24/Ene/05

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El Louvre ofrece sus salas para el rodaje de El código Da Vinci

(PL) Varias salas del Museo del Louvre servirán de locaciones al rodaje de El código Da Vinci, en reciprocidad al incremento del turismo que ha propiciado a Francia el bestseller de Dan Brown.

La película, bajo la dirección del cineasta norteamericano Ron Howard, comenzará a filmarse en mayo y tendrá a Tom Hanks personificando a Robert Langdon, el profesor erudito de la Universidad de Harvard, especializado en arte religioso y un sabueso detectivesco.

Según fuentes del Louvre, citadas por el periódico Le Parisien, esa institución apoya con firmeza el proyecto y no sólo la Gran Galería sino también la sala que alberga la Monalisa, uno de los cuadros más famosos de todos los tiempos, se abrirán para el rodaje.

Hasta ahora, las instalaciones de uno de los templos por excelencia del arte, fueron utilizadas una sola vez para una filmación cinematográfica.

Ocurrió en 1999, pero se trataba de una película francesa, El fantasma del Louvre —sobre un espíritu solitario que rondaba sus muros y robaba objetos preciosos—, hoy considerada un clásico del cine de misterio.

Como se sabe, la trama de El código... se centra en una supuesta conspiración de la iglesia católica, encabezada por una sociedad secreta que integran, entre otros, Isaac Newton y Leonardo da Vinci para silenciar el matrimonio de Jesucristo con María Magdalena.

De esa unión nace un hijo que, al morir el padre, se refugia con su madre en el sur de Francia y luego se casa con una descendiente de la familia real gala, de manera que esa línea de sangre está presente hasta nuestros días.

Brown y su esposa, Blythe, permanecieron largas horas en el Louvre frente a los cuadros de Da Vinci que, en la novela, enmascaran los códigos con los que se cifró el misterio; también escrutaron las paredes de antiguas catedrales.

Las ventas millonarias del libro trajeron consigo un importante arribo de turistas a París, que se inscriben en giras organizadas para seguirle el rastro a Langdon en la vida real, explorar los escenarios y tratar de comprobar las teorías que saturan la novela.

Calificado por la crítica como seudoliteratura pródiga en concesiones al comercialismo, El código... tiene la dosis suficiente de intriga, suspenso, ritmo trepidante y mezcla de datos reales con hechos ficticios como para atrapar a los lectores desprevenidos.

Sus detractores más acérrimos se extrañan ante la elección de Hanks para encarnar a Langdon que, a su juicio, tiene más parentesco con el Indiana Jones de El templo de la perdición y un ostensible parecido físico con Harrison Ford.