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ZAPPING 0068, 16-04-2002 Zombis La palabra zombi se refiere a una persona aparentemente (¿o realmente?) muerta que un brujo vudú de magia negra hace regresar a una especie de vida residual para explotarla como un esclavo. El vudú es una religión originaria de África que llegó a Haití, el lugar de donde más se conocen historias de zombis, con los esclavos. El cine nos proporciona una visión deformada de estos seres, pintándolos como unos horrendos muertos vivientes sedientos de sangre, que se unen en bandas para atacar a la gente. Esta imagen de cadáveres andantes buscando cerebros para alimentarse está muy lejos del original. Todos los testimonios y estudios indican que el zombi auténtico se distingue por su total abulia y su plena sumisión a la voluntad ajena. Es posible que bajo el mandato de esta voluntad se los podría inducir a actuar con violencia; pero en general se los utilizaría exclusivamente como peones o esclavos.
El estado de zombi resulta evidente, según afirman presuntos testigos, sobre todo en la mirada: "La cara era inexpresiva y la mirada fija. Los párpados eran blancos, como si los hubieran quemado al ácido" (Hurston, 1939); "la cosa más horrible era la mirada, o mejor dicho, la ausencia de mirada. Los ojos estaban muertos, como ciegos, carentes de expresión" (Seabrook, 1971). La innata mansedumbre del zombi se puede transformar en ferocidad sólo en caso de que coma sal, lo cual inmediatamente le da consciencia de su estado y puede llevarle a vengarse cruelmente de su "patrón". El nombre zombi todavía no se ha explicado claramente: podría derivar del congolés nvumbi, cuerpo sin alma, o nsumbi, demonio; o bien de una reformulación criolla del francés les ombres; o de un vocablo local del área caribeña, zemi, que indica el espíritu de los muertos o los objetos que dicho espíritu moviliza. El Diccionario de los Escépticos (Skeptic's Dictionary, en skepdic.com) dice que Vodu es una palabra africana que significa Espíritu de Dios. En tiempos recientes, ante los numerosos testimonios documentados de occidentales que afirman haber encontrado zombis auténticos, han tomado cuerpo algunas hipótesis para explicar una posible base real para el mito. Metraux sostiene que se trata a menudo, si no siempre, de seres subnormales que son odiosamente explotados por personas sin escrúpulos. Seabrook piensa en alguna droga capaz de simular el estado de muerte, que se le suministraría al futuro zombi; luego el brujo que lo ha drogado lo desenterraría y lo utilizaría como esclavo. El escritor recuerda que el Código Penal de Haití todavía prevé penas específicas para un crimen de esta índole. Recientemente, los experimentos realizados por el norteamericano Wade Davis parecen dar crédito a ambas hipótesis. En Haití mismo, un médico, jefe de psiquiatría de una institución del gobierno de ese país, se encontró tres veces con casos que podrían definirse como zombis. Según este médico, se trata de hombres de carne y hueso que sucumben a un estado de muerte aparente al que son llevados, posiblemente, por medio del uso de drogas. Las víctimas son declaradas muertas y se las entierra públicamente. Luego los que les administraron la droga se ocupan de exhumarlos. Estos "brujos" pueden seguir controlando a esas personas, dándoles droga en pequeñas dosis. Los convierten en esclavos. Sólo en ocasiones los zombis intentan escapar, y a veces lo logran. Aunque se desconoce la naturaleza exacta del veneno, el médico haitiano dice que los especialistas creen que se deriva de flores del género Datura. Ellos han inyectado un líquido producido por cocción con esas flores en ratones y perros, observando disminuciones notables de sus signos vitales. Luego sigue un estado comatoso, que desaparece luego de tres a seis horas, dependiendo de la dosis que se ha administrado. Luego los animales se recuperaron del todo.
Sea real o no, el fenómeno parece ser muy común en Haití, y por eso existe la pena de muerte en ese país para cualquiera que conviertan en zombi a una persona. También se utiliza el nombre zombi para las almas de los muertos por muerte violenta, que siguen viviendo en la tierra en forma de fantasmas durante todo el tiempo que habrían vivido en condiciones normales. La misma suerte corren las mujeres que mueren siendo vírgenes. Los brujos hábiles podrían encerrar estas almas en botellas y venderlas, ya que en ellas se concentra un notable poder. Lugares donde buscar más información:
Informe preparado por E.J. Carletti y A. Alonso, Axxón 2002 |
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