2/Feb/04
Espacio: La nave Stardust se encuentra con una sorpresa El cometa Wild-2 luce una superficie rica en rasgos y altamente compleja. (Ciencia@NASA) El 2 de enero de 2004, la nave Stardust de la NASA se aproximó al cometa Wild 2 y voló en medio de una tormenta. Ráfagas de polvo cometario apedrearon al aparato. Por lo menos media docena de gránulos que se movían más rápido que una bala penetraron las defensas exteriores de la Stardust. Los 16 motores cohete de la nave lucharon por mantener el curso mientras un recolector, de un tamaño similar al de una raqueta de tenis, recogía algo del polvo para traerlo a la Tierra dentro de dos años. Todo sucedía como se esperaba. Luego vino la sorpresa. Ocurrió mientras la Stardust pasaba junto al núcleo del cometa, a solamente 236 kilómetros de distancia, y lo fotografiaba utilizando una cámara de navegación. La intención era utilizar las imágenes para mantener a la nave en curso. Revelaron también un pequeño mundo de asombrosa belleza. En el corazón de cada cometa hay una "bola de nieve sucia", un núcleo compacto de hielo y polvo que el sol vaporiza, poco a poco, para formar la espectacular cola del cometa. Estos núcleos son difíciles de observar. Por un lado, la mayoría son más oscuros que el carbón; reflejan muy poco de la luz solar hacia las cámaras. Además, están escondidos muy adentro de una nube de gas y polvo, llamada "coma". La zambullida de la Stardust dentro de la coma del Wild-2 le permitió ver al núcleo desde una corta distancia. Sobrevuelos anteriores, en el cometa Halley por la sonda europea Giotto y en el cometa Borrelly por la Deep Space I de la NASA revelaron núcleos grumosos sin un terreno muy interesante (como se esperaba). Estos cometas habían sido calentados por el Sol a lo largo de muchos miles de años. El calor solar había fundido sus rasgos más sobresalientes. El cometa Wild-2, sin embargo, luce diferente. "Estábamos asombrados por la superficie rica en rasgos del cometa dice Donald Brownlee de la Universidad de Washington, investigador principal de la misión. Es altamente compleja. Hay rocas del tamaño de graneros, riscos de 100 metros de alto, y un poco de terreno extraño, diferente a todo lo que hayamos visto antes. Hay también algunos elementos circulares agrega que parecen cráteres de impacto tan extensos como de un kilómetro de diámetro". "Los altos riscos nos dicen que la corteza del cometa es razonablemente sólida", hace notar Brownlee. Es probablemente una mezcla de material rocoso de grano fino que se mantiene unido por agua congelada, monóxido de carbono y metanol. Ciertamente, un aterrizador podría bajar hasta allí, o un astronauta podría caminar por la superficie sin preocuparse demasiado por un colapso del suelo. Un astronauta parado en el cometa Wild-2 vería un paisaje realmente fantástico, especula Brownlee. "Lo imagino dentro de uno de los cráteres, rodeado de los enormes riscos". Agujas heladas, tan altas como una persona, se elevarían sobre el suelo del cráter. "Serían los equivalentes cometarios de las "púas de nieve", esas pequeñas crestas dentadas que se forman cuando la nieve queda expuesta a la luz solar y se funde. Más información:Nota completa La sonda espacial Stardust alcanzará al cometa Wil 2 el viernes |
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