Editorial - Axxón 154

¿Más que nunca?
por Eduardo J. Carletti


La gente ahora lee más que nunca.

No lo digo yo. Si lo dijera yo, ya me veo a decenas de opositores a la idea cayéndome encima como un enjambre de avispas enfurecidas.

Lo dijo Daniel Divinsky hace muy poco.

Explico un poco quién es; en Argentina más o menos lo conocemos, aunque no me juego a que haya muchos que hayan dicho de inmediato "Ah, Divinsky".

Daniel Divinsky es un editor. Es fundador de Ediciones de la Flor, una editorial argentina —que entre otras cosas publica los libros de Mafalda y los trabajos de grandes como Fontanarrosa y Caloi—, y se dedica a esto desde hace 40 años. Esta editorial ha pasado por todas las crisis y permanece en manos de su dueño y fundador, manos independientes, luego de 40 años de estar en el mercado.

Divinsky publicó a muchos autores argentinos importantes.

Así que cuando vi el título y el nombre, de inmediato sentí atraída mi atención.

¿Por qué diría semejante cosa este hombre?

Y entonces me puse a pensar en una cosa: Internet. La gente que necesita un poco de distracción, que quiere alejarse por un momento de su trabajo, navega... y la verdad es que, a pesar del Flash, de los esfuerzos gráficos de muchos amantes de la animación, de las enormes colecciones de fotos e ilustraciones, igual Internet es un medio principalmente de contenido textual.

Sí, ya sé. Muchos irán a mirar las partes anatómicas abultadas de potentes señoritas, y los intercambios de contactos que hacen con las partes abultadas de potentes señores. Claro que sí.

Pero lleva un tiempo y uno se cansa. Y luego se entra aquí y allá, se lee de a pedacitos, se encuentran algunos "puertos" preferidos donde "atracar" cada vez más seguido, y se termina leyendo.

Claro, todo depende de encontrar algo que llame la atención y que entretenga un poco. La verdad es que uno se va volviendo experto, en este Internet maremágnico (¿será correcta la palabra?), en encontrar cosas.

Las cosas están ahí. Claro que hay de todo. Pero también hay cosas buenas.

Quizás la ley de nuestro querido Sturgeon no se cumple (se cumplieron diez años de su muerte a principio del mes pasado y la verdad es que no he visto que lo hayamos recordado como se merecía) y sólo hay un 1% de cosas buenas y 99% de basura. Pero bueno, con mirar el número que pone Google (hoy dice que tiene 8.168.684.336 páginas registradas), calculemos cuánto hay —aún con este porcentaje o diez veces menos— para aprovechar.

Lo que dice Divinsky es esto, más o menos. Que la gente ahora lee más porque tiene material en Internet, entre otras cosas.

Me pareció más que interesante.

Toda esa gente leyendo más está ejercitando sus neuronas más que antes. Será porque soy lector, y no puedo estar sin leer, y sé que a mí me hace bien, pero la verdad es que esto en lo que me ha hecho recapacitar Divinsky sólo me puede parecer bueno y esperanzador.

En 1995 se decía, en estudios muy exitosos y aceptados, que la gente no se mueve por Internet para leer. Hay una cantidad de instrucciones dando vueltas por ahí que indican cómo hacer para que el texto de una página sea el mínimo, para que sea ahorrativo, para que lo que se pone más arriba sea lo más importante porque, según este estudio de hace unos diez años, la gente deja de leer enseguida.

¿Habrá cambiado esto? ¿Tendrá razón este editor argentino con 40 años de experiencia? ¿Serán verdaderas mis sensaciones o sólo son expresiones de deseo?

Yo sí leo —gracias a Internet— más que nunca. Antes debía salir y comprar revistas, diarios y libros, y esto es algo que podía hacer de manera limitada (y que ahora no puedo hacer en absoluto). En esta época puedo leer todo lo que quiero, y la verdad es que leo más que nunca.

No sé cuántos más lo experimentarán así, y me encantaría que los lectores me digan cuál es su experiencia.

Si me contestan, por lo menos sabré que llegaron a esta parte del texto.

Eduardo J. Carletti, 1 de septiembre de 2005
ecarletti@axxon.com.ar