas se han perdido allí a lo largo de los años, a veces por una maquinaria defectuosa, a veces por una enfermedad, y ocasionalmente cuando los animales atrapados atacan a sus ejecutores. Pero se queda el único empleador de la mayor parte de la gente que vive en y alrededor del pueblo de Red Meadows. Las alternativas incluyen alcohol, violencia ocasional, y suicidio. Algunos podrían decir que eran infinitamente más atractivos. Junko Cane no estaría de acuerdo. Regresó a fuerza de uñas de una vida horrorosa de guerra de pandillas, está contento con su trabajo, a pesar del ogro-capo del matadero, Max Grappen. El trabajo, aunque desagradable y peligroso, pone comida sobre la mesa para su esposa e hijo. La vida, como es, tiene sus comodidades.

Sin embargo, el oscuro pasado que Junko ha tratado de dejar atrás no renunciaría a él tan fácilmente. Cuando tropieza con la tarjeta clave de Max Grappen la curiosidad de Junko hace de las suyas y la usa para acceder al mundo escondido de su empleador. Pero no es la única persona que investiga el pasado de Grappen. La enigmática Boa Cleethe, analista de daños, también sospecha del jefe del matadero. Y la amenaza de Junko, el señor del crimen Krave Wheaste, le está respirando sobre el cuello.

Lo que descubren juntos Junko y Boa no sólo pone a toda la población de Red Meadows en un peligro terrible, sino que amenaza a la frágil familia de Junko, y expone los secretos terribles, locos y sanguinarios de The Eyes.

La trama básica de Williams, la de hombre una vez violento que debe reasumir esa existencia y los sangrientos resultados de su elección, es familiar a las historias de vaqueros y dramas de crímenes. El éxito de Williams es usar esa bien establecida trama como un marco del que colgar una exploración de la memoria y la identidad. En una de las escenas más sorprendentes de la novella, Junko y los demás trabajadores del matadero observan cómo se aproxima y choca un tren de entrega no esperado cuyo contenido es tan horrendo que llega a ser increíble. Es una imagen adecuada para el impacto que el pasado renaciente de Junko tiene sobre su vida y la de su familia. Como ocurre a menudo en los trabajos más largos de Conrad Williams, el final del relato trae la revelación de que ciertos aspectos de la historia que su protagonista acaba de vivir han sido alucinaciones; aún en este caso, esa revelación sólo resalta la conjunción del mundo interior y exterior de Junko Cane.

Black Static #1

Octubre vio el lanzamiento de lo que debía haber sido la edición 43 de The Third Alternative. Para los lectores de ese título, ha sido una espera larga para tener en sus manos la nueva reencarnación, ahora conocida como Black Static, y la pregunta a la que la gente con seguridad quiere respuesta es "¿Ha valido la pena la espera?".

Las razones del nacimiento de Black Static provienen del borroneo de las líneas entre The Third Alternative e Interzone, otra revista de la cuadra de TTA Press. Black Static, por lo tanto, ha sido producida con una voz muy definida.

Hay seis cuentos en este número. El primero, Bury The Carnival, de Simon Avery, es una toma fresca de Pinocchio, con el papel de Geppetto asumido por Charousek, un hombre recientemente liberado de la prisión por puritanos despóticos.

Y parece que Black Static contiene relatos oscuros, de atmósfera pesada, si tenemos en cuenta el resto del número. My Stone Desire, de Joel Lane, lo ejemplifica acertadamente. Es temperamental, oscuro y casi violento a veces, y sin embargo Lane también incluye un costado más gentil al relato. Una historia sobre el amor, lujuria y pérdida, el excelente uso de la metáfora y de la imaginería de Lane, combinado con un protagonista bien desarrollado, debería ser suficiente para crear una historia excepcional, y sin embargo no es memorable. A pesar de ser una lectura bastante placentera, no deja una impresión duradera.

Las otras cuatro historias de este primer número son: Acton Undream, de Daniel Bennett; Pale Saints and Dark Madonnas, de Jamie Barras; Votary, de M. K. Hobson; y Lady of the Crows, de Tim Casson.

Black Static es un orgullo para TTA Press; les deseo la mejor de las suertes, y espero ver que esta nueva revista se desarrolle.

The Mammoth Book of Best New Horror 18, Stephen Jones (Robinson)

Año tras año Stephen Jones continúa escogiendo y montando en un abultado volumen lo que se supone es lo mejor en la ficción breve de terror a ambos lados del océano. No discutiré otra vez de los pros y contras de las antologías de "lo mejor del año" donde el gusto del editor es la única regla para determinar qué historias merecen ser incluidas. Es el mismo viejo asunto y cualquiera es libre para estar de acuerdo o no con la selección anual.

Hay historias, sin embargo, que son tan buenas y están tan bien escritas que no pueden dejar de captar la atención de lectores y críticos. En otras palabras, la ficción de calidad alta (y pobre calidad) es fácilmente identificable más allá del gusto personal y no es difícil coincidir sobre sus méritos. Es la calidad regular la que genera opiniones diferentes y comentarios encontrados.

El volumen actual contiene varios relatos excelentes y coincido totalmente con muchas de las elecciones de Jones.

Los ejemplos destacados son: Lo que la naturaleza aborrece, de Mark Morris, una excelente e impresionante hazaña de terror que retrata a un hombre que despierta a solas en un tren desierto para quedar envuelto en una aventura de pesadilla; y el magnífico El americano muerto, de Jay Lake, una fábula melancólica ubicada en un mundo marginal de crueldad y pobreza donde un niño protege su versión personal del sueño americano.

La nostalgia es también el leitmotiv del bello y delicado Los cosechadores de azafrán, de Elizabeth Hand, en el que la ternura de un lazo de amor entre un hombre y una mujer que viven separados y la esperanza de un futuro más brillante, son destrozadas por un desastre natural.

Gene Wolfe provee el exquisito Sollozo en el silencio, un retrato terrorífico de un asesino despiadado que finalmente encuentra su castigo, mientras Ramsey Campbell contribuye con el excelente Cavando profundo, que describe el angustiado destino de un hombre enterrado vivo.

Otro ganador viene de la pluma de Glen Hirshberg que en La sonrisa del demonio imparte una fuerte sensación de misterio y temor con el relato de una tragedia marina que gira en torno a un faro ruinoso.

Una estación interminable y calurosa es la verdadera protagonista del vívido y placentero Verano, de Al Sarrantonio, mientras un invierno nevoso suministra el escenario para Ellos, un fuerte y espeluznante relato de David Morrell que tiene como protagonista a un hombre atrapado en una granja desierta rodeada por criaturas misteriosas y hambrientas, y que lucha por sobrevivir.

Los otros malos lugares, aptos para generar horror e inquietud son la casa vacía de una mujer muerta que se cree era una bruja, como la que describe Lynda Rucker en el inquietante El último carrete, y las fantasmales estaciones en desuso del Londres subterráneo donde Mark Samuels ha ubicado hábilmente su profundamente preocupante Centinelas.

Vale la pena mencionar también El horror de relojería, de F. Gwynplaine MacIntyre, un relato inteligente donde un Poe joven descubre que un jugador del ajedrez autómata es un engaño inesperadamente relacionado con su historia familiar.

Además de una justa cantidad de buena ficción, The Mammoth Book of Best New Horror #18 de Jones provee, como siempre, una invalorable recapitulación de los libros y películas de terror aparecidos durante el año anterior, así como una información exhaustiva sobre las más interesante revistas y sitios, editores de pequeña prensa, y ganadores de premios del género.

Old Devil Moon, Christopher Fowler [Vieja luna diabólica]

Esta colección oscura, a veces divertida y satírica, de relatos de suspenso y crimen es una antología excelente de uno de los mejores escritores de hoy. Cada una de las veintidós propuestas es superior. Los Irregulares de Baker St. apreciarán La dama de abajo, protagonizada por la casera del Sr. Holmes, mientras que los admiradores de las películas británicas de los '60 disfrutarán de la aparición del fallecido actor Terry-Thomas en un cuento de fantasmas, Viejos amigos, acertadamente titulado. La diversión rara viene con Turbo-Satanás, donde dos vagos del East End en Londres, Daz y Mat, envían mensajes de texto a SATAN, y aun más extraño es Recupere todo, ponga todo, que tiene como protagonista a Lukas Forrest, un imán de mala suerte. También es muy bueno el oficial de policía de Miami que lucha contra El beso de la araña, una enfermedad loca que se extiende entre los residentes del sur de Florida, un brote de comportamiento humano loco que demuestra tener extraños orígenes bestiales. Bien escrito, Christopher Fowler usa aspectos rutinarios de la vida diaria, como el intercambio de mensajes de texto, pasear al perro en una calle de una gran ciudad, y libros cómicos, etcétera, pero hace que se conviertan en peligrosos y oscuros dispositivos y lugares.

Vincent Chong

Sitio.

Acabo de regresar de otro fantástico fin de semana en FANTASYCON donde fui premiado. Me siento muy feliz, porque me otorgaron el British Fantasy Award por MEJOR ARTISTA otra vez. Me gustaría agradecer a todas las personas que votaron por mí y que continuaran demostrando su apoyo y estímulo por lo que hago.

Fuente: Locus. Aportado por Graciela Lorenzo Tillard

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Artículo original (inglés)
Finalistas y ganadores del British Fantasy Awards 2003
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