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11-Ago-2008

Proyecto Lucifer (Primera parte)

¿Convertirá Cassini a Saturno en un segundo Sol?

Por Ian O'Neill


Proyecto Lucifer.
Crédito: NASA/Departamento de Defensa de EE.UU.

La historia: El 15 de octubre de 1997, la misión Cassini-Huygens despegó de la base de las Fuerzas Aéreas en Cabo Cañaveral para explorar Saturno y sus lunas. Hoy sigue estudiando al gigante gaseoso anillado, y su misión ha sido ampliada hasta el año 2010. La fuente de alimentación de Cassini son 32,8 kg (72 lbs) de combustible de plutonio. Una fuente de alimentación radiactiva es la única opción viable para las misiones que viajan más allá de la órbita de Marte, ya que la luz del Sol es demasiado débil para que los paneles solares sean efectivos. No obstante, la NASA (conjuntamente con organizaciones secretas, tales como los Iluminati o los masones) quiere utilizar este plutonio para "misiones más altas", sumergiendo a Cassini en las profundidades de Saturno al final de su misión, donde las presiones atmosféricas serán tan grandes que comprimirán la sonda, detonándola como una bomba nuclear. Además, ello desencadenará una reacción en cadena, produciendo la fusión nuclear y convirtiendo a Saturno en una bola de fuego. Esto es lo que ha llegado a conocerse como Proyecto Lucifer. Este segundo Sol tendrá consecuencias nefastas para nuestra Tierra, matando a millones de personas debido al enorme influjo de radiación procedente de esa estrella recién nacida. La pérdida de la Tierra se convierte en un beneficio para Titán, la luna de Saturno, que de repente será habitable y las organizaciones que juegan a ser Dios podrán iniciar una nueva civilización en el sistema de Saturno. No sólo eso, sino que se intentó exactamente lo mismo cuando se dejó caer la sonda Galileo en la atmósfera de Júpiter en 2003…

La realidad: Ahora que la misión Cassini ha sido ampliada en dos años, podemos esperar que en los próximos meses se hable cada vez más de esta teoría conspiratoria. Pero al igual que la teoría Galileo/Júpiter/segundo Sol, ésta es igual de inexacta, utilizando nuevamente mala ciencia para asustar a la gente (como en Planeta X)…

Entonces ¿qué pasó cuando se dejó caer a Galileo en Júpiter?

Pues... en realidad, nada.


Galileo preparándose para su lanzamiento en 1989.
Crédito: NASA.

En 2003, la NASA tomó la prudente decisión de finalizar la enormemente exitosa misión Galileo utilizando las últimas gotas de combustible para lanzarla a gran velocidad hacia el gigante gaseoso. Al hacerlo, se aseguraban de que la sonda se quemaría durante la re-entrada, dispersando y quemando todos los contaminantes (tales como bacterias terrestres y el radiactivo combustible de plutonio-238 que llevaba a bordo). La mayor preocupación en cuanto a dejar a Galileo en una órbita muerta era que si el control de la misión perdiera contacto (muy probable, ya que los anillos de radiación que rodean a Júpiter degradaban los aparatos electrónicos, ya anticuados, de la sonda), hubiera existido la posibilidad de que Galileo se estrellara contra una de las lunas de Júpiter, contaminándola y matando toda posible vida microbiana extraterrestre. Ésta era una preocupación grave, especialmente en el caso de Europa que sería el lugar donde con más probabilidades podría prosperar la vida bajo su superficie helada.

Pero aquí es donde comienza la intriga. Mucho antes de que Galileo cayera en picado en la atmósfera de Júpiter, los teóricos de la conspiración decían que la NASA quería crear una explosión dentro del cuerpo del gigante gaseoso, iniciando así una reacción en cadena y creando un segundo Sol (Júpiter es denominado a menudo una "estrella fallida", aunque siempre ha sido excesivamente pequeño para poder soportar reacciones nucleares en su núcleo). Se demostró que esto era erróneo en muchos aspectos, pero existían tres razones principales para que no pudiera suceder:


INDICE DE NOTICIAS

— El diseño de los generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTGs) que suministran energía a la nave no lo permitirían.
— La física tras una explosión nuclear (fisión nuclear) no lo permitiría.
— La física de cómo funciona una estrella (fusión nuclear) no lo permitiría.

Cinco años después del impacto de Galileo, Júpiter sigue pareciendo gozar de buena salud (y sin duda no está cerca de convertirse en una estrella). Aunque la historia ya ha demostrado que no se puede crear una estrella a partir de un gigante gaseoso utilizando una sonda espacial (o sea: Jupiter + Sonda ≠ Estrella), los teóricos de la conspiración creen que el malvado plan de la NASA fracasó y que existe alguna prueba de que ocurrió algo después de que Júpiter se hubiera tragado a Galileo (y que la NASA tiene puestas sus esperanzas en la combinación Cassini/Saturno).

Es el turno del Gran Punto Negro

Las afirmaciones de los teóricos de la conspiración en el sentido de que se había producido una explosión dentro de la atmósfera de Júpiter después del impacto de Galileo se basaban en el descubrimiento de una mancha negra cerca del ecuador de Júpiter un mes después del acontecimiento. Esto fue ampliamente comentado en internet, pero sólo se realizaron un par de observaciones antes de que desapareciera.

Algunas explicaciones señalaban que la mancha podría haber sido una característica dinámica atmosférica de corta duración, o que era la sombra de una de las lunas de Júpiter. Después de ese alboroto inicial, no se supo nada más del fenómeno. Pero algunos se apresuraron a señalar que la mancha oscura de la superficie de Júpiter podía haber sido la manifestación de una detonación nuclear de Galileo en las profundidades del planeta que, después de un mes, podía haber emergido a la superficie. Incluso se hicieron comparaciones con las características generadas en 1994 por el impacto de los fragmentos del cometa Shoemaker-Levy 9 (ver imagen).


El misterioso punto negro en 2003 (por Eric Ng) comparado con uno de los puntos de impacto de los fragmentos de Shoemaker-Levy 9 en 1994.
Crédito: NASA.

Fuera lo que fuera lo que causó esa característica, no procedía de Galileo ya que, simplemente, no era posible ninguna detonación nuclear. Además, una detonación nuclear de la misión Cassini cuando entre en la atmósfera de Saturno en 2010 también es imposible, y la razón es la siguiente…

Los Generadores Termoeléctricos de Radioisótopos (RTGs)

Los RTGs son una tecnología ampliamente probada, que se utiliza desde la década de los 1960. Se han utilizado diversos diseños de RRG en una gran cantidad de misiones entre las que se incluyen Pioneer 10, Pioneer 11, Voyager 1, Voyager 2, Galileo, Ulysses, Cassini y, más recientemente, New Horizons. Los RTGs son una fuente de alimentación para misiones espaciales muy fiable cuando no se pueden utilizar los paneles solares. Para Cassini, si se usaran paneles solares tendrían que tener un área enorme para recoger la escasa luz solar a 10 AU, y por lo tanto imposibles de lanzar y de manejar.


Uno de los tres RTG que Cassini lleva a bordo.
Crédito: NASA.

Los tres RTGs que Cassini lleva a bordo se alimentan mediante pequeños pellets de plutonio-238 (238Pu) almacenados separadamente en contenedores antichoque conocidos como módulos generales de suministro de calor. En cada RTG hay 18 módulos. Mediante el uso de termopares, el calor constante generado por la descomposición radiactiva del isótopo de plutonio se convierte en electricidad para alimentar a Cassini. Merece la pena resaltar en este punto que el 238Pu no es de nivel armamentístico (es decir, es muy difícil generar la fisión nuclear, el 239Pu es más adecuado para este propósito). Cassini también lleva a bordo docenas de Unidades Calentadoras de Radioisótopos (RHUs), que proporcionan un calor continuo a subsistemas críticos, los cuales contienen pellets únicos de Pu-238. También en este caso, estas unidades están separadas y protegidas, y cada una pesa 40 gramos.


Dentro de un RHU y RTG.
Crédito: Roland Piquepaille.

La protección de cada pellet de plutonio es crítica, en primer lugar para prevenir la contaminación radiactiva durante el lanzamiento de las misiones espaciales. Si se produjera un incidente durante el lanzamiento, las agencias espaciales como la NASA deben asegurar la contención del material radiactivo. En consecuencia, todos los RTGs y RHUs son totalmente seguros independientemente de las presiones a que se vean sometidos.

En consecuencia, al igual que Galileo, Cassini entrará en la atmósfera de Saturno a gran velocidad (Galileo llegó a la atmósfera jupiterina a una velocidad de 50 km/s) y se desintegrará rápidamente antes de arder hasta consumirse. El punto que deseo resaltar aquí es que Cassini se desintegrará como cualquier otro objeto que se mueva rápidamente durante la re-entrada.

Así y todo, los teóricos de la conspiración apuntan rápidamente que Cassini transporta una gran cantidad de plutonio, en total 32,8 kg (aunque no es 239Pu de grado armamentístico, y todas las partículas de 238Pu son pellets minúsculos, encerrados en contenedores de alta seguridad, que se dispersarán por la atmósfera de Saturno). Pero sin hacer caso de todos los argumentos lógicos en contra, así y todo generará una explosión nuclear, ¿verdad?

Desgraciadamente, no.

Pero ¿cómo funciona una bomba nuclear?

Para consultar un resumen general de los hechos básicos de un arma nuclear, vean la excelente descripción de Cómo funcionan las cosas: cómo funcionan las bombas nucleares (en inglés)


Recreación de la combustión de Galileo al caer en la atmósfera jupiterina.
Crédito: David A. Hardy.

Así que ahí tenemos a Cassini, cayendo en picado en la atmósfera de Saturno dentro de dos años. Mientras baja, se separan trozos y arden por la fricción causada por la re-entrada. Y cuando digo que se separan, quiero decir que ya no están ensamblados. Para que se produzca una detonación nuclear necesitamos una masa sólida de plutonio de grado armamentístico. Masa sólida significa que se necesita una cantidad mínima del material para que se produzca una fisión nuclear (conocida también como "masa crítica"). La masa crítica del 238Pu es de aproximadamente 10 kg (publicación DoE de EE.UU.), por lo que Cassini dispone de suficiente 238Pu para tres bombas nucleares rudimentarias (ignorando el hecho de que es muy difícil construir una arma de 238Pu, para empezar). Pero ¿cómo podrían agruparse todos esos pellets minúsculos de 238Pu, en caída libre, habiendo quitado los embalajes, permitiendo que la presión de la atmósfera de Saturno los reuniera por la fuerza y los encaminara hacia la formación de una masa crítica? ¿Es eso posible? No.


Implosión de un arma nuclear.
Crédito: answers.com.

Incluso si por casualidad todo el 238Pu de un RTG se fundiera en un solo pellet, ¿cómo se detonaría? Porque para que se produzca la detonación de una bomba de fisión por implosión, es preciso reunir a la fuerza masas sub-críticas en el mismo instante. La única forma de que esto fuera posible sería rodear las masas sub-críticas con potentes explosivos, de forma que una onda de choque reuniera rápidamente las masas sub-críticas. Sólo entonces se podría sostener una reacción en cadena. A menos que la NASA haya sido muy taimada y haya ocultado explosivos en los RTGs, la detonación no es posible. Utilizar únicamente la presión atmosférica no es una explicación viable.

Ahora vemos que es verdaderamente imposible que el plutonio que Cassini lleva a bordo cree una explosión nuclear. Pero si se produjera una detonación nuclear, ¿podría darse una reacción en cadena? ¿Podría convertirse Saturno en una estrella?

Fuente: Astroseti
Traductor al español: Marisa Raich

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