En el abrir y cerrar de ojos de un huracán
Científicos patrocinados por la NASA están trabajando en un nuevo instrumento para ayudar a predecir la repentina transformación de las tormentas tropicales en mortales huracanes.
El huracán Humberto dejó a los metereólogos con la boca abierta cuando de repente golpeó las costas de Texas, en la mañana del 13 de septiembre de 2007. La tormenta, que en sus inicios se presentó como una depresión tropical sin nombre, en un abrir y cerrar de ojos se transformó en vientos de 136 km/h y fuertes lluvias; es por ello que fue catalogada como huracán de categoría uno.
"La tormenta hizo una transición y pasó de ser una depresión tropical a un huracán en un lapso de 24 horas, justo antes de tocar tierra. Batió un récord", dice Robbie Hood, una científica que se dedica al estudio de las ciencias de la atmósfera, en la NASA.
Humberto, fotografiado por el instrumento MODIS, colocado a bordo del satélite Terra, de la NASA. [Imagen ampliada] |
¿Por qué Humberto alcanzó la fuerza de un huracán tan rápidamente? Y lo que es más importante, ¿cómo se podría haber pronosticado la rápida concentración de esta amenazante fuerza para alertar a las personas ubicadas en las costas?
Estas preguntas rondan constantemente la mente de quienes pronostican huracanes. Humberto es sólo el último ejemplo; hace dos años, la agitada temporada de huracanes de 2005 fue famosa por la rápida intensificación de sus tormentas. Nadie sabe si este es el comienzo de una tendencia, pero a todos nos gustaría ver avances respecto del pronóstico de la intensidad de las tormentas.
"Pronosticar la intensidad de los huracanes es uno de los más grandes problemas que tenemos en la actualidad", dice Hood. Pero ella y su equipo de investigadores en el Centro Marshall para Vuelos Espaciales, de la NASA, están dando pasos agigantados para resolver ese problema con la ayuda de una nueva invención llamada HIRAD (acrónimo de su nombre en idioma inglés: Hurricane Imaging Radiometer, que significa Radiómetro para Imágenes de Huracanes).
Para crear modelos en computadora y utilizarlos con el fin de predecir huracanes, es necesario saber cuál es la velocidad del viento en la base de la tormenta. Los vientos que circulan cerca del ojo del huracán, en las paredes del ojo, son especialmente importantes (aunque pueden llegar a ser los más dificiles de medir).
Ingresemos al HIRAD: Diseñado para funcionar desde un avión o desde un satélite, "el HIRAD mirará desde arriba, a través de las lluvias más intensas y de las nubes más espesas de un huracán, para medir los intensos vientos en la superficie del océano", comenta Hood.
El instrumento HIRAD mide la velocidad del viento sobre el agua mediante el estudio de la espuma. "Los vientos fuertes barren y se arremolinan sobre las olas del océano, levantando espuma de color blanco", explica Hood. "El HIRAD mide la radiación de microondas que esta espuma emite de manera natural; cuanto más fuertes son los vientos, más espuma se produce; por lo tanto, se incrementa la radiación de microondas."
Asimismo, el HIRAD medirá una franja más extensa que las herramientas tradicionales utilizadas en los aviones. Por lo tanto, se necesitarán menos sobrevuelos. Este instrumento es más pequeño y liviano y requiere menos energía que los aparatos de medición actuales. No posee partes móviles. Es relativamente económico para construir y es posible que se puedan emplear en él aplicaciones de satélites. Posee, entonces, muchos aspectos positivos.
Velocidades del viento en la base del huracán Humberto obtenidas a través de un satélite. "Aquí se puede observar que los vientos no se muestran para las partes donde las nubes son más espesas. Esperamos poder llenar esa brecha con el HIRAD", menciona Robbie Hood. |
Se propondrá una versión posterior del HIRAD cuyo objetivo será medir la dirección y la velocidad del viento. "Para obtener la mejor imagen de lo que está sucediendo dentro de un huracán, es necesario saber ambas cosas: la dirección y la velocidad del viento. Mediremos la cantidad de espuma de un lado de la onda y la compararemos con la espuma del otro lado. Esto nos proporcionará la dirección del viento", explica Hood.
El instrumento HIRAD podría realizar su primera prueba a bordo de un avión durante la temporada de huracanes del año 2009 y se espera que lo haga con gran éxito. Luego, si se cuenta con presupuesto, volará a bordo de un satélite. "Cuando se coloca un instrumento en un satélite, éste ayuda a todos los habitantes del planeta", menciona Hood. "Mejora la manera de realizar el pronóstico del tiempo en todo el mundo, incluso en los países que no cuentan con radares en tierra y con los instrumentos a bordo de aviones que poseen los países más desarrollados".
Karen Stephens, directora del proyecto HIRAD añade: " En la era posterior al huracán Katrina, es especialmente gratificante estar trabajando en algo que brinda beneficios de manera inmediata y que posiblemente salve vidas".
Pero primero, el HIRAD tiene que demostrar que es útil y debe conseguir el apoyo económico para que sea posible continuar con su desarrollo. Hasta entonces, durante la temporada de huracanes, ¡no parpadee!
Traducido al español por Daniel Tafoya
Fuente: Ciencia@NASA
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