27/Jun/05

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Fuimos a ver: Batman inicia

El hombre murciélago recreado por Chistopher Nolan, superó la prueba.

Título: Batman inicia (Batman Begins)
Director: Christopher Nolan.
Guionistas: Christopher Nolan y David S. Goyer, sobre los personajes de Bob Kane.
Elenco: Christian Bale, Michael Caine, Liam Neeson,
Katie Colmes, Gary Oldman, Cillian Murphy, Tom Wilkinson,
Rutger Hauer, Ken Watanabe, Mark Boone Junior, Linus Roache,
Morgan Freeman.
Productores: Larry J. Franco, Benjamin Melniker (productor ejecutivo),
Charles Roven, Emma Thomas, Cheryl A. Tkach (asociado) y
Michael E. Uslan (productor ejecutivo).
Música original: Ramin Djawadi, James Newton Howard,
Mel Wesson y Hans Zimmer.
Estados Unidos, 2005.


¿Qué se puede decir de nuevo, de un personaje tan revisitado como Batman? Supongo que el director del filme, Christopher Nolan (Memento, Noches blancas), se hizo esta pregunta antes de plantearse la dirección y adaptación del comic. Después de la espléndida película de Tim Burton y su secuela (Batman, Batman Returns) y de las vomitivas tercera y cuarta partes dirigidas por Joel Schumacher (Batman Forever, Batman & Robin), tanto Nolan como la Warner (DC Comics, la dueña del personaje de comics, es filial de la Warner) tenían varios desafíos por delante:

1) Mejorar o al menos empatar el respetuoso tratamiento que la Marvel Comics da a sus propios superhéroes en la pantalla grande, con películas como Spider-man y X-Men y sus taquilleras secuelas [Dos hechos significativos: Entre los trailers que preceden a Batman inicia, al menos en la Argentina, se pudo admirar la próxima apuesta de Marvel, con Los 4 Fantásticos. Y apenas comenzada la película, la presentación de DC Comics recuerda a la que Marvel hace en sus propios filmes].

2) Recuperar la esencia del personaje (por eso el nuevo comienzo), pero sin repetirse. De hecho, había que superar, o al menos distanciar, esta película de la Batman de 1989, para que valiera la pena reiniciar la franquicia.

3) Mantener en alto la marca en los rubros técnicos y las actuaciones.

Para salir con bien del primero de estos desafíos, y probablemente el más difícil, Nolan y David S. Goyer (Misión a Marte, y las tres películas de Blade, entre otras) eligieron un tratamiento minucioso del personaje. En la primera mitad de la película, sólo vemos a Bruce Wayne transitando "el camino del héroe" del que hablaba Joseph Campbell. Con su reconocida destreza para los flashbacks, Nolan presenta una serie de hechos clave en la vida de Bruce, su búsqueda de venganza, sus influencias, los trayectos andados y desandados. Como muchos han dicho ya, esto le da una tremenda carnadura al Batman que conoceremos recién en la segunda mitad del filme. De hecho, probablemente éste sea el mayor gancho que la película aporta a quienes no son lectores de comics o seguidores de Batman.

Esta elección contribuye también al tratamiento respetuoso del personaje, que era el segundo desafío. Sin embargo, hay un plus muy valioso: mientras que otros daban por sentado ciertos detalles del origen, el argumento Batman inicia se preocupa, casi obsesivamente, de no dejar cabos sueltos. Esto que puede molestar a algunos (que no están interesados en los orígenes de la tecnología de los gadgets, o sobre cómo se inicia la relación entre Batman y alguno de sus aliados) a otros nos parece fascinante. Aporta solidez y coherencia al desarrollo de la trama.

Este tratamiento, en menor medida, también se aprecia en los villanos y en los adláteres del héroe. Resulta refrescante la forma en que se aggiornan las historias de Ra's Al Ghul o Jim Gordon, pero mejor será no adelantar demasiado al respecto.

La forma en que se supera el tercero de los desafíos es, probablemente, lo que más valorará el público en general. Se puede intuir que cada uno de los actores tuvo una marcación precisa, que sin embargo permite el lucimiento de estrellas como Michael Caine (un emotivo Alfred, que sin embargo tiene oportunidad de apelar al humor), Liam Neeson, Gary Oldman (de lejos, el mejor Jim Gordon de la historia), Rutger Hauer y Morgan Freeman (encarnando un viejo conocido de los comiqueros, Lucius Fox: el tecnólogo detrás de los gadgets del héroe). Christian Bale muestra una cabal suficiencia para asumirse como Bruce Wayne/Batman (recuerda un poco, sólo un poco, su papel en Psicópata americano) y Katie Holmes convence como la fiscal Rachel Dawes. El conjunto se mueve armoniosamente, y todavía quedan por citar algunas actuaciones interesantes como la de Cillian Murphy (como el doctor Jonathan Crane).

En el rubro acción y efectos especiales, la película cumple. No por la grandiosidad de los resultados o la originalidad, sino por su discreta funcionalidad (discreta en los términos de este tipo de películas), que hace que cuando las cosas se ponen explosivas, el público se aferre al asiento. Lo mejor, sin dudas, es el batimóvil.

Un punto interesante, que seguramente promoverá comparaciones con obras anteriores, es Gotham (o Ciudad Gótica). Como se dijo, era necesario necesario distanciar esta película de la de Burton, y tanto la apariencia (más contemporánea y realista) como la ecología esbozada resultan sumamente atractivas.

Claro está, la película tiene puntos flojos, pero son poco memorables. Algunos, incluso, pueden ser atribuidos a una imposibilidad narrativa: ciertas idas y vueltas pueden ser aceptables soluciones de compromiso en pos de lograr un Batman más sólido y creíble.

Me saco el sombrero ante esta película y ante la recreación del héroe. Hacía mucho que no me sentía tan feliz al salir del cine.

Alejandro Alonso para Axxón y Garrafex News.