Noticias en la página Axxón Página Axxón
[Noticias de Axxón ] [ Página principal ] [ Zapping ]

01/Jul/05



Revista Axxón

Axxón en
facebook


Lectores de Axxón en facebook



Fuimos a ver La guerra de los mundos

Estrenaron lo nuevo de Spielberg, y estuvimos allí.



Título:
La guerra de los mundos (War of the Worlds)
Dirección:
Steven Spielberg
Guión:
Josh Friedman y David Koepp
 (inspirado en la novela homónima de H.G.Wells)
Elenco:
Tom Cruise, Dakota Fanning, Justin Chatwin,
 Tim Robbins, Miranda Otto, David Alan Basche,
 James DuMont, Daniel Franzese.
Productores:
Kathleen Kennedy, Colin Wilson
Productores ejecutivos:
Paula Wagner
Productora:
Amblin Entertainment,
 Cruise/Wagner Productions, DreamWorks SKG
 Paramount Pictures.
Estreno:
29 de Junio de 2005



Cada tanto, los norteamericanos nos obsequian pequeñas joyas del noveno arte. O al menos eso quieren hacernos creer. Bueno… los espejitos de colores también son lindos.

La guerra de los mundos recreada por Steven Spielberg —con guión de David Koepp (el mismo de Spider-Man y La habitación del pánico) y Josh Friedman (Chain Reaction), a partir del clásico de H. G. Wells de 1898, y de la famosa transmisión radial de en octubre de 1938 (en la que Orson Welles sembró la paranoia de los readioescuchas norteamericanos)— es, a primera vista, una gran película. Brillantes efectos especiales y manejo de multitudes, personajes con flancos potencialmente muy ricos, actuaciones funcionales, escenas que impactan por su excentricidad o por las connotaciones emocionales que proponen, acción continuada y bien balanceada con los diálogos. En esto, Spielberg muestra su marca, y esa marca habla de cierta búsqueda de la excelencia.

Sin embargo, aparentemente, con esto solo no se hace una buena película. Porque La guerra de los mundos repite, desde el esquema argumental, el muy gastado derrotero de otros filmes menores de gran presupuesto como El día después de mañana, Signos y Día de la Independencia. Seres humanos vulnerables, que pasan a través de catástrofes monumentales, y que en algún momento, merced a su tenacidad, emergen de ellas con pocos o ningún cambio psicológico trascendente. Historias que refuerzan los valores familiares y patrióticos, y también el "sálvese quien pueda", aunque disimulado.

Mientras la miraba, no pude evitar preguntarme qué hubiera pasado si el guionista hubiera sido Oesterheld.

No quiero ser malinterpretado. Spielberg logra una performance muy superior en sus actores (de hecho, por momentos parece que logra poner a sus personajes centrales en crisis real, quiebres que implican cambios), si se lo compara con películas como las antes mencionadas. La factura técnica es muy superior, y ciertamente no es una película de "sólo efectos especiales". Pero termina volviendo al esquema básico del cine catástrofe norteamericano, donde al final nada queda, y todo parece regresar a un estado anterior de tiempos más felices.

La cosa se pone aún peor si se intenta contextualizar la película en el marco de la actual realidad política norteamericana. Porque bajo ese contexto (y esto es cuestión discutible, siempre dependerá de cómo uno crea que debe juzgar una obra artística), el filme exuda xenofobia y militarismo. Era inevitable: mucho de lo que se muestra o sugiere estaba en la historia original, pero esa novela había sido escrita bajo un contexto distinto (según Anthony West, hijo y biógrafo de Wells, el origen de la novela reside en el paralelismo entre la invasión extraterrestre y cómo los europeos sometieron o exterminaron a los pueblos atrasados que encontraron en distintas regiones del planeta). Con todo, hacer ese ejercicio no parece ocioso: ¿Cuánto de lo que muestra la película puede aterrorizar y luego tranquilizar las conciencias de los estadounidenses? ¿En qué dirección influye? Es por eso que resulta extraño ver a Tim Robbins (actor, pero también activista político y social en la guerra contra Irak) participando en la película.

Capítulo aparte merecen los aliens. Por un lado, resultan formidables, aterradores, de movimientos fluidos y creíbles, pero por el otro demasiado "humanos" en sus actitudes. Porque las regias naves extraterrestres, que son capaces de destruir y sembrar el pánico, cuando hacen una búsqueda no son capaces de usar un sistema de detección de calor (tecnología que una civilización "inferior", como la terrestre, y en particular los norteamericanos tienen desde hace décadas). La película presenta varias inconsistencias de este tipo, que tal vez sean soluciones de compromiso para resaltar ciertos aspectos dramáticos, pero que al lector de CF no convencerá del todo. Porque la duda es: si cambiaron y aggiornaron el argumento al punto de adaptarlo libremente al Siglo XXI, ¿por qué mantuvieron precisamente los detalles menos convincentes y las trayectorias lineales más odiosas?

Como se dijo, los espejos de colores también son bonitos, y no dudo que con la predisposición adecuada —ésa que permite descontextualizar, dejarse atrapar por lo bueno que tiene la película que es bastante—, es un filme muy disfrutable (y que sin duda hay que ver en una sala de cine con buen sonido). Ahora bien, si el sentido crítico prevalece, piénselo otra vez.

Alejandro Alonso para Axxón y Garrafex News.

Más información:
Spielberg vuelve con el cine de ciencia ficción el 29 de junio
Envuelta en la polémica, aparece nueva traducción de libro de Wells
Fuimos a ver El día después del mañana
Cine / Ciencia ficción: Cruise retrasa un año su tercera Misión: imposible y adelanta La guerra de los mundos

            

Noticias anteriores, por tema
Ciencia Cine Espacio Espectáculos Historietas Internet Juegos Libros Literatura Revistas Sociedad Tecnología Televisión

Noticias anteriores, por año
2017  2016  2015  2014  2013  2012  2011  2010  2009  2008  2007  2006  2005  2004  2003  2002