Más de una vez hemos hablado, desde esta ínclita tribuna, del hecho (evidente para nosotros) de que no hay suficiente materia en el universo como para detener la expansión. Antes bien, la misma se está acelerando, amenazando con convertir el universo en un enorme espacio vacío, donde cada galaxia se encuentre a una distancia infinita de todas las demás.
Una galaxia lejana, muy lejana...
El motivo de ello es que nueve décimas partes del universo no están compuestas por materia sino por energía oscura, una elusiva entidad que no emite ningún tipo de radiación y no produce efectos gravitatorios sino, antes bien, todo lo contrario: una extraña forma de fuerza repulsiva que, según las teorías más aceptadas, es la causa de que la materia se repela entre sí y de que el espacio esté expandiéndose cada vez más rápido para hacerle sitio.
Hace poco tiempo, un grupo de científicos (liderados por los astrofísicos Nikhil Padmanabhan de la Universidad de Princeton y David Schlegel de los Laboratorios Nacionales Lawrence de Berkeley) ha publicado los resultados de un estudio singular y nunca intentado hasta el momento: un minucioso catálogo de toda la materia normal, materia oscura y energía oscura presente en un radio de 5.600 millones de años luz. En otras
palabras, han hecho un detallado inventario de todo lo que existe en una esfera de 1.700 pársecs de diámetro a nuestro alrededor.
Lo lograron "iluminando" ese monstruoso territorio con la luz de galaxias muy distantes y muy viejas (seniles, podríamos decir), que presentan enormes corrimientos al rojo por causa del efecto Doppler. Este mapa es el más grande y preciso que se haya logrado jamás, y además es tridimensional.
Las galaxias seniles contienen solo estrellas muy rojas (enrojecidas aún más por el corrimiento que les imprime la velocidad a la que se alejan), y, entre todas, han formado un conjunto de 600.000 fuentes de luz, imprescindibles para iluminar el mapa. Una vez dibujado este, podemos decir que Padmanabhan y Schlegel nos han mostrado más allá de toda duda todo lo que existe desde aquí hasta un 40% del trayecto hasta el borde del universo. No es poco.
Comenzando con 10.000 galaxias rojas ubicadas en un pedazo del cielo septentrional (un 10% de él), los astrofísicos extrapolaron después las conclusiones de esta muestra al resto del universo, porque no hay ningún motivo para pensar que una parte del universo sea distinta de la otra.
La noticia trascendente, una vez cuidadosamente contrastados los datos, es que el nuevo mapa confirma las teorías acerca de la energía oscura. Más del 75% de la densidad del universo se debe a ella, y no a ningún tipo de materia. El desarrollo temporal de las pequeñas variaciones en la radiación de fondo universal, comparándolas con la evolución posterior (5.600 millones de años después) demuestra que tres cuartas partes del universo está formado por sombras y no por luz, materia ni energía.
Hace mucho, había quienes decían que el universo colapsaría en un "Big Crunch". Otros decían que terminaría, vacío y helado, en un "Big Chill". Esta teoría es más probable, pero ¿puede haber otra posibilidad?
Los nuevos resultados pueden indicar que sí.
Si la "gravedad inversa" de tal ingente cantidad de energía oscura sigue empujando a la materia (y por consiguiente al espacio mismo) cada vez más lejos de todo el resto, puede ser que el universo al completo se desintegre en un nuevo "Gran estallido" o desgarrón que los astrofísicos llaman "Big Rip".
El factor crítico sería si la energía oscura es toda la que está o si aumenta (y no nos pregunten los motivos, que hasta hoy son inescrutables. Para más inri: si crece, ¿a qué ritmo lo hace? Si lo hace más rápidamente, hasta alcanzar un cierto valor, las galaxias, estrellas y eventualmente todos y cada uno de los átomos del universo se desintegrarán y serán rotos en pedazos por la repulsión resultante.
¿Big Crunch, Big Rip o Big Chill? No lo sabemos. Es decir, sabemos que nunca habrá un Big Crunch. Lo que queda por demostrar es si la energía oscura será tanta que en 20 mil millones de años el universo culmine con un ruido horrísono, o si, con otros valores apenas diferentes, se seguirá expandiendo para siempre hasta terminar en una nada eterna, fría y oscura.
MÁS DATOS:
Largest Map of Universe Yet Bolsters Theories about Dark Energy
(Traducido, adaptado y ampliado por Marcelo Dos Santos de SciAm y de otros sitios de Internet.)